Las obras de arte tambi¨¦n necesitan anunciarse
Comunicar toda la cultura que hay dentro de los museos no es tarea f¨¢cil. A los convencidos no hace falta animarles mientras que a los que est¨¢n poco interesados no les llega
De toda la vida, la manera que tienen los museos para hacer publicidad de sus exposiciones y eventos est¨¢ limitada a las banderolas en las farolas, env¨ªos de correos electr¨®nicos a sus socios y amigos del museo y folletos y carteles que solo muestran fotos a menor tama?o de lo que se expone en su interior. Con eso solo consiguen llegar a un p¨²blico escaso y de esos, con suerte, llegan a fidelizar a una ¨ªnfima parte.
Desde principio de siglo parece que las cosas van cambiando y dentro de los limitados presupuestos que manejan estas instituciones lo cierto es que los anuncios de museos empiezan a derrochar creatividad y frescura. La entrada en escena de las agencias de publicidad ha hecho subir varios pelda?os la repercusi¨®n de las acciones de comunicaci¨®n de estos organismos.
Para empezar, tres estupendas creaciones espa?olas que demuestran que esto de anunciar exposiciones o museos no tiene que ser aburrido y puede ser muy ingenioso.
La primera corresponde a una de los museos m¨¢s importantes del mundo: el Prado. La Fundaci¨®n Amigos del Prado se ech¨®, y nunca mejor dicho, a la calle para recaudar fondos y poder seguir realizando actividades en pro de esta pinacoteca.
La siguiente tambi¨¦n es una acci¨®n callejera. Est¨¢ realizada para la muestra Hiperrealismo. 1967-2013 que se llev¨® a cabo en el Museo de Bellas Artes de Bilbao. Para publicitarla colocaron en una calle del centro de la capital vizca¨ªna una imitaci¨®n de la pared del museo con el marco del cuadro visible a ambos lados. Al estar los marcos vac¨ªos, muestran perfectamente el paisaje del entorno. Su t¨ªtulo "Skyline. Bilbao, 2014".
La tercera pertenece a la ONCE (Organizaci¨®n Nacional de Ciegos de Espa?a) y su Museo Tiflol¨®gico. Se trata de un espacio donde sus visitantes pueden ver y tocar las piezas expuestas para que las personas ciegas puedan acceder a un museo de forma normalizada, sin que la deficiencia visual grave sea una barrera insalvable a la hora de disfrutar de las obras.
La Mona Lisa tambi¨¦n ha sido la protagonista de la campa?a de publicidad de la Noche Europea de los Museos de 2015. Un d¨ªa espec¨ªfico del a?o cientos de galer¨ªas de arte y museos en toda Europa abren sus puertas hasta altas horas de la madrugada.
En Rusia, tambi¨¦n celebran una vez al a?o la noche de los museos. Utilizando la misma idea que sus colegas europeos, Mosc¨² abre m¨¢s de una centena de museos p¨²blicos y un buen pu?ado de centros privados hasta las tantas para uso y disfrute de los moscovitas m¨¢s nocturnos.
En Lucca, una ciudad en el centro de Italia, se encuentra el Museo Italiano del C¨®mic que tambi¨¦n reclama que el mundo de la historieta es una disciplina art¨ªstica... diferente.
El centro para las artes y la creatividad Banff situado en la canadiense ciudad de Quebec nos presenta una publicidad que como sea tan subrealista y transgresora como el propio centro es de visita obligada para todo aquel que vaya al este de Canad¨¢.
El Museo de Arte de S?o Paulo se queja del da?o que est¨¢ haciendo la televisi¨®n a la cultura en general y al arte en particular.
Por ¨²ltimo, los espacios adyacentes a los museos tambi¨¦n quieren aprovechar el tir¨®n que estas galer¨ªas les proporcionan para hacerse notar y conseguir m¨¢s p¨²blico. Como muestra, la cafeter¨ªa del Museo Van Gogh, en ?msterdam.
Esperemos que no sea necesario hacer muchos m¨¢s anuncios de espacios culturales, por mucho que esa publicidad pueda ser un arte en s¨ª mismo.
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