El ¡®leasing¡¯ se mueve hacia el coche inteligente
La francesa ALD sale a Bolsa para consolidar su expansi¨®n y obtener capital para modernizar sus servicios
El futuro del autom¨®vil ya est¨¢ en marcha: miles de millones de euros volcados cada a?o por montadoras y tecnol¨®gicas en desarrollar las pr¨®ximas generaciones de veh¨ªculos. C¨®mo ser¨¢n esos veh¨ªculos es la gran pregunta; pero igualmente relevante es saber de qui¨¦n ser¨¢n. Como en otros sectores de la econom¨ªa, la tecnificaci¨®n y automatizaci¨®n est¨¢ llevando a las empresas a dejar de pensar como fabricantes y posicionarse como proveedores de servicios.
Porque no hay marcha atr¨¢s. ¡°Hay muchas razones por las que creo que el ecosistema del autom¨®vil va a cambiar para siempre¡±, considera Mike Materson (Coventry, 1960), consejero delegado del grupo ALD Automotive. ¡°Cuando miras todas las innovaciones y disrupciones que se est¨¢n llevando a cabo en Silicon Valley, la inmensa mayor¨ªa tiene como objetivo cambiar algo que necesita una modificaci¨®n, porque no es eficiente o es medioambientalmente inviable¡±, considera Materson. ¡°Un autom¨®vil se pasa el 95% de su tiempo aparcado, y cuando est¨¢ movi¨¦ndose contribuye de forma importante a la contaminaci¨®n (y eso, a su vez, causa enfermedades respiratorias), provoca accidentes¡¡±.
Ese cambio supone un desaf¨ªo para las empresas que ya llevan d¨¦cadas en ese mercado, como es el caso de ALD. La filial de Soci¨¦t¨¦ G¨¦n¨¦rale, que celebra en 2017 sus 25 a?os en Espa?a, gestiona casi 1,4 millones de veh¨ªculos en todo el planeta, factura m¨¢s de 1.200 millones de euros y tiene unos beneficios anuales de 511 millones, una rentabilidad que ha llevado a su grupo a sacar la filial a Bolsa no solo para forrar las cuentas del grupo matriz ante eventuales requisitos extraordinarios (que tambi¨¦n), sino, sobre todo, para obtener el capital necesario para las importantes inversiones que tiene que llevar a cabo en el futuro.
No es, ni de lejos, la ¨²nica empresa. ¡°Hay muchos actores poniendo dinero para que el cambio tenga lugar¡±, afirma Materson. ¡°Hay mucha gente que considera que esto va a ser la disrupci¨®n definitiva, la que va a cambiar el mundo¡±.
El consejero delegado afirma que esa mudanza tecnol¨®gica viene acompa?ada de un cambio de la mentalidad. ¡°La gente est¨¢ menos preocupada acerca de si poseer un veh¨ªculo y s¨ª de usar un servicio¡±, considera. Materson defiende que este no es un fen¨®meno temporal, consecuencia de una crisis econ¨®mica que cerr¨® las puertas de los concesionarios a los m¨¢s j¨®venes.
Es un nuevo paradigma que tambi¨¦n se refleja en los coches de empresa, hasta ahora la gran fortaleza de ALD. ¡°Las empresas est¨¢n rotando sus flotas mucho m¨¢s r¨¢pido¡±, se?ala Materson. ¡°Est¨¢n buscando incorporar a sus flotas veh¨ªculos nuevos que emitan menos di¨®xido de carbono no solo porque les obliga una mayor responsabilidad social, sino tambi¨¦n para satisfacer a sus empleados m¨¢s j¨®venes, que no conducir¨ªan algo m¨¢s contaminante¡±.
