El c¨¢ncer del negocio del f¨²tbol
La Liga intenta proteger de los ama?os a un sector que ya representa un 2% del PIB espa?ol
El crecimiento del negocio del f¨²tbol profesional en los ¨²ltimos a?os ha llevado a situar su aportaci¨®n al PIB espa?ol en el entorno del 2% (entre contribuci¨®n directa e indirecta) y a ser generador de cerca de 130.000 empleos, seg¨²n un informe de la OBS Business School. Las particularidades del f¨²tbol, as¨ª como su dimensi¨®n social y emocional, condicionan el comportamiento de los actores econ¨®micos que intervienen. Sin embargo, existe un punto de partida sin el cual el negocio caer¨ªa como un castillo de naipes: la credibilidad de lo que sucede en el terreno de juego.
¡°Los ama?os son un c¨¢ncer que hay que erradicar¡±, declar¨® en mayo de 2013 Javier Tebas, reci¨¦n elegido presidente de La Liga. Sus palabras suscitaron las cr¨ªticas de quienes entend¨ªan que sembraba dudas sobre la limpieza del deporte rey. El tiempo, en cambio, ha demostrado que no se trataba de un alarmismo hueco.
Recientemente, el subdirector general de R¨¦gimen Jur¨ªdico del Consejo Superior de Deportes (CSD), Ram¨®n Barba, admit¨ªa que el problema del ama?o de partidos ¡°hab¨ªa pillado desprevenidas¡± a las autoridades espa?olas. Ciertamente, la proliferaci¨®n del negocio de las apuestas online, que abarcan un sinf¨ªn de deportes y categor¨ªas, ha disparado la vulnerabilidad de las competiciones. Lejos de Messi o Rafa Nadal, muchos deportistas desarrollan su actividad en una situaci¨®n m¨¢s precaria y eso los convierte en un blanco f¨¢cil para las organizaciones criminales dedicadas al ama?o.
Precisamente, a la compra de partidos de Segunda B y Tercera Divisi¨®n se dedicaba la trama desarticulada en el marco de la Operaci¨®n Pizarro, ¡°un ejemplo de libro¡± en este tipo de organizaciones, seg¨²n Alfredo Lorenzo, director de Integridad y Seguridad de La Liga. La investigaci¨®n, que salt¨® a la luz p¨²blica en febrero con la detenci¨®n de una treintena de personas (entre ellos, varios jugadores y un ¨¢rbitro), tiene su origen en las denuncias presentadas contra 24 partidos sospechosos por el equipo de Lorenzo, que se dedica a garantizar la limpieza de la competici¨®n.
La formaci¨®n del deportista, clave
Junto al sistema de alertas, La Liga ha desarrollado un gran programa de formaci¨®n para jugadores, entrenadores y directivos, que esta temporada ha contado con casi 2.500 asistentes. En la misma l¨ªnea, EU Athletes, que integra a todas las asociaciones de deportistas europeas, celebra cursos de concienciaci¨®n sobre los consecuencias legales de las apuestas (un programa cofinanciado por la Comisi¨®n Europea). En ella se integra la Asociaci¨®n de Jugadores de F¨²tbol Sala, un deporte en el que m¨¢s del 50% de los jugadores y un 95% de las jugadoras "nunca han recibido educaci¨®n sobre los riesgos de apostar y ama?ar partidos", como explica su representante, Sergio L¨®pez-And¨²jar.
Durante los encuentros de Liga, Champions o los amistosos, La Liga monitoriza en tiempo real los mercados de apuestas para detectar cualquier anomal¨ªa. Para este seguimiento, ha desarrollado un software propio (el programa Tyche) que ofrece informaci¨®n instant¨¢nea de la evoluci¨®n de las cuotas. Cuando se produce la variaci¨®n que no tiene una explicaci¨®n deportiva o que se anticipa a lo que pasa en el campo, el sistema crea una alerta.
Si despu¨¦s de estudiar los datos y las circunstancias que envuelven el partido (lo sucedido en el terreno de juego, el historial de los jugadores, publicaciones en prensa y redes sociales, etc.), La Liga ve indicios suficientes de ama?o, presenta una denuncia a la Polic¨ªa acompa?ada de todo el material probatorio recabado.
