El secreto de los espa?oles para ser felices que no tienen los n¨®rdicos ni los orientales
Nuestra actitud ante la vida nos diferencia de otras culturas y tiene beneficios para la mente y el cuerpo
Seguro que son palabras que ha o¨ªdo o le¨ªdo ¨²ltimamente: ikigai, fika, lagom, oosouji¡ Describen filosof¨ªas n¨®rdicas y orientales que supuestamente garantizan la felicidad. Han dado lugar a numerosos art¨ªculos e inspirado no pocos libros, hasta el punto de que a uno le entran ganas de ir mucho a Ikea o hincharse a sushi a ver si as¨ª es m¨¢s feliz.
Esa actitud nuestra como de exploradores decimon¨®nicos, que se tra¨ªan plantas, muebles y animales de otras latitudes para as¨ª parecer mejores, no nos deja en buen lugar. Y aunque la amplitud de miras siempre es positiva, estamos aceptando que esos m¨¦todos for¨¢neos aportan algo que la idiosincrasia espa?ola no consigue. Pero nosotros tambi¨¦n gozamos de una filosof¨ªa de vida que no solo tiene estupendos mimbres para lograr la felicidad, sino que no estar¨ªa de m¨¢s que otros la copiasen.
Esa manera de ver el mundo podr¨ªamos aglutinarla en cuatro pilares: placer, contento, diversi¨®n y regocijo. Cuatro palabras con las que la RAE define un t¨¦rmino, bonito y un tanto en desuso, que quiz¨¢ convendr¨ªa reivindicar para bautizar esta sensibilidad patria:?holganza.Tambi¨¦n se refiere al descanso y la ausencia de trabajo (no confundir con holgaz¨¢n, que tiene las mismas letras pero significa otra cosa), lo que remitir¨ªa a nuestra querida siesta.
En Espa?a nada nos mueve como la holganza. Como resume el psic¨®logo especializado en risoterapia Jos¨¦ El¨ªas Fern¨¢ndez Gonz¨¢lez, director del Centro Josel¨ªas en Madrid: "Si Espa?a tiene algo que puede exportar al mundo es la alegr¨ªa, el humor, la felicidad que nace de nuestro sol, la proximidad, el hablar con los dem¨¢s".
Re¨ªrse de todo: un ant¨ªdoto contra el estr¨¦s
Uno de los rasgos que define esa filosof¨ªa ca?¨ª es la diversi¨®n. Menos de nosotros mismos, nos re¨ªmos de todo. Un saludo en la oficina no puede limitarse al "buenos d¨ªas": tiene que ir acompa?ado de una gracieta relacionada con el partido de anoche o una expresi¨®n de Chiquito. "Pasar haciendo bromas en cualquier sitio es un sello de identidad nuestro", opina Jos¨¦ El¨ªas Fern¨¢ndez.
"Es beneficioso, porque nos ayuda a ver la cara buena de la realidad, a disfrutar y compartir el ingenio con los dem¨¢s. Y tambi¨¦n, en muchas ocasiones, nos re¨ªmos de las penas, lo que propicia separarnos un poco de ellas y sobrellevarlas mejor. Por otra parte, es una forma de relacionarnos con las personas que conocemos y jugar con la realidad para divertirnos o que no nos oprima tanto", a?ade.
"Re¨ªrse incrementa la autoestima, ayuda a combatir la timidez y la depresi¨®n", Jos¨¦ El¨ªas Fern¨¢ndez Gonz¨¢lez (psic¨®logo especializado en risoterapia)
S¨ª, el humor nos hace sentir bien. Como enumera este especialista, "contribuye a relativizar los problemas, es un ant¨ªdoto contra el estr¨¦s, incrementa la autoestima, ayuda a combatir la timidez y la depresi¨®n, a expresar emociones, fortalece los lazos afectivos, descarga tensiones y potencia la creatividad y la imaginaci¨®n".
Adem¨¢s, tiene beneficios f¨ªsicos. Seg¨²n un estudio de la Universidad de Loma Linda, en California (Estados Unidos), protege contra enfermedades cardiacas, genera respuestas antitumorales y antivirus y, por la producci¨®n de beta-endorfinas, que act¨²an como neurotransmisores cerebrales, tiene un efecto analg¨¦sico contra el dolor y regula el sistema inmunol¨®gico.
Que previene enfermedades cardiacas y regula las respuestas inmunol¨®gicas tambi¨¦n lo subray¨® un estudio de la Universidad de Kentucky Oeste (EEUU), mientras que la Universidad de Indiana (EEUU) hall¨® que relaja la tensi¨®n muscular, rebaja la presi¨®n arterial, ayuda a quemar calor¨ªas (puesto que movilizamos unos 400 m¨²sculos del cuerpo) y coincide con otras investigaciones en que reduce la producci¨®n de hormonas que causan el estr¨¦s.
La ilusi¨®n y las ganas de contarlo todo
Nuestra sorna va asociada a una rica vida social. Uno no puede ser gracioso si no tiene p¨²blico, y nuestro fabuloso clima favorece las relaciones sociales, muchas veces al aire libre. Eso nos diferencia, entre otros, de los habitantes de los pa¨ªses n¨®rdicos, donde la escasez de luz hace que la gente se encierre m¨¢s en su casa y en s¨ª misma.
La comunicaci¨®n, a juicio de Jos¨¦ El¨ªas Fern¨¢ndez, es necesaria "tanto para transmitir alegr¨ªas como para que estas se perpet¨²en, as¨ª como para comentar las penas, desahogarnos y en muchas ocasiones recibir la comprensi¨®n de los dem¨¢s y quitarle importancia a lo que nos pasa".
