M¨¦xico y EE UU pactan los principios b¨¢sicos para el comercio del az¨²car
Las partes se dan un d¨ªa m¨¢s de plazo para cerrar cuestiones t¨¦cnicas. El eventual acuerdo llegar¨ªa a pocas semanas de que echen a andar las conversaciones para revisar el TLC
Los equipos negociadores de M¨¦xico y Estados Unidos ¨Clos mismos que tendr¨¢n que tratar la modernizaci¨®n del Tratado de Libre Comercio de Am¨¦rica del Norte (TLC)¨C han forjado los principios b¨¢sicos de un eventual acuerdo que regular¨¢ el comercio bilateral de az¨²car tras meses de intensas discusiones. El plazo que se dieron las partes para resolver el litigio expiraba este lunes, pero finalmente las partes se dieron 24 horas m¨¢s de plazo para poder cerrar "algunos puntos t¨¦cnicos" pendientes. "Somos optimistas", indican desde el Departamento de Comercio de EE UU, "por eso hemos decidido que una extensi¨®n corta del plazo redundar¨¢ en el inter¨¦s de todos".
"Hemos acercado posiciones de una manera significativa", indica el secretario de Comercio estadounidense, Wilbur Ross. Fuentes del Gobierno mexicano se pronuncian en los mismos t¨¦rminos e informan de que tanto el titular de Econom¨ªa del pa¨ªs latinoamericano, Ildefonso Guajardo, como su hom¨®logo estadounidense tienen intenci¨®n de comparecer ante la prensa ma?ana martes en Washington. De confirmarse definitivamente, el pacto llegar¨ªa en un momento clave en la relaci¨®n entre ambos pa¨ªses: en los proleg¨®menos de la madre de todas las negociaciones, la que dirimir¨¢ a partir de agosto el futuro del tratado que organiza las relaciones comerciales entre EE UU, M¨¦xico y Canad¨¢ desde hace m¨¢s de dos d¨¦cadas.
El eventual acuerdo, que adelant¨® la agencia Reuters, ser¨ªa una buena noticia para los productores mexicanos de az¨²car, que podr¨¢n seguir exportando sin trabas al primer mercado mundial. Tambi¨¦n para los grandes consumidores estadounidenses ¨Cfundamentalmente multinacionales como Coca-Cola¨C, que esquivan un potencial encarecimiento de un insumo clave. Y, en ¨²ltima instancia, para los hogares de ese pa¨ªs, que no sufrir¨¢n aumentos de precios de este bien en un momento en el que la inflaci¨®n vuelve a cobrar protagonismo. Otras firmas estadounidenses del sector agr¨ªcola ¡ªcomo Cargill o Archer Daniels Midland¡ª temen que una guerra abierta le cierre las puertas del mercado mexicano.
El acuerdo que reg¨ªa el comercio bilateral de este edulcorante desde hace casi tres a?os expiraba este mismo lunes. De no haber alcanzado este punto de entendimiento inicial, el az¨²car producido en M¨¦xico habr¨ªa pasado a estar sujeto a una serie de aranceles y cuotas que habr¨ªan frenado las exportaciones a su primer socio comercial. Seg¨²n Reuters, uno de los puntos clave sobre los que descansa el pacto cerrado esta ma?ana es la obligatoriedad de que buena parte del az¨²car cruda mexicana pase por las refiner¨ªas estadounidenses antes de ser comercializada.
Las industrias azucareras a ambos lados del r¨ªo Bravo han ejercido una fuerte presi¨®n sobre sus respectivos Ejecutivos durante toda la negociaci¨®n. Los productores estadounidenses buscaban la imposici¨®n de m¨¢s trabas para la entrada del producto mexicano, que llega a precios sustancialmente m¨¢s bajos por las subvenciones. Y los productores mexicanos, por su parte, exig¨ªan al Gobierno de Enrique Pe?a Nieto medidas restrictivas sobre la llegada de fructosa estadounidense. Actualmente las exportaciones de az¨²car refinanda desde M¨¦xico est¨¢n limitadas al 53% del total. La propuesta estadounidense era rebajarla al 15% y, finalmente, todo parece apuntar a que esta cifra quedar¨¢ en un punto intermedio cercano al 30%.
"El az¨²car es el mayor irritante en la relaci¨®n comercial entre M¨¦xico y EE UU", valora Ricardo Ram¨ªrez, juez del ¨®rgano de apelaci¨®n de la Organizaci¨®n Mundial del Comercio (OMC). El jurista mexicano recuerda, adem¨¢s, que ambos pa¨ªses son grandes productores de az¨²car a escala mundial. "Es una industria muy sensible a las fuerzas de la competencia", complementa Miguel Noyola, socio y jefe de la pr¨¢ctica de Comercio Internacional de la consultora Baker & McKenzie. "En este, como en otros temas agr¨ªcolas, hay que tener en cuenta el enorme poder econ¨®mico y pol¨ªtico de los productores en ambos pa¨ªses. Tambi¨¦n que hay muchos trabajos en juego". Aunque tanto Ram¨ªrez como Noyola remarcan que el acuerdo azucarero y la renegociaci¨®n del TLC tienen pocos puntos en com¨²n, recuerdan que los equipos negociadores son los mismos en ambos casos. "Son cuestiones separadas, pero el tono de las conversaciones y la capacidad para alcanzar un acuerdo marcar¨¢ de alguna forma la renegociaci¨®n del TLC", a?ade Noyola.
El secretario de Comercio de EE UU, Wilbur Ross, dej¨® claro la semana pasada que estaba dispuesto a adoptar medidas punitivas contra el az¨²car mexicano si no se alcanzaba un acuerdo porque considera que los subsidios p¨²blicos son injustos para los productores nacionales. Era un signo evidente de frustraci¨®n aunque no tiraba la toalla y confiaba en que pudiera resolverse por la v¨ªa de la negociaci¨®n, como en el caso de la madera con Canad¨¢. El litigio es, por tanto, un anticipo de lo que podr¨ªa verse con la revisi¨®n del TLC. Tanto Ross ¨Camigo del empresario azucarero Jos¨¦ Fanjul, a su vez uno de los mayores donantes de la campa?a que llev¨® a Donald Trump a la Casa Blanca¨C como Guajardo conf¨ªan en que la negociaci¨®n del tratado est¨¦ completada para enero enero del a?o pr¨®ximo, antes de las elecciones en M¨¦xico y en EE UU. El di¨¢logo para renovar el acuerdo trilateral deber¨ªan comenzar a partir de mediados de agosto, tras cumplirse los 90 d¨ªas de consulta con el Congreso.?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.