Muere Pedro P¨¦rez, testigo de una etapa que cambi¨® Espa?a
Fue secretario de Estado de Econom¨ªa entre 1988 y 1993, presidente de Tabacalera y del Grupo 14 integrado por compa?¨ªas inmobiliarias
Pedro P¨¦rez Fern¨¢ndez era uno de esos hombres que merece la pena. Franco en el trato y un profesional serio y con buena cabeza. Ha fallecido esta ma?ana en Madrid a los 68 (habr¨ªa cumplido 69 el pr¨®ximo 18 de febrero) tras un c¨¢ncer de es¨®fago que le manifest¨® en 2016 y contra el que ha estado luchando con firmeza, una constante en todos los frentes que abord¨® en su vida.
Padre de tres hijos y abuelo de cinco nietos, la carrera de este malague?o discurri¨® entre la universidad, la Administraci¨®n P¨²blica tanto en Espa?a como en organismos internacionales y la empresa. En la primera faceta, fue profesor de Teor¨ªa Econ¨®mica en la Universidad Complutense, miembro del Consejo Nacional de Educaci¨®n y del patronato de las universidades Carlos III, Rey Juan Carlos I y Nueva York y presidente del Consejo Social de la Universidad de M¨¢laga.
La traza acad¨¦mica se qued¨® pronto al margen cuando en 1979, bajo uno de los Gobiernos de UCD, entr¨® como secretario general t¨¦cnico del Ministerio de Econom¨ªa, del que apenas se alejar¨ªa hasta 1993, salvo su paso como director ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) en 1984.
En esos a?os desempe?¨® la funci¨®n de director general de Planificaci¨®n, director general de Pol¨ªtica Econ¨®mica, secretario general de Econom¨ªa y Planificaci¨®n, secretario general de Comercio y, desde 1988, secretario de Estado de Econom¨ªa, cargo en el que se convirti¨® en hombre de m¨¢xima confianza del ministro, Carlos Solchaga, que siempre ha tenido un gran reconocimiento para ¨¦l.
Como secretario de Estado vivi¨® una de las etapas m¨¢s apasionantes de la econom¨ªa espa?ola, en la que trazaron los mimbres de una econom¨ªa moderna, en gran parte para cumplir con las exigencias de la pertenencia a la Comunidad Econ¨®mica Europea a la que Espa?a se hab¨ªa integrado en 1986, que se puso en marcha el proceso de privatizaciones y la desmonopolizaci¨®n de varios sectores; se crearon organismos reguladores, como la Comisi¨®n de Valores, la de Energ¨ªa o la de Competencia, heredera del antiguo Tribunal; se entr¨® en el Sistema Monetario Europeo (SME) y se desencadenaron hasta tres devaluaciones.
Tambi¨¦n se comenz¨® a dar un vuelco total en el mapa empresarial, precedido por la cirug¨ªa que se hab¨ªa realizado en el tejido productivo que hab¨ªa supuesto la reconversi¨®n industrial que ¨¦l hab¨ªa vivido desde los distintos cargos antes referidos, y en el de las relaciones laborales, que le tocaban indirectamente y que tuvieron su estallido en la famosa huelga del 14-D de 1988.
Fue un proceso en el que Pedro P¨¦rez, al igual que su ministro, tuvo que estar muy atento, sobre todo en el sector bancario, en el que se desat¨® una aut¨¦ntica revoluci¨®n por la guerra de activos y el inicio de un revuelo de fusiones imparable. Y tambi¨¦n porque surgi¨® la denominada cultura del pelotazo en la que sobresalieron personajes como Mario Conde o Javier de la Rosa, que hicieron cosas poco edificantes para la econom¨ªa, o se produjeron casos como el del gobernador del Banco de Espa?a, Mariano Rubio, implicado en un fraude fiscal a por no haber declarado una cuenta en el Banco Ibercorp que dirig¨ªa el exs¨ªndico Mariano de la Concha, y que a la postre supuso la dimisi¨®n de Solchaga.
Precisamente, la salida Solchaga del departamento tambi¨¦n signific¨® la de Pedro P¨¦rez, que pas¨® a ocupar la presidencia de Tabacalera, empresa en la que entonces el Estado controlaba el 55% y que estaba en proceso de privatizaci¨®n y de la que ¨¦l hab¨ªa sido (por cargo) miembro del Consejo de Administraci¨®n a?os atr¨¢s. Pedro estuvo valorando aceptar la presidencia de la empresa m¨¢s longeva de Espa?a ante la posibilidad de entrar en todopoderoso consejo del Banco de Espa?a, donde su hermano Pepe era director general.
Opt¨® por la firma tabaquera, lo que supon¨ªa familiarizarse con un sector tan atractivo como pol¨¦mico que ya entonces sufr¨ªa los embates antitabaco. En los tres a?os largos que estuvo en la compa?¨ªa (la dej¨® cuando el PP gan¨® las elecciones y le sustituy¨® por C¨¦sar Alierta) desarroll¨® acuerdos internacionales, pero tambi¨¦n se encontr¨® con algunos episodios que le dieron sinsabores como una denuncia del presidente de la Sociedad Andaluza de Cardiolog¨ªa, V¨ªctor L¨®pez Garc¨ªa-Aranda, en el Juzgado de Guardia de Sevilla, por unas declaraciones en Los desayunos de Radio 1 en las que defend¨ªa supuestos beneficios para determinadas patolog¨ªas generados por un consumo moderado de tabaco.
Tras dejar la empresa tabaquera pas¨® a presidir Bankers Trust en Espa?a en sustituci¨®n de Juan Villalonga, elegido por el Gobierno de Aznar para presidir Telef¨®nica en el baile de presidente que produjo su llegada a La Moncloa. Pasados los a?os entr¨® en el grupo Sacyr como presidente de It¨ªnere Infraestructuras y, posteriormente, pas¨® a dirigir el G-14, grupo de las principales inmobiliarias del pa¨ªs que unieron sus intereses como escudo para defender el sector ante la desaceleraci¨®n y la incertidumbre que generaba y que acab¨® pinchando la burbuja.
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