"Hablar es fundamental", dice la psic¨®loga cl¨ªnica Lecina Fern¨¢ndez. "Ayuda mucho porque est¨¢s comunicando con otra persona e implica hacer una estructuraci¨®n interior previa, de modo que muchas veces decimos: 'Ya me he desahogado'".
"Comunicarse con los dem¨¢s implica hacer una estructuraci¨®n interior previa", Lecina Fern¨¢ndez (psic¨®loga cl¨ªnica
Los?likes de las redes sociales nosotros los recibimos en vivo y en directo. "En los bares y terrazas generalmente compartimos nuestro d¨ªa a d¨ªa, recibiendo cari?o y afectividad, estrechando los lazos afectivos con los dem¨¢s, lo que nos ayuda a darnos cuenta de que somos importantes para los dem¨¢s, al compartir nuestra vida, y de que no estamos solos, que hay personas a nuestro alrededor con las que compartimos momentos felices", asegura Jos¨¦ El¨ªas Fern¨¢ndez.
"Tenemos la necesidad de compartir con los dem¨¢s. Encontramos m¨¢s alegr¨ªa en dar que en recibir. Cuando comunicamos acontecimientos buenos estamos dando felicidad, y si hablamos de penas o acontecimientos negativos, estamos liberando tensi¨®n al compartirlos", contin¨²a el experto.
La ilusi¨® otra caracter¨ªstica peculiar de nuestra actitud ante la vida que destaca Lecina Fern¨¢ndez. Como explica la autora del libro Ilusi¨®n positiva (2017), mientras en otros idiomas esta palabra se traduce sobre todo como ¡°alteraci¨®n de la percepci¨®n de los sentidos¡±, es decir, ver algo que en realidad no existe (como en "ilusionismo" o "ilusi¨®n ¨®ptica"), "en espa?ol existe una acepci¨®n positiva, relacionada con la esperanza de lograr algo y la alegr¨ªa de vivir. Cuando preguntamos a un espa?ol qu¨¦ es la ilusi¨®n, ni siquiera piensa en la acepci¨®n negativa. A los extranjeros les llama mucho la atenci¨®n. Dentro de nosotros est¨¢ encendida esa luz que en otras culturas no est¨¢".
"Vivir con ilusi¨®n nos empodera y nos ayuda a crecer ", Lecina Fern¨¢ndez (psic¨®loga cl¨ªnica
"Los pa¨ªses n¨®rdicos son oscuros y fr¨ªos, y Jap¨®n es muy introvertido. En cambio, nuestra ilusi¨®n es de dentro hacia afuera. De la oscuridad a la luz. Es un patrimonio nacional. Y como hemos crecido con ella, ni siquiera somos conscientes de la riqueza que tenemos", se?ala Leticia Fern¨¢ndez.
Vivir con ilusi¨®n tiene efectos positivos para nuestra mente. Los glosa Lecina Fern¨¢ndez: "Nos estimula para crecer, porque desarrollando el proyecto ilusionante llevamos a cabo actividades que nos enriquecen. Nos permite transformar la realidad, lo cual nos empodera. Nos ayuda a desarrollar la capacidad de unir, porque nos entrena para pasar de un sue?o a una realidad, de lo interno a lo externo. Favorece vivir mejor, ya que derrochamos alegr¨ªa y optimismo¡±.
En resumidas cuentas, la ilusi¨®n nos proporciona una raz¨®n para levantarnos de la cama cada ma?ana y, como agrega la psic¨®loga, "eso es lo m¨¢s distante de la depresi¨®n, justo lo contrario".
Ese optimismo que genera es bueno tambi¨¦n para la salud f¨ªsica. Un estudio de la Universidad de Harvard (EEUU) encontr¨® que las mujeres que son optimistas tienen un riesgo significativamente menor de morir de c¨¢ncer, enfermedad card¨ªaca, accidente cerebrovascular, enfermedad respiratoria e infecci¨®n en comparaci¨®n con las mujeres que son menos optimistas.
Decir tacos para mantener el equilibrio
A pesar de esa alegr¨ªa que nos caracteriza, no rehuimos la confrontaci¨®n. En muchos casos, somos la ant¨ªtesis de lo que los brit¨¢nicos denominan polite ("educado, cort¨¦s"). Nos gusta "mandarlo todo a fre¨ªr pu?etas"... Y despu¨¦s nos quedamos tan a gusto.
Jos¨¦ El¨ªas Fern¨¢ndez recuerda que "Albert Ellis [padre de la terapia conductual], que escribi¨® sobre el humor y la risa, aconsejaba de vez en cuando decir tacos, ya que nos ayudan a desahogarnos y expresar con rotundidad nuestra emoci¨®n, ya sea ira, odio, etc. Cuando entramos en conflicto o discutimos, una forma habitual de liberar tensi¨®n es no medir nuestras palabras, y expresarnos lo m¨¢s contundente posible, aunque despu¨¦s pidamos perd¨®n si hemos ofendido a alguien. Ser comedido en esos momento, no nos ayuda mucho, nos tragamos la emoci¨®n negativa". Otra cosa muy distinta es pasarnos el d¨ªa entera buscando bronca.
Para Lecina Fern¨¢ndez, ser tan viscerales es positivo siempre que lo hagamos con equilibrio. "Lo importante es reconocer la situaci¨®n que estamos viviendo, identificar las emociones y gestionarlas. Pero los extremos no son buenos".
Imaginaci¨®n e ingenio para resolver problemas
Otro v¨