V¨ªa Bariloche se prepara para alzar el vuelo
Una de las mayores empresas de autobuses de corta y larga distancia de Argentina apuesta por operar rutas a¨¦reas ante la gran expectativa por la apertura del sector
Lo que comenz¨® con un adolescente empecinado en comprarse un autob¨²s en los a?os 60 termin¨® por convertirse algunas d¨¦cadas m¨¢s tarde en una de las mayores empresas de transporte interurbano de Argentina y una de las compa?¨ªas que se preparan para entrar al sector aerocomercial del pa¨ªs, en plena ebullici¨®n por una pol¨ªtica de mayor apertura. V¨ªa Bariloche, la empresa fundada por Roberto Trappa (1952-2011) a partir de aquel primer veh¨ªculo, transporta unos 300.000 pasajeros al mes en sus servicios interurbanos y otros 900.000 en sus l¨ªneas urbanas, concentrados principalmente en la regi¨®n centro y sur de Argentina. Con su plan de comenzar a volar dentro de unos seis meses aspira a complementar tanto el negocio de transporte terrestre de pasajeros como el de carga, en el que tambi¨¦n es l¨ªder junto a otras tres competidoras. Los aviones le permitir¨¢n asimismo transportar a muchos de los 800.000 visitantes que recibe por temporada su centro de esqu¨ª del Cerro Catedral (Bariloche), el m¨¢s grande de Am¨¦rica Latina.
Hijo de inmigrantes italianos, Roberto Trappa empez¨® a trabajar siendo ni?o en el puesto de diarios que la familia abri¨® en Pablo Nogu¨¦s, un municipio del noroeste del Gran Buenos Aires. ¡°Ah¨ª naci¨® el fanatismo de ¨¦l por los colectivos [autobuses], porque en esa ¨¦poca la ¨²nica forma de vender los diarios era subirse a una l¨ªnea en la que la gente viajaba hasta una estaci¨®n y luego regresar¡±, cuenta Marco Trappa, hijo del fundador de V¨ªa Bariloche y director comercial de la empresa familiar, que tiene su sede en el mismo barrio donde estaba aquel quiosco.
El joven so?aba con ser ch¨®fer y logr¨® comprarse el primer veh¨ªculo cuando a¨²n era menor de edad. Pero su padre no pensaba que eso fuera el comienzo de una empresa que hoy factura unos 300 millones de d¨®lares anuales. Cre¨ªa, en cambio, que su hijo iba por mal camino. ¡°El colectivero estaba mal visto y se asociaba a los peores vicios, de mujeriego y jugador. Por eso mi abuelo hasta lo ech¨® de la casa durante un tiempo¡±, relata el ejecutivo. Pero eso no frustr¨® el proyecto, que se transform¨® en negocio gracias a un primer contrato para transportar a los obreros de una f¨¢brica de la zona. Cuando Trappa se hizo mayor de edad y pudo conducir, la empresa tom¨® impulso, sum¨® unidades y con el tiempo comenz¨® a operar una l¨ªnea urbana, un servicio de transporte escolar, viajes diarios a la capital y algunos ocasionales a Bariloche (sur) y Puerto Iguaz¨² (noreste).
El gran salto, sin embargo, lo dio con la creaci¨®n de V¨ªa Bariloche en 1992, a?o en que el Estado abri¨® la competencia en el sector del transporte regular de larga distancia. ¡°Empez¨® una etapa de gran crecimiento. La empresa, a diferencia de las que operaban hasta ese momento, se esforz¨® por dar un buen servicio y fue la primera en ofrecer una l¨ªnea premium¡±, explica Trappa. Algo que hoy distingue a la mayor¨ªa de las empresas de ¨®mnibus de Argentina es que ofrecen unidades con butacas reclinables hasta 180?, mantas y auxiliares de a bordo que sirven cenas y desayunos.
Nuevos tiempos
Ese rasgo del servicio se explica en buena medida por las grandes distancias del pa¨ªs y el escaso desarrollo del sector aerocomercial. La crisis de la aerol¨ªnea de bandera (Aerol¨ªneas Argentinas) durante la d¨¦cada previa a su renacionalizaci¨®n en 2008 impuls¨® la demanda de los viajes en autob¨²s y favoreci¨® una fuerte expansi¨®n de las empresas del sector. V¨ªa Bariloche alcanz¨® un r¨¦cord de 500.000 pasajeros mensuales en los a?os 2007-2008 y luego, al igual que la mayor¨ªa de sus competidoras, empez¨® a sufrir una ca¨ªda gradual, hasta los 300.000 pasajeros de la actualidad.