¡°Otras ligas se conforman con el informe de la empresa a la que le han externalizado la monitorizaci¨®n de las apuestas. Nosotros aportamos un informe mucho m¨¢s enriquecido y explicado. Un juez puede no entender una frase que indique que ¡®la cuota del Asian handicap?[un sistema que incluye el estado de forma de cada equipo en las apuestas] se movi¨® de 0 a 15 en el minuto 10¡¯¡±, relata Lorenzo.
Esta temporada, La Liga ha presentado 40 denuncias (que pueden referirse a un ¨²nico partido sospechoso o aglutinar varios), la mayor¨ªa relativas a las categor¨ªas inferiores. Las alertas en Primera y Segunda son ¡°poqu¨ªsimas¡± y suelen tener una explicaci¨®n deportiva, remarcan.
No existe un perfil de partido especialmente vulnerable, m¨¢s all¨¢ de que se trate de uno que oferten las casas de apuestas. En donde s¨ª existe un patr¨®n es en las organizaciones criminales. ¡°Adem¨¢s de la trama que incita y paga, siempre tiene que haber alguien pisando el c¨¦sped que ejecute la trampa: los jugadores o el ¨¢rbitro¡±, afirma Lorenzo. La irregularidad suele estar siempre tras el equipo perdedor. La raz¨®n es obvia: es mucho m¨¢s sencillo y seguro conseguir que un portero se deje un gol, que garantizarse que el delantero lo marque.
Precisamente, este era el esquema de la operaci¨®n Pizarro. La trama exig¨ªa que hubiera al menos cinco jugadores del mismo equipo implicados y que uno de ellos fuera el portero. La repetici¨®n de este patr¨®n facilit¨® a La Liga afinar la b¨²squeda de partidos sospechosos.
El avanzado sistema desarrollado por La Liga, pionero entre las grandes competiciones europeas, no obstante, pone en evidencia la falta de implicaci¨®n del Estado en la persecuci¨®n de estas pr¨¢cticas ilegales.
¡°La Ley del Juego opt¨® por un modelo de colaboraci¨®n con los agentes econ¨®micos para luchar contra el fraude¡±, apunta Alberto Palomar, profesor de Derecho Administrativo de la Universidad Carlos III de Madrid y especialista en la regulaci¨®n del deporte. Dicha norma establece que las competiciones deportivas deber¨¢n garantizar su integridad y facilitar sus datos (calendarios, resultados, etc.) a los operadores de juego a cambio de un ¡°retorno¡±. Es decir, que organizadores y federaciones asumen ser la primera l¨ªnea defensiva contra los ama?os, mientras que la Polic¨ªa y la Fiscal¨ªa asumen un papel secundario.
El problema, explica Palomar, es que ese ¡°retorno¡± nunca se ha producido (ni regulado), por lo que ¡°hay un trato de favor a los operadores con la cesi¨®n de los datos a cambio de nada¡±. ?Por qu¨¦ entonces se implica La Liga? ¡°Por el coste reputacional. Tebas est¨¢ dedicando dinero a defender su marca, porque eso afecta directamente a su capacidad de comercializaci¨®n¡±.
El modelo, sin embargo, cojea porque que la capacidad de investigaci¨®n de La Liga es mucho m¨¢s limitada que la del Estado. ¡°Cruza informaci¨®n l¨ªcita, pero no puede decretar un seguimiento o un pinchazo telef¨®nico¡±, explica el jurista, y augura que ¡°en alg¨²n momento¡± el Estado tendr¨¢ que implicarse porque la lucha contra los ama?os requerir¨ªa ¡°medidas que afecten a la intimidad¡±, que requieren autorizaci¨®n judicial.
Adem¨¢s, fuera del f¨²tbol, no hay apenas capacidad de perseguir los ama?os. Ninguna otra competici¨®n o Federaci¨®n tiene el poder econ¨®mico de La Liga y, as¨ª, en otros deportes, como el tenis, los criminales encuentran un camino despejado de obst¨¢culos.
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