9 de junio de 2012: el d¨ªa que Espa?a tuvo que pedir el rescate
Hace justo cinco a?os el Gobierno solicit¨® ayuda para sanear la banca a sus socios europeos, que pusieron a su disposici¨®n 100.000 millones. La crisis del Popular y la debilidad de BMN y Liberbank evidencian que quedan flecos
Popular ha sido intervenido. Liberbank se desploma en Bolsa. BMN est¨¢ a punto de caer en manos de Bankia. Cinco a?os despu¨¦s del rescate, la culminaci¨®n de la reforma financiera parece que se demora. Hoy 9 de junio se cumple un lustro de la petici¨®n a Europa de una l¨ªnea de liquidez por valor de hasta 100.000 millones. El ministro de Econom¨ªa, Luis de Guindos, lo calific¨® entonces como un ¡°pr¨¦stamo en condiciones muy favorables¡±. Poco despu¨¦s se comprob¨® que el memorando suscrito inclu¨ªa entre sus condiciones recortes y reformas. Seg¨²n los datos m¨¢s recientes de Eurostat, a cierre de 2016 el Estado espa?ol ha gastado un neto de 48.228 millones en ayudas p¨²blicas a la banca.
Pero, ?c¨®mo se lleg¨® a esa situaci¨®n? En los a?os de bonanza, la pol¨ªtica del BCE result¨® demasiado relajada para la econom¨ªa espa?ola. En la pr¨¢ctica, los tipos de inter¨¦s reales eran negativos, es decir, una vez descontada la inflaci¨®n sal¨ªa gratis tomar prestado. Bastaba con esperar a que subiesen los precios y los salarios para pagar los intereses. Y as¨ª lo racional era endeudarse. A?o tras a?o, se fue generando una burbuja que inflaba los precios y, por tanto, minaba la competitividad. ¡°Una burbuja en la construcci¨®n no la para nadie, porque genera muchos empleos e impuestos¡±, explica una fuente financiera.
El gobernador del Banco de Espa?a, Jaime Caruana, admiti¨® en 2004 un recalentamiento en el cr¨¦dito. Pero no hizo nada. Desde la salida de Caruana en 2006, el Banco no publica ni un informe m¨¢s que admita la burbuja. El nuevo gobernador, Miguel ?ngel Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, abandona el pacto no escrito de nombrar un subgobernador de la oposici¨®n. Y el PP reacciona lanzando al ruedo medi¨¢tico a la asociaci¨®n profesional de inspectores del banco. Se desata una guerra que traspasa los l¨ªmites del conflicto laboral. Los inspectores acusan a la c¨²pula de debilitar sus informes sobre las entidades. ¡°Se suprimieron las firmas y eso permit¨ªa hacer lo que quisieran con los informes¡±, comenta un inspector. ¡°El hecho es que no se hizo lo suficiente, y eso hundi¨® al pa¨ªs¡±, concluyen distintas voces del organismo supervisor.
Y la deducci¨®n por vivienda, vigente hasta 2013, aliment¨® todav¨ªa m¨¢s el problema. Hasta el punto de que hizo falta buscar la financiaci¨®n fuera. El d¨¦ficit con el exterior alcanz¨® los 100.000 millones de euros en 2007, seg¨²n datos del Banco de Espa?a. Y precisamente eran las entidades financieras las que captaban ese capital for¨¢neo. Los bancos prestaban hipotecas a 30 a?os que financiaban con t¨ªtulos y dep¨®sitos a corto que iban refinanciando. Y el beneficio que se llevaban consist¨ªa en la diferencia entre los tipos a largo y corto. ¡°Vamos en un barco seguro que es la econom¨ªa espa?ola¡±, asegur¨® el presidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero el 22 de enero de 2008.
Pero la crisis financiera y la ca¨ªda de Lehman Brothers en septiembre interrumpe de golpe esa din¨¢mica. En poco tiempo el ladrillo se convierte en un estigma para la banca espa?ola. El mercado interbancario desaparece por el miedo a las insolvencias. Las entidades solo pod¨ªan sobrevivir por la liquidez que les brindaba el BCE.
