¡°En Argentina somos 40 millones de habitantes y producimos para 400¡±
¡°Hay que concretar el acuerdo de libre comercio UE-Mercosur, si no todo es utop¨ªa¡±
Gustavo Grobocopatel (Carlos Casares, Argentina, 1961) es conocido en el mundo agr¨ªcola como el Rey de la Soja. El mote se lo gan¨® gracias a los beneficios que le aport¨® ese grano. Fundador y presidente de Los Grobo, una empresa nacida en 1984 y que factura 700 millones de d¨®lares al a?o, el empresario tiene la receta para que el pa¨ªs sudamericano ¡ªel tercer productor de la leguminosa en el planeta, despu¨¦s de EE UU y Brasil¡ª deje de ser ¡°el granero del mundo¡± y se convierta en ¡°el supermercado del mundo¡±, dice antes de una reuni¨®n con los socios del Consejo Empresarial Alianza por Iberoam¨¦rica (CEAPI), celebrada en la Casa de Am¨¦rica en Madrid.
Pregunta. En 2016 vendieron el 75% de Los Grobo al fondo Victoria Capital, que adem¨¢s inyect¨® 100 millones de d¨®lares en la firma. La expectativa es duplicar en cuatro a?os la facturaci¨®n, hasta los 1.400 millones. ?Qu¨¦ ven en el mercado para que ocurra eso?
Respuesta. Hay un crecimiento muy grande de la producci¨®n agr¨ªcola en Argentina, que ya experimentamos este a?o. Estamos llegando a casi 130 millones de toneladas y pensamos que en los pr¨®ximos a?os vamos a llegar a 150 millones. Este alza vendr¨¢ acompa?ada de una consolidaci¨®n en las compa?¨ªas del sector. Los Grobo deber¨¢n ser uno de los l¨ªderes que aprovechen esta oportunidad. Eso significa vender m¨¢s servicios y estar m¨¢s presentes y activos en las distintas cadenas de valor vinculadas a los granos. Duplicar un negocio, que ahora crece un 30%, nos parece que es un objetivo alcanzable.
P.?La producci¨®n ha sufrido en los ¨²ltimos a?os. ?C¨®mo enfrentar ese bache?
R.?Me parece que el camino de crecimiento en la producci¨®n es inevitable, porque la demanda mundial es consistente. Argentina es un pa¨ªs muy competitivo en los mercados internacionales, aun con los precios a la baja y el aumento de costes.
P.?Los precios ya no son los de 2012, cuando lleg¨® la tonelada de soja a los 600 d¨®lares¡
R.?Tampoco son los precios de 2000, cuando se vend¨ªa a 150 d¨®lares la tonelada. No veo que bajen porque la gente no va a dejar de comer; al contrario, la demanda, por lo menos en los pr¨®ximos 20 a?os, es creciente. Si es as¨ª, se requiere poner en producci¨®n nuevas zonas, y eso significa precios m¨¢s altos. Claro, habr¨¢ mucha volatilidad en el camino. No estamos exentos de que haya un problema clim¨¢tico en EE UU o en alg¨²n otro lugar del mundo que genere una explosi¨®n de precios cercanos a los 600 d¨®lares. Pero ahora no hay ning¨²n fundamento para eso.
P.?Estados Unidos, el mayor productor de soja en el mundo, se distancia de China, el mayor comprador del grano. Adem¨¢s, Brasil est¨¢ en crisis. ?C¨®mo aprovechar¨¢ Argentina esta coyuntura?
R.?Argentina tiene una gran capacidad de exportar alimentos, somos 40 millones de habitantes y producimos alimentos para 400 millones. Debemos aprovechar esa capacidad. Para lograrlo, el pa¨ªs tiene que integrarse m¨¢s al mundo, el Estado tiene que ser m¨¢s eficiente y estimular a los emprendedores.
P.?La econom¨ªa argentina no est¨¢ en su mejor momento y las inversiones no cuajan. ?C¨®mo impactar¨¢ esto en la agroindustria?
R.?Tenemos desequilibrios que vienen de varios a?os atr¨¢s y este Gobierno ha decidido arreglarlos de forma gradual. Argentina usualmente los solucionaba a trav¨¦s de un shock [cambios dr¨¢sticos en las pol¨ªticas econ¨®micas], y eso ha costado mucha pobreza y sacrificio a la gente. Los problemas se est¨¢n resolviendo de forma gradual para no generar esos impactos duros del pasado, pero con esto no se crea una reactivaci¨®n inmediata en la econom¨ªa, porque las oportunidades se ven al largo plazo.
P.??C¨®mo puede Argentina pasar de ser el granero al supermercado del mundo?
R.?Para conseguirlo hay que concretar el acuerdo de libre comercio Mercosur-Uni¨®n Europea; sin el tratado, el objetivo solo ser¨¢ una utop¨ªa. Tenemos que integrarnos en el mundo para empezar a ser un supermercado.
P.?El acuerdo lleva m¨¢s de 20 a?os discuti¨¦ndose y no se ve la luz al final del t¨²nel¡
R.?La discusi¨®n hoy es la siguiente: una integraci¨®n mayor entre los principales importadores de alimentos del mundo, como Europa, con los principales exportadores del mundo, como el Mercosur [Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, sin Venezuela, que ha sido suspendido], genera una nueva plataforma de inversiones integradas. Me parece que la discusi¨®n no es proteger ni el Mercosur ni a la UE, sino c¨®mo nos integramos m¨¢s a partir de la construcci¨®n de empresas mixtas.
P.??Eso significa que Europa debe abrirse mucho m¨¢s al consumo de los transg¨¦nicos, ampliamente usados en Argentina?
R.?En Europa ya se consumen transg¨¦nicos. Es probable que un jam¨®n y un queso tengan en la base un alimento para la vaca y el cerdo con soja transg¨¦nica y no pasa nada. M¨¢s all¨¢ de eso, nosotros podemos producir lo que los consumidores europeos quieran. Podemos hacer una agricultura org¨¢nica, que tiene otro coste, pero es compatible con la forma de producci¨®n que tenemos.
P.??El mundo est¨¢ predestinado a los transg¨¦nicos?
R.?En 1994 Argentina produc¨ªa 50 millones de toneladas de granos y hoy producimos 130 millones, la mayor¨ªa transg¨¦nicos. Esta tecnolog¨ªa ha aumentado la productividad y ha abaratado los alimentos, por eso hay m¨¢s pobres que comen. Es una forma bastante eficiente de combatir la pobreza. No es un mito. Pero los transg¨¦nicos no son la panacea, hablar de ellos ahora parece algo medieval. Hoy se habla de la vida artificial en el mundo agr¨ªcola y del procesamiento de los genes. Ahora las empresas ya no invierten en transg¨¦nicos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.