La rep¨²blica independiente de Ikea en las islas de Espa?a

Las tiendas de Ikea en Canarias y Baleares se parecen bastante a todas las dem¨¢s de Espa?a. Tienen sus letras amarillas sobre un fondo azul, venden estanter¨ªas Billy y los muebles van en cajas para que los monte el comprador. Pero tienen algo que las distingue de todas las que est¨¢n en la Pen¨ªnsula: aunque la marca es propiedad de la multinacional sueca, en esas tiendas la gesti¨®n la controla una familia desde hace casi 40 a?os.

Corr¨ªa el a?o 1981. Espa?a se encontraba inmersa en la transici¨®n tras la muerte de Franco y los televisores y las radios hablaban del golpe de Estado de Tejero. El Ford Escort era el coche de moda y McDonald¡¯s desembarcaba en Espa?a. Ese mismo a?o, la c¨®moda Malm y la mesa Lack entraron en los hogares de muchos vecinos canarios.

En 1981 la firma sueca inaugur¨® su primera tienda en Gran Canaria y dos a?os despu¨¦s en Tenerife. Una d¨¦cada m¨¢s tarde tambi¨¦n abri¨® en Mallorca. A diferencia de las que se abrieron a mediados de los noventa en la Pen¨ªnsula, Ikea lleg¨® a ambos archipi¨¦lagos en forma de franquicia. Hace 40 a?os, la familia sueca Alm solicit¨® una licencia de franquicia al grupo de muebles. Este vio una manera de experimentar el nuevo modelo de negocio y de probar en las islas estrategias de mercado que despu¨¦s se implantar¨ªan en las tiendas propias.

La f¨®rmula de los muebles funcionales que pueden ser montados por uno mismo funcion¨®. Y por eso despu¨¦s de Canarias, en 1991, la marca se implant¨® en Baleares con una tienda en Mallorca de la mano de los Alm. Tard¨® cinco a?os m¨¢s en llegar a la Pen¨ªnsula. ¡°IKEA lleg¨® a Espa?a en 1996 con sus tiendas de Badalona y Alcorc¨®n¡±, explica el grupo en sus ¨²ltimas cuentas anuales. El grupo cuenta con 16 grandes almacenes en la Pen¨ªnsula y una tienda temporal en el centro de Madrid.

El matrimonio formado por Anders y Ulla Alm son los que han dirigido durante d¨¦cadas las franquicias de las islas bajo la marca Sarton Canarias, un negocio al que tambi¨¦n est¨¢ vinculada su hija Carlotta. ¡°Esta sociedad es titular de la franquicia de las tiendas IKEA en Gran Canaria, Tenerife, Palma, Lanzarote, Rep¨²blica Dominicana y Puerto Rico¡±, explica en sus cuentas anuales.

La familia Alm son muy discretos y ¡°exigentes laboralmente¡±, dicen quienes han trabajado con ellos. Tienen casa en Mallorca, donde pasan largas temporadas y reside su hijo Fredrik, el m¨¢s conocido de la familia porque se cas¨® en 2004 con la que fuera miss Espa?a Juncal Rivero. El matrimonio fue fugaz y dur¨® apenas dos a?os.

Los Alm vieron el negocio hace casi 40 a?os ante la proliferaci¨®n de segundas residencias en manos de europeos en las islas y la emergente clase media que demandaba nuevos productos. En Palma compraron el local en el que se ubica la tienda. El negocio creci¨® y la tienda fue reinaugurada hace dos a?os con la presencia de la princesa Brigitta de Suecia.

Comercio ¡®online¡¯

Las tiendas de Canarias y Baleares han servido a la marca para experimentar nuevas estrategias. ¡°Con la experiencia de cuatro d¨¦cadas en el negocio y la limitaci¨®n de nuestros mercados hemos sido capaces de anticiparnos y poner en marcha m¨¦todos, pr¨¢cticas y herramientas novedosas¡± afirma Bel¨¦n Mart¨ªn, directora de marketing de la franquicia. Uno de los ejemplos es la pionera incorporaci¨®n al mercado online, siendo la tienda de Palma una de las primeras en el mundo que puso en marcha este canal de ventas gracias a una web local que permite comercializar todos los productos de la colecci¨®n.

La crisis de 2008 tuvo un impacto de 40 millones de euros en el negocio de las franquicias y oblig¨® a repensar las oportunidades para llegar al p¨²blico de las islas menores que no tienen tienda Ikea. ¡°Surgi¨® el modelo punto de entrega, un microespacio con 350 metros cuadrados de exposici¨®n y unos 2.000 productos en escaparate que permiten al cliente realizar la compra en el lugar, por tel¨¦fono o trav¨¦s de internet con la promesa de entregar el producto en 24 horas¡±, afirma Mart¨ªn. Ya hay 11 puntos de entrega y el sistema se extiende a pa¨ªses en los que la marca no tiene espacio para instalar una tienda pero quiere conquistar el mercado.

Las franquicias de Baleares y Canarias tambi¨¦n editan sus propios cat¨¢logos y cuentan con aplicaciones personalizadas para m¨®viles. A trav¨¦s de ellas se puede comprar muebles de toda la colecci¨®n, que var¨ªan de precio seg¨²n la tienda y resultan m¨¢s caros en Baleares. Una muestra de que la independencia de las franquicias tambi¨¦n se aplica en los precios.