?Son buenos los bancos malos?

La Comisi¨®n Europea acaba de emitir una gu¨ªa para que los pa¨ªses que quieran puedan crear bancos malos, con el objetivo de gestionar los activos deteriorados de sus bancos, ya sean pr¨¦stamos o adjudicados. Un banco malo es una entidad p¨²blica o privada que adquiere esos activos, con un descuento significativo, y tiene un plazo de tiempo dilatado para irlos liquidando mediante recuperaciones o ventas. Los activos deteriorados son como una bola de nieve que va creciendo seg¨²n se desliza por una monta?a nevada, y los bancos malos toman esa bola, la separan de la ladera y la ponen al sol para que se derrita.

Los bancos malos tienen ventajas importantes, como el que la gesti¨®n mejora si es centralizada y especializada, el que los inversores interesados en los activos tienen un ¨²nico punto de contacto y el que se gana tiempo para su liquidaci¨®n. Esto ¨²ltimo posibilita que los activos se vendan en un mejor momento econ¨®mico, a mejores precios. Desde el punto de vista de los bancos, es una de las herramientas m¨¢s r¨¢pidas para limpiar sus balances y poder dedicarse a su verdadera funci¨®n, dar cr¨¦dito, pero los grandes descuentos a los que se adquieren los activos hacen que el impacto inicial sobre las cuentas sea muy negativo.

Podr¨ªa parecer que casi seis a?os despu¨¦s de la constituci¨®n del banco malo espa?ol, Sareb, es tarde para estar creando bancos malos nuevos. Sin embargo, la situaci¨®n de los pa¨ªses europeos es muy heterog¨¦nea. Las tasas de mora de pa¨ªses como Grecia (47%), Portugal (17%) o Italia (12%) est¨¢n muy por encima de la media europea (4%) o incluso de la de Espa?a (4,8%).

Los nuevos bancos malos deben cumplir con la regulaci¨®n europea en vigor hoy. Esto incluye la normativa de ayudas de Estado, si las hubiera, pero tambi¨¦n la Directiva de Recuperaci¨®n y Resoluci¨®n de Bancos, en el caso de que a ra¨ªz de la transferencia de los activos afloraran en los bancos problemas de solvencia o liquidez.

Es positivo que por ahora se haya descartado la creaci¨®n de un banco malo ¨²nico obligatorio para toda Europa, como se debati¨®. Hay pa¨ªses, como Espa?a, donde ya se han hecho esfuerzos importantes para reducir la morosidad (incluyendo un banco malo), por lo que no se puede tratar igual a realidades distintas. Pero esto no quita para que, en paralelo a esta reducci¨®n de riesgos heredados de la crisis, se avance hacia una mutualizaci¨®n de los riesgos futuros en Europa, en particular v¨ªa un fondo de garant¨ªa de dep¨®sitos com¨²n. Renunciar a ese objetivo ser¨ªa renunciar a lo que ya ha conseguido la Uni¨®n Bancaria.

Ana Rubio es economista jefe de Regulaci¨®n en BBVA Research.?