El crecimiento econ¨®mico del pa¨ªs tambi¨¦n influye en el negocio, pero no siempre de manera positiva, ya que las personas que acceden al coche propio son otra merma para la demanda de autobuses. Julieta Abad, especialista en transporte del Banco Interamericano de Desarrollo, explica que lo que est¨¢ cambiando el panorama del sector es el aumento de la tasa de motorizaci¨®n de la poblaci¨®n. ¡°La tasa de utilizaci¨®n del bus en los pa¨ªses desarrollados es mucho m¨¢s baja que en Argentina, pero porque la gente va en autom¨®vil. Esa es la competencia real. Aunque en algunos servicios de larga distancia s¨ª que el avi¨®n tiene impacto¡±, a?ade.
En V¨ªa Bariloche han comenzado a tomar medidas para adaptarse al nuevo escenario y a la mayor ca¨ªda de pasajeros que, prev¨¦n, traer¨¢ el desarrollo de la actividad a¨¦rea con la llegada de nuevas empresas, muchas de ellas de bajo coste. ¡°La firma se reacomoda un poco todos los meses. Regulando la oferta en trayectos con menor demanda, ampliando los servicios en las distancias m¨¢s cortas y fusionando la gesti¨®n de las empresas que fue sumando el grupo¡±, explica Trappa.
El empresario se?ala que haber diversificado el negocio es una ventaja. En 2000 iniciaron V¨ªa Cargo, una empresa de transporte de carga que se convirti¨® en una de las cuatro mayores del pa¨ªs, con presencia en todas las provincias y una red comercial de 250 sucursales. ¡°Funciona en las bodegas de los autobuses y en su propia flota de camiones, de unas 150 unidades¡±, precisa. Las l¨ªneas de transporte de pasajeros comprenden distintas empresas regionales que adquiri¨® el grupo, pero est¨¢n convergiendo hacia V¨ªa Bariloche, la marca m¨¢s importante. En total, la compa?¨ªa opera unos 450 veh¨ªculos, que viajan a casi todo el pa¨ªs pero tienen mayor presencia en el centro y el sur.
Fue la atracci¨®n que sent¨ªa Roberto Trappa por la Patagonia la que molde¨® esa cobertura m¨¢s concentrada en el sur. Amante de Bariloche, en 2011 propuso a sus hijos, ya al mando de la compa?¨ªa, que compraran la firma que operaba el centro de esqu¨ª de la ciudad: el Cerro Catedral. Con 1.200 hect¨¢reas y 40 medios de elevaci¨®n, es el m¨¢s grande de Am¨¦rica Latina. Ese mismo a?o, en la llamada Ruta de los Siete Lagos cercana a su ciudad preferida del sur, el fundador de V¨ªa Bariloche falleci¨® en un accidente automovil¨ªstico cuando su coche choc¨®, casualmente, con una unidad de su propia compa?¨ªa.
¡°Si estuviese aqu¨ª seguramente estar¨ªa impulsando m¨¢s que nadie el proyecto de la aerol¨ªnea, porque cre¨ªa que los aviones ser¨ªan parte de la integraci¨®n del grupo en el sector del transporte¡±, afirma su hijo. Fue con esa idea en mente que V¨ªa Bariloche compr¨® la l¨ªnea a¨¦rea Sapsa en 1998, una firma hasta ahora dedicada al servicio ch¨¢rter con tres aeronaves. La semana pasada, Sapsa solicit¨® al Estado los permisos para operar rutas a¨¦reas con el fin de conectar 84 ciudades del pa¨ªs y del exterior.
Un imperio del transporte
Flota. V¨ªa Bariloche opera un total de 450 autobuses y 150 veh¨ªculos para el transporte de carga.
Tr¨¢fico. 300.000 personas por mes viajan en sus autobuses interurbanos y otras 900.000 en sus l¨ªneas urbanas de dos ciudades de la Patagonia. El transporte de pasajeros representa alrededor del 70% de los 300 millones de d¨®lares de facturaci¨®n anual.
Expansi¨®n. El grupo creci¨® mediante la compra de otras empresas de autobuses como Don Otto, El Valle, El Rosarino, V¨ªa Tac, Tigre Iguaz¨² y Albus. En 1998 compr¨® la aerol¨ªnea Sapsa (Servicios A¨¦reos Patag¨®nicos SA).
Carga. La empresa de transporte de carga tiene una red de 250 puntos de atenci¨®n en todo el pa¨ªs y realiza unos 150.000 env¨ªos por mes.
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