Y entonces ocurri¨® el Merkozy. En noviembre de 2010, la canciller Merkel y el presidente Sarkozy escenifican su idilio pol¨ªtico paseando por las playas de Deauville. Ah¨ª anuncian que la deuda p¨²blica encajar¨ªa quitas y que cada pa¨ªs apechugar¨ªa con sus bancos. La traici¨®n a la periferia se consuma, los mercados entran en p¨¢nico y la bala de plata con la que quer¨ªan matar las crisis acaba siendo un tiro en el pie. Desde ese instante, los salvamentos se suceden generando el efecto contrario al deseado: ahuyentan a los inversores que quer¨ªan atraer.
En ese contexto, las cajas de ahorros espa?olas iban cayendo. Sin una gobernanza que generase credibilidad y sin la capacidad para buscar capital en los mercados, lo ten¨ªan dif¨ªcil para refinanciarse al tiempo que estaban atrapadas en el inmobiliario. Primero fue CCM en marzo de 2009. Luego Cajasur y la CAM. Pese a las fusiones, NovaCaixaGalicia, Catalunya Caixa y Unimm se mostraron incapaces de atraer capital y tuvieron que ser nacionalizadas. La fusi¨®n de siete entidades con CajaMadrid a la cabeza se bautiz¨® como Bankia y recibi¨® una ayuda de 4.465 millones. Banco de Valencia quebr¨® al dejarlo caer su matriz Bankia. Y Banca C¨ªvica tuvo que ser absorbida por La Caixa.
El 24 de septiembre de 2008, Zapatero hab¨ªa declarado: ¡°El sistema financiero espa?ol es quiz¨¢s el m¨¢s s¨®lido del mundo¡±. Desde 2009, la ca¨ªda de las cajas desmoron¨® esa ret¨®rica. La soluci¨®n escogida consisti¨® en crear grupos m¨¢s grandes. Pero con esa estrategia se termin¨® con conglomerados zombi apoyados en una contabilidad creativa que no reconoc¨ªa las p¨¦rdidas. Se hab¨ªa perdido la oportunidad de recapitalizar cuando se pod¨ªa. El riesgo bancario y el soberano caminaban de la mano hacia el abismo.
Y la incertidumbre arreci¨® todav¨ªa m¨¢s cuando gan¨® el PP las elecciones en diciembre de 2011. Nada m¨¢s tomar posesi¨®n como ministro, Luis de Guindos declar¨® al Financial Times que la banca espa?ola precisaba 50.000 millones. Y lo anunci¨® sin dar pista alguna de c¨®mo se iban a conseguir esos fondos. Los decretos conocidos como Guindos I y II forzaron a las entidades a reconocer el valor perdido del inmobiliario. Pero no dec¨ªan de d¨®nde se obtendr¨ªan los recursos necesarios para sanearse. Tan s¨®lo se abr¨ªa la puerta a m¨¢s fusiones. El ministro incluso manifest¨® en el Congreso que la crisis bancaria no costar¨ªa ¡°un euro¡± al contribuyente. Pero el mercado no se lo cre¨ªa. Entre enero y mayo de 2012, la prima de riesgo escal¨® desde los 300 a los 550 puntos. En medio de la vor¨¢gine, las casas de an¨¢lisis estimaban que la banca espa?ola precisaba entre 50.000 y 250.000 millones.
En su libro sobre el rescate, Guindos confiesa que por esas fechas vio la necesidad de pedir los fondos fuera. Fuentes gubernamentales apuntan que el debate se puso sobre la mesa en medio de la preparaci¨®n del decreto de reforma Guindos II, en mayo de 2012. En otro libro, Por un crecimiento racional, el exvicepresidente de La Caixa, Juan Mar¨ªa Nin, cuenta que todav¨ªa a esas alturas algunos miembros del Gobierno consideraban una ¡°bajada de pantalones¡± pedir el rescate. Desde hac¨ªa tiempo, circulaba la idea de que Bankia era el tap¨®n que bloqueaba la reforma financiera. Pero para poder entrar con fondos p¨²blicos, primero ten¨ªa que abandonar la entidad el presidente Rodrigo Rato. Entregar dinero del contribuyente a una entidad dirigida por un exalto cargo del PP pod¨ªa irritar a¨²n m¨¢s a la opini¨®n p¨²blica.