Cien millones al a?o
Eso ha obligado a la empresa a reaccionar, un proceso que le cuesta m¨¢s de 100 millones de euros al a?o en inversiones. ¡°Nos vemos m¨¢s como una empresa tecnol¨®gica que una de servicios¡±, recita el consejero delegado. ¡°Tenemos que ponernos a la cabeza del proceso porque as¨ª lo demandan nuestros consumidores. Tenemos que desarrollar soluciones que permitan a nuestros clientes disponer de un veh¨ªculo cuando quieran y donde quieran¡±.
Entre los movimientos de ALD en esa direcci¨®n est¨¢n un acuerdo con Blablacar para alquiler de veh¨ªculos en Francia y otro con la italiana Enel (propietaria de la espa?ola Endesa) para desarrollar veh¨ªculos el¨¦ctricos. ¡°Del lado tecnol¨®gico estamos en una buena posici¨®n¡±, indica Materson. ¡°Estamos sacando al mercado diversos productos, como una soluci¨®n telem¨¢tica global que funciona en las distintas filiales del grupo, aplicaciones de coche compartido, y un producto de pago por uso para ser introducido por fases en los distintos mercados¡±.
Aunque alerta: la tecnolog¨ªa no lo es todo. ¡°No es la parte dif¨ªcil; de hecho, ya hemos logrado el avance tecnol¨®gico¡±, reconoce el consejero delegado. ¡°Lo dif¨ªcil es influir en la demanda de esta clase de veh¨ªculos de forma que el coste de poseer uno de estos veh¨ªculos disminuya, y, en consecuencia, las empresas quieran invertir en esa tecnolog¨ªa. Y, en ese sentido, es muy importante hacer interesantes los productos y educar un poco a los consumidores¡±.
La revoluci¨®n, reitera Materson, est¨¢ asegurada. ¡°Lo que es complicado es saber cu¨¢nto va a tardar, cu¨¢l va a ser el punto de inflexi¨®n¡±, puntualiza. ¡°Para 2025, creo que el veh¨ªculo el¨¦ctrico superar¨¢ al t¨¦rmico. La pregunta es, mientras tanto, qui¨¦n paga por los costes extra de la movilidad el¨¦ctrica. Hay una estrategia de financiaci¨®n por los Gobiernos, pero es insostenible a largo plazo. En todo caso, es una pregunta muy dif¨ªcil de responder¡±.
Ante la competencia de operadores como Uber, que tambi¨¦n quieren su tajada del pastel de los veh¨ªculos de empresa, ALD, como el resto del sector, se mueve en la direcci¨®n opuesta. ¡°Los mercados m¨¢s prometedores son los usuarios privados y las pymes¡±, apunta Materson. ¡°La industria est¨¢ movi¨¦ndose hacia el leasing privado, incluyendo el coche compartido¡±.
Es por esa necesidad de hacerse un nombre en el mercado generalista que, m¨¢s que el capital, Materson espera de la salida a Bolsa de ALD que haga m¨¢s conocida a su empresa. ¡°Cada vez m¨¢s tratamos con peque?os clientes¡±, se?ala. ¡°Va a ayudarnos a obtener difusi¨®n de nuestra marca en el mercado; adem¨¢s, creo que hoy en d¨ªa, si quieres ser un desarrollador de soluciones tecnol¨®gicas necesitas atraer el mejor talento, y es indudable que estar cotizados es un factor que ayuda a atraer y retener talento; tambi¨¦n ayuda a establecer mejores colaboraciones¡±.
La expansi¨®n internacional de un producto que, en palabras de Materson, ¡°funciona en todas partes¡± tambi¨¦n est¨¢ dentro de las posibilidades de la inyecci¨®n de capital. ¡°En pa¨ªses como Rusia o M¨¦xico, la penetraci¨®n es de menos del 5%. Pueden ser mercados j¨®venes y emergentes, pero hay que tener en cuenta que en esos pa¨ªses el ritmo de modernizaci¨®n va a saltos largos. No tardan 10 a?os en adoptar una nueva tecnolog¨ªa como puede ser en Holanda o Reino Unido¡±.
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