Bruselas pide a Espa?a otra reforma laboral pese a la precariedad

¡°Hay que seguir con las reformas y con su aplicaci¨®n¡±. La comisaria de Empleo, Marianne Thyssen, present¨® este lunes una bater¨ªa de cifras que demuestran que Espa?a sigue en el furg¨®n de cola tanto en el mercado laboral como en los indicadores de pobreza, exclusi¨®n social y desigualdad, pero a rengl¨®n seguido apunt¨® la receta de siempre: profundizar en las reformas. Preguntada por la relaci¨®n entre las ¨²ltimas reformas laborales (tres desde que empez¨® la crisis) y el nivel de precariedad, Thyssen se limit¨® a asegurar que Espa?a ¡°est¨¢ entre los pa¨ªses en los que las reformas eran m¨¢s urgentes¡± y relacion¨® la mejor¨ªa en el empleo con ese impulso reformista. Ni una palabra de la temporalidad, del subempleo o de la tasa de desempleo juvenil, indicadores en los que Espa?a, seg¨²n los propios datos de Bruselas, figura por norma entre los peores pa¨ªses de la UE.

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La recuperaci¨®n va por barrios. El informe que present¨® la comisaria belga apunta que Espa?a figura entre los pa¨ªses con indicadores sociales m¨¢s preocupantes. En muchos casos est¨¢ muy lejos de recuperar los niveles precrisis. Hay un alud de datos demoledor para un pa¨ªs que se recupera a tasas de crecimiento del 3% pero que no termina de trasladar esa mejor¨ªa a toda la poblaci¨®n. Un solo dato permite contar esa historia: el desempleo en Espa?a sigue en el 18,7% ¡ªsolo Grecia y su crisis oce¨¢nica presentan peores n¨²meros¡ª, mientras que no alcanza el 5% en Alemania, Rep¨²blica Checa, Hungr¨ªa, Malta y Reino Unido. El nivel de empleo sigue siendo muy inferior al anterior a la crisis. En Espa?a hay m¨¢s trabajo a tiempo parcial involuntario (en torno a un 60%), las tasas de temporalidad son las m¨¢s altas de la UE (10 veces m¨¢s que en los mejores pa¨ªses) y la econom¨ªa espa?ola figura a la cabeza en subempleo y empleo juvenil, siempre de la mano de Grecia.

Los indicadores sociales son tan preocupantes como los del mercado laboral. El porcentaje de poblaci¨®n en riesgo de pobreza sigue al alza: cerr¨® 2016 en el 22,3%, dos d¨¦cimas por encima del a?o anterior y cinco puntos por encima de la zona euro, frente a tasas precrisis inferiores al 20%. El impacto de las transferencias sociales en la reducci¨®n de los niveles de pobreza deja mucho que desear respecto al resto de la eurozona. Y la desigualdad persiste en niveles muy elevados: el ¨ªndice Gini (que mide la desigualdad de ingresos dentro de un pa¨ªs: 100 es la desigualdad m¨¢xima; una sociedad totalmente igualitaria tendr¨ªa un ¨ªndice 0) apenas baj¨® una d¨¦cima el a?o pasado, y se situ¨® en el 34,5, casi tres puntos m¨¢s que antes de la crisis. La eurozona no tiene esos lacerantes ¨ªndices de desigualdad: el ¨ªndice Gini se situ¨® en el 30,8 en 2016, a la altura de 2008.