As¨ª que, como relata Jordi Sevilla en su libro Seis meses que condujeron al rescate, Guindos inicia una campa?a para expulsarlo que se salta al Banco de Espa?a y amplifica la incertidumbre sobre la econom¨ªa espa?ola. En muy poco tiempo, el ministro pacta con el FMI que se se?ale a Bankia. A partir de ah¨ª, el clamor para intervenir la entidad se extiende por Europa. Casi 250.000 millones de euros salen de Espa?a durante la primera mitad de 2016. Solo el BCE mantiene a los bancos que, a su vez, compran deuda p¨²blica con esa liquidez.
En el culmen de la crisis de Bankia, el auditor Deloitte se niega a dar el visto bueno a las cuentas, y el ministro rechaza un plan de salvamento presentado por Rato y valorado en 7.000 millones. Rato se ve abocado a la dimisi¨®n. Y la entidad se nacionaliza. El reemplazo elegido es un banquero que brinde credibilidad: Jos¨¦ Ignacio Goirigolzarri, que pide 19.000 millones adicionales.
Todo ese ruido sobre Bankia echa m¨¢s le?a al fuego de la prima de riesgo, y la entidad se se?ala como el tal¨®n de Aquiles del euro. Pero Espa?a era demasiado grande como para ser rescatada con una mera l¨ªnea que costease todas sus necesidades. De modo que se opta por un cr¨¦dito limitado exclusivamente a los bancos.
El 9 de junio de 2012 Espa?a pide el rescate. Rajoy y Guindos insistieron en que este pr¨¦stamo solo conllevaba condiciones para el sector financiero. Sin embargo, al poco se conoci¨® el contenido del memorando, que recog¨ªa un largo listado de reformas econ¨®micas. La Troika aterriza en Espa?a. Se congelan las pensiones, se recorta la prestaci¨®n de paro, se ajusta la plantilla de sanidad y educaci¨®n y se aprueban las mayores subidas de impuestos de la historia reciente. La crisis se recrudece.
Para asegurar a los inversores, dos consultoras, cuatro auditoras, el BCE y el FMI revisaron los n¨²meros de la banca espa?ola. Tras las valoraciones, la cifra que se pidi¨® al mecanismo de rescate bancario ascendi¨® a los 41.333 millones, de los que Bankia se llev¨® 17.959 millones, que se sumaron a los 4.465 millones ya puestos. Como parte del rescate, se impuso la creaci¨®n de un banco malo que extirpase los activos inmobiliarios de las entidades.
Sin embargo, las tensiones no amainaron. En el fondo, los inversores presionaban para que Alemania respaldase las deudas de toda Europa. Tras muchos contactos de alta pol¨ªtica entre bastidores, el 26 de julio Mario Draghi pronuncia su ya famoso ¡°har¨¦ lo que sea necesario¡± para salvar el euro. EE UU presiona para mantener a Grecia en la moneda ¨²nica. A finales de agosto, el entonces primer ministro chino, Wen Jiabao, traslada en Pek¨ªn a Merkel que no pod¨ªa seguir comprando deuda europea si se dudaba de la pervivencia del euro. Finalmente, a la vuelta de ese verano, Berl¨ªn da un giro y expresa su intenci¨®n de mantener a Grecia en el euro. Y eso empieza a calmar las aguas.
Las grietas por tapar
Justo ese es el punto de inflexi¨®n de la crisis. Cinco a?os m¨¢s tarde, la situaci¨®n de la banca ha mejorado. Aunque no exenta de sorpresas negativas y entidades rezagadas, la banca est¨¢ m¨¢s saneada y con un sistema de gobernanza m¨¢s profesional, no como el que ten¨ªan las cajas. Precisamente Guindos siempre defiende que la gran reforma del sistema es la profesionalizaci¨®n, es decir, sacar a los pol¨ªticos de las cajas que abocaron a Espa?a al desastre. Sin embargo, la liquidaci¨®n del Popular, la cotizaci¨®n de Liberbank y la adjudicaci¨®n de BMN empa?an toda la gesti¨®n de la reforma financiera.?
