Solo tres empresas del Ibex se han apuntado al registro de ¡®lobbies¡¯
Tampoco se ha inscrito ninguna firma auditora o consultora de las principales y apenas alguno de los grandes despachos de abogados
La Comisi¨®n Nacional de Mercados y la Competencia (CNMC) aprob¨® el 3 de marzo de 2016 la normativa sobre lobbies con la creaci¨®n de un Registro de Grupos de Inter¨¦s. Casi a?o y medio despu¨¦s el registro ha tenido 452 altas, entre los que aparecen principalmente asociaciones patronales, organizaciones de consumidores, multinacionales, movimientos ciudadanos, agencias de comunicaci¨®n o aut¨®nomos; pero solo tres empresas del Ibex 35 (Telef¨®nica, Cellnex y Red El¨¦ctrica de Espa?a), ninguna firma auditora-consultora de las principales y apenas alguno de los grandes despachos de abogados.
El Registro de Grupos de Inter¨¦s (RGI), que es de car¨¢cter voluntario, p¨²blico y gratuito, naci¨® con la finalidad de habilitar y permitir una relaci¨®n transparente con los grupos de presi¨®n. Es decir, de limitar la posibilidad de influencias improcedentes o, simplemente, contrarias o no alineadas con los intereses generales se?alados en la Ley de creaci¨®n de la CNMC. Este organismo pretend¨ªa, con este registro, dar un paso m¨¢s en materia de Buen Gobierno y Transparencia, trasladando las buenas pr¨¢cticas habituales en otros pa¨ªses y, sobre todo, en la Comisi¨®n Europea.
El organismo que preside Jos¨¦ Mar¨ªa Mar¨ªn Quemada recordaba cuando se cre¨® que ¡°los grupos de inter¨¦s desempe?an un papel importante y leg¨ªtimo en el proceso democr¨¢tico. Es un derecho fundamental que los representantes de la sociedad civil tengan acceso a las instituciones, recabar informaci¨®n, defender su situaci¨®n o instar a cambiar la legislaci¨®n que les afecta¡±. ¡°De hecho¡±, prosegu¨ªa, ¡°la intervenci¨®n a trav¨¦s de los grupos de inter¨¦s es ¨²til para el eficaz funcionamiento de la Comisi¨®n, pero a la vez es prudente exigir que ese trato sea suficientemente transparente, y est¨¦ dotado de mecanismos de control, de forma que permita a cualquier ciudadano conocer cu¨¢l es la relaci¨®n que mantienen con nosotros y en qu¨¦ medida sus actuaciones contribuyen a modificar o conformar nuestras decisiones¡±.
Dec¨¢logo ¨¦tico
Para adherirse al registro, hay que asumir un dec¨¢logo ¨¦tico que recoge los principios de actuaci¨®n en las relaciones con los miembros de la CNMC (presidente, consejeros, directores y t¨¦cnicos). Este dec¨¢logo no es m¨¢s que una declaraci¨®n formal de principios que define los est¨¢ndares de actuaci¨®n que deben aceptar las organizaciones que se inscriban en el RGI. Pero, para que una comunicaci¨®n pueda catalogarse de ¨¦tica debe ser transparente, siempre respetando la intimidad.
Entre otras cosas, se deben comprometer a no ir de inc¨®gnito y actuar con integridad y honestidad, dejando claro a qui¨¦n representan, y a ¡°no difundir informaci¨®n de car¨¢cter confidencial que pudieran conocer en el ejercicio de su actividad¡±. Solo los grupos que est¨¦n dados de alta tienen derecho a personarse ante los cargos, autoridades y empleados p¨²blicos como grupo de inter¨¦s y conocer las regulaciones y procedimientos que lleva a cabo la CNMC.
Alguna raz¨®n tiene que haber para que solo se hayan inscrito 40 empresas y tres del Ibex, lo que contrasta con el hecho de que s¨ª est¨¢n en el registro de Bruselas, donde tampoco es obligatorio. ¡°Quiz¨¢ se explique en la confusi¨®n sobre la limitaci¨®n legal y constitucional a publicitar qui¨¦nes han venido y de qu¨¦ temas se ha tratado, cosa que no pasa en Bruselas¡±, sostiene Carlos Balmisa, director de Control Interno de la CNMC que subraya que una forma efectiva de controlar la independencia de los poderes p¨²blicos es publicar las reuniones que mantienen sus directivos con la esperanza de poder relacionar las mismas con expedientes administrativos concretos.
El RGI es, en efecto, un arma para hacer trasl¨²cida la actividad p¨²blica; pero casi ninguno de los que visitan la CNMC est¨¢n en el RGI porque no quieren que aparezcan qui¨¦n visita ni para qu¨¦. Ah¨ª est¨¢ el quid de la cuesti¨®n porque estas obligaciones parecen ser el motivo principal por el que las empresas han preferido no hacer mucho caso al registro y seguir como hasta antes de su existencia. O, peor a¨²n, registrarse a trav¨¦s de sus patronales cuando en la infinidad de ocasiones que han visitado la CNMC lo han hecho a t¨ªtulo particular o societario, casi nunca amparadas bajo la forma asociativa. Muchas de ellas se escudan, precisamente, en que ya est¨¢n sus patronales respectivas para hacer lobby, como apunta Balmisa. Y adem¨¢s acuden con asesores externos, lo que se explica porque as¨ª no tienen que publicar que han estado.
Eso choca bastante. ¡°Se llenan la boca publicando en sus p¨¢ginas web que realizan acciones de Responsabilidad Social Corporativa para salvaguardar los derechos de los ciudadanos, proteger el medio ambiente, ejercer la transparencia, etc¨¦tera, y luego no se apuntan en el registro¡±, concluye Balmisa.
Asociaciones y patronales, presentes
El Registro de Grupos de Inter¨¦s (RGI) se cre¨® con la esperanza de que las empresas se apuntaran e hicieran un ejercicio de transparencia; pero a d¨ªa de hoy solo se han alistado 40 empresas, y la mayor parte poco conocidas. Adem¨¢s de las tres del Ibex (Telef¨®nica, Cellnex y Red El¨¦ctrica de Espa?a) figuran Blablacar, British American Tobacco Espa?a, EasyJet Airline, Cofares, Multinacionales por marca Espa?a, Correos, Bombardier y Nokia, entre otras.
Entre las asociaciones, sin embargo, apenas falta ninguna. Est¨¢n las patronales CEOE, Cepyme, CEIM y otras muchas regionales y provinciales; las del sector de coches (Anfac, Sernauto y Ganvam); las ligadas a la energ¨ªa el¨¦ctrica (Unesa, Acogen, APPA, E¨®lica...) y a la petrolera (AOP y otras); las constructoras (Seopan, ANCI, CNC); las financieras (AEB, CECA), la seguradora Unespa, la de alimentaci¨®n y bebidas FIAB, Anunciantes, Tecniberia, Oficemen, Farmaindustria, Anged, Aspapel, Ametic, Stanpa, la C¨¢mara de Comercio de EE UU en Espa?a,el Consejo de la Abogac¨ªa... hasta los floristas.
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