La sequ¨ªa se lleva por delante un 40% de la cosecha espa?ola de cereal
En algunas regiones se ha perdido todo, mientras las importaciones acechan el r¨¦cord hist¨®rico
Esta semana se ha dado por iniciada la recolecci¨®n del cereal, empezando por las provincias del sur de Espa?a, y todo el sector coincide: la cosecha de variedades de invierno (trigo, cebada, avena, centeno y triticale [cruce trigo-centeno]) ser¨¢ entre un 30% y un 40% menor que la campa?a de 2016 como consecuencia de la sequ¨ªa. Frente a los 19,3 millones de toneladas de la campa?a anterior, una cifra ligeramente por encima de la media, las estimaciones para este a?o van desde los 9,5 millones de toneladas por parte de la organizaci¨®n agraria Asaja, a los 13,4 millones de toneladas que estiman los almacenistas de cereales. Por parte de Cooperativas Agroalimentarias, a falta de datos m¨¢s definitivos, se estima que la cosecha podr¨ªa superar los 12 millones de toneladas, mientras que el operador cerealista Infomarket la estima en 13 millones.
Por regiones, los da?os m¨¢s elevados seg¨²n las estimaciones del sector se han producido en la Meseta norte (Palencia, Valladolid, Salamanca, Zamora, Soria, Segovia y la zona sur de Burgos), con p¨¦rdidas que van desde el 80% hasta pr¨¢cticamente la desaparici¨®n total de la cosecha. En algunas explotaciones, ya han entrado las m¨¢quinas para destinar el cultivo como forraje de los animales.?Castilla y Le¨®n concentra la mitad de la cosecha nacional. En?Extremadura, Castilla ¡ª?La Mancha y zonas de Arag¨®n y Navarra el nivel de p¨¦rdidas se estima entre un 30% y un 50%. Por ¨²ltimo, en?Andaluc¨ªa, donde se obtiene la mayor parte de la producci¨®n de trigo duro, las condiciones climatol¨®gicas han sido favorables durante todo el a?o (con la excepci¨®n de los ¨²ltimos meses), por lo que la ca¨ªda de la producci¨®n ronda el 15%. Una situaci¨®n similar ha sido la de Catalu?a.?Por parte de Agroseguro ya se est¨¢ llevando a cabo las peritaciones y se han comenzado a realizar los primeros pagos.
Por especies y variedades, las previsiones de cosecha medias apuntan a una producci¨®n de seis millones de toneladas en cebadas, 4,7 millones de toneladas en trigo blando, un mill¨®n de toneladas en trigo duro y un mill¨®n de toneladas en otros cereales secundarios como avena, centeno y triticale. A estas cifras se deben a?adir otros 3,5 millones de toneladas de ma¨ªz, cuya recolecci¨®n se inicia en oto?o-invierno.
Por el otro lado, las necesidades de cereales para atender la demanda para consumo humano y animal en Espa?a se sit¨²an en unos 35 millones de toneladas, por lo que esta campa?a se pod¨ªa batir el r¨¦cord de importaciones con m¨¢s de 17 millones, b¨¢sicamente de ma¨ªz, de trigo blando y algo de cebada.
Los precios en el mercado interior siguen marcados por la existencia de stocks en Espa?a y fundamentalmente por la llegada de materia prima a los puertos. Seg¨²n el ¨²ltimo informe cerealista de la FAO, "aunque la producci¨®n mundial de cereales va a disminuir en 2017, es probable que siga habiendo abundancia de suministros".
Eso se ha reflejado en los precios, donde solamente se han registrado leves subidas con unas cotizaciones medias de 164 euros por tonelada en cebada, 170 euros en ma¨ªz y 175 en trigo blando. La reducci¨®n de la cosecha tambi¨¦n en otros pa¨ªses comunitarios tampoco est¨¢ provocando subidas de los precios.
Desde la Administraci¨®n central se mantiene la posici¨®n de responder a esta situaci¨®n con ayudas a los avales para la concesi¨®n de cr¨¦ditos subvencionados con un periodo de carencia y la reducci¨®n de los m¨®dulos a efectos de fiscalidad. Sin embargo, se rechaza la concesi¨®n de ayudas directas por la falta de recursos y por considerar que existe un sistema de seguros subvencionado para cubrir este tipo de riesgos.
La ministra de Agricultura, Isabel Garc¨ªa Tejerina, negocia igualmente la posibilidad de lograr una reducci¨®n de la factura el¨¦ctrica que pagan los agricultores. Estos tienen que contratar (y abonar religiosamente durante todo el a?o) una potencia el¨¦ctrica ?que, en la pr¨¢ctica, solo usan en los meses de regad¨ªo y que, en a?os secos como este, ni siquiera se utiliza. El sector entiende (con el apoyo del Ministerio) que es una obligaci¨®n que no tiene sentido y han convertido su abolici¨®n en una reivindicaci¨®n hist¨®rica durante las ¨²ltimas d¨¦cadas. Pero ni siquiera la presi¨®n pol¨ªtica (que se aceler¨® durante el Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero) ha podido con las posiciones de las el¨¦ctricas.
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