Para empezar, ?c¨®mo es posible que no se detectasen las dificultades del Popular en 2012, cuando seguramente estaba tan mal como ahora? Con una visi¨®n retrospectiva, se interpreta que el Popular quiz¨¢s no se intervino porque se romp¨ªa el relato de que bastaba con la profesionalizaci¨®n de las cajas. ¡°Se mezcla la profesionalizaci¨®n de los consejos con la profesionalidad de los directivos. En el fondo, los consejeros son palmeros de los ejecutivos. Y los directivos de las cajas eran al menos tan profesionales como los del Popular¡±, sostiene Juan Ignacio Crespo, asesor del Fondo Multiciclos Global de Renta 4.
Por otra parte, Guindos y las autoridades europeas esgrimen que la intervenci¨®n del Popular demuestra la robustez del nuevo mecanismo de intervenci¨®n comunitario. ¡°No se ha experimentado un contagio, la prima de riesgo ni se ha movido y el contribuyente no ha puesto un euro¡±, explica el economista Lorenzo Bernaldo de Quir¨®s.
Sin embargo, las dudas que ha generado el Popular ya se ciernen sobre Liberbank, cuya cotizaci¨®n se desplom¨® este jueves un 18%. La responsabilidad reside en los gestores del Popular y en la auditora que analiz¨® sus cuentas durante 35 a?os, Pwc. Dicho esto, la liquidaci¨®n pone de manifiesto la incapacidad de los supervisores para detener una sangr¨ªa. Entre todos han dejado que un banco que val¨ªa 4.000 millones en diciembre derive hacia una crisis de liquidez. Cinco a?os m¨¢s tarde, las dudas persisten.?La reforma financiera sigue abierta en canal.
Un perro guardi¨¢n para las burbujas
Un pr¨¦stamo a 2027
De acuerdo con los datos de Eurostat, una vez sustra¨ªdos los beneficios del rescate por dividendos, intereses o ventas, el gasto neto en ayudas p¨²blicas a la banca asciende a los 48.228 millones. Ese ha sido el coste de salvar los dep¨®sitos y alejar el riesgo de quiebra del Tesoro espa?ol. No obstante, surge la duda de cu¨¢nto se podr¨¢ recuperar de todo lo desembolsado. El Gobierno mantiene que todav¨ªa hay que privatizar Bankia y esperar a los beneficios que logre conseguir el banco malo, Sareb.
Sin embargo, los expertos prev¨¦n que no se consiga recuperar mucho. A cierre de 2016, Eurostat valora la participaci¨®n en Bankia en unos 8.000 millones de euros, muy lejos de los 23.000 millones inyectados en la entidad. Respecto a la Sareb, la calidad de sus activos y unos costes financieros elevados dificultan que puedan arrojar grandes plusval¨ªas.
Todo ello obliga a tomar medidas para que no se repita una burbuja. El memorando del rescate contemplaba la obligaci¨®n de establecer una autoridad macroprudencial que vigile los desequilibrios financieros. Sin embargo, hasta el momento ese papel se lo ha arrogado el departamento de Estabilidad Financiera del Banco de Espa?a. ¡°Lo l¨®gico ser¨ªa que se crease un perro guardi¨¢n aislado del poder pol¨ªtico y con la independencia suficiente para poder decir cu¨¢ndo se est¨¢ desmadrando la fiesta¡±, afirma un alto cargo.
Entre 2012 y 2013, Espa?a recibi¨® un pr¨¦stamo de 41.333 millones del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE). No ten¨ªa que empezar a reintegrarlo hasta 2020 y deb¨ªa concluir la devoluci¨®n en 2027. Sin embargo, el Gobierno empez¨® a amortizarlo antes. El primer pago lo hizo en julio de 2014. Despu¨¦s llegaron otros dos en marzo y julio de 2015. En octubre del a?o pasado se realiz¨® el ¨²ltimo desembolso.
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