Aciturri experimenta con motores
La empresa aeron¨¢utica espa?ola diversifica su negocio de estructuras de aviones comerciales
El futuro de la aeron¨¢utica brilla como el fuselaje de un A-320. La flota mundial que surcar¨¢ los aires en la pr¨®xima d¨¦cada ser¨¢ la mayor de la historia de la aviaci¨®n, (Oliver Wyman estima que despegar¨¢n 20.000 nuevos aparatos en 2027 y se jubilar¨¢n 10.000). En las alas de esa revoluci¨®n quiere sentarse Aciturri, uno de los tres fabricantes de estructuras aeron¨¢uticas de primer nivel de Espa?a (que suministran directamente al cliente), junto con Aernnova y Alestis.
Pero todav¨ªa se siente una empresa peque?a en un mundo demasiado grande. La firma naci¨® en un taller de 20 metros cuadrados gracias a las 250.000 pesetas (1.500 euros) de un cr¨¦dito que el padre de Gin¨¦s Clemente aval¨® para ¨¦l en 1977. Ten¨ªa 23 a?os y fue al d¨ªa siguiente del bautizo de su hija, Mar¨ªa Eugenia, que ahora lleva casi 20 a?os en la empresa y se perfila como sucesora natural. Clemente, el joven accionista y por aquel entonces ¨²nico empleado, pens¨® que ser¨ªa buena idea fabricar enganches para tractores agr¨ªcolas en Miranda de Ebro (Burgos). ¡°Al principio las cosas fueron muy complicadas, cuando adquieres una dimensi¨®n media el crecimiento es m¨¢s sencillo. Siempre hemos tenido claro que nuestro objetivo era crecer¡± cuenta en su despacho de Tres Cantos (Madrid) en plenas vacaciones de Semana Santa. Desarrollaron mecanizados para motores y, por fin, en 1984 lleg¨® su primer proyecto aeron¨¢utico. Actualmente el grupo tiene 1.485 empleados y factura (2017) 303 millones. Anta?o apoyados por las cajas de ahorros, ahora la familia (¨¦l, su esposa y su hija) es due?a del 100% de la empresa, con f¨¢bricas en Burgos, Valladolid, Madrid, ?lava, Sevilla y Portugal. Fabrican piezas met¨¢licas y desde mediados de la d¨¦cada pasada construyen estructuras de fibra de carbono para las partes traseras de los aviones. Su principal cliente es Airbus (cerca de un 60% de las ventas), pero tambi¨¦n suministran a Boeing, ITP o Rolls Royce.
El gran salto
En los ¨²ltimos diez a?os han multiplicado por seis la plantilla y por diez la facturaci¨®n gracias a una decisi¨®n arriesgada: justo cuando estallaba la crisis compraron el Grupo Aries, una empresa que les duplicaba en tama?o y triplicaba en deudas. ¡°?Si tuve miedo? No, lo que tuve fue p¨¢nico. Nos jug¨¢bamos todo a cara o cruz. Pero tuvimos que hacerlo y sali¨® bien. Nuestros competidores fuera de Espa?a facturan diez veces m¨¢s que nosotros¡±, recuerda Clemente. Ahora han dado otro giro invirtiendo en hacer piezas para motores. Por ah¨ª ven venir un crecimiento importante que les permitir¨¢ cierta diversificaci¨®n sin salirse del sector aeron¨¢utico. ¡°Se est¨¢n remotorizando bastantes aviones. Las compa?¨ªas buscan m¨¢s prestaciones, menos emisiones y m¨¢s rendimiento. Aspiramos que ese ¨¢rea de negocio, que ahora es muy peque?a, represente para nosotros el 20% o 30% en dos o tres a?os¡±. No saben lo que es repartir dividendos (a falta del cierre definitivo de cuentas, el resultado bruto del a?o pasado alcanz¨® los 42 millones con una deuda de 92 millones). Y se plantean salir a Bolsa cuando sean un poco m¨¢s grandes. Se apoyan en una buena relaci¨®n entre deuda y fondos propios y en una cartera de pedidos de 2.000 millones que ofrece trabajo para los pr¨®ximos cuatro o cinco a?os.
Un taller de 20 metros y 250.000 pesetas fueron el origen del grupo que factura 300 millones
El a?o pasado perdieron una oportunidad para dar otro salto importante. Alestis Aerospace, una empresa sevillana que Airbus hab¨ªa rescatado de la quiebra en 2013 con duros recortes, sali¨® a la venta. En el sector se rumore¨® que la alavesa Aernnova, el doble de grande que Aciturri, podr¨ªa iniciar una fusi¨®n que en un momento posterior agrupase a los tres proveedores espa?oles de primer nivel creando un gran grupo de subcontratistas. Un sue?o no cumplido. ¡°Tenemos que crecer, estamos dispuestos a plantearnos proyectos de concentraci¨®n. Pero cualquier fusi¨®n pasa porque el equipo resultante considere el proyecto como propio¡±, reflexiona Clemente. ¡°Exploramos oportunidades que tengan sentido industrial y econ¨®mico. Los proyectos que no se basan en ilusionar a las personas tienen pocas posibilidades de ¨¦xito. No va a poder ser, pero hubiese sido un sue?o haber concentrado m¨¢s el sector aeron¨¢utico espa?ol. Abordar un proyecto de concentraci¨®n sin condiciones previas es fundamental para garantizar el ¨¦xito, si no es as¨ª no estamos interesados¡±.
La ¡°cortadora de c¨¦sped¡±
La primera versi¨®n de la exitosa familia de aviones Airbus A320 se lanz¨® en 1984. Emiliano Fenoglietto, adjunto a la gerencia de Aciturri en su f¨¢brica de Tres Cantos, recuerda que por aquel entonces llamaban a la nave ¡°la cortadora de c¨¦sped¡±, porque en las primeras pruebas de vuelo ¡°hab¨ªa entrado en un bosque arrasando con todo¡±. Paradojicamente se conviertir¨ªa en la principal fuente de ingresos de la empresa, con una producci¨®n de entre 300 y 400 piezas diarias. Y seguir¨¢ siendo importante: los A320 son el grueso del macrocontrato de 430 naves que el fabricante europeo pondr¨¢ en manos del fondo de inversi¨®n estadounidense Indigo Partners. Aciturri tambi¨¦n produce partes de la estructura de otros modelos (A350, A400M) y del avi¨®n estrella de Boeing, el B787. Apenas fabrican para la industria militar, pero cuentan en su cartera con piezas para el helic¨®ptero NH90 o el Eurofighter. A la par, han invertido m¨¢s de 20 millones en un proyecto de fabricaci¨®n aditiva en Gij¨®n basado en la impresi¨®n 3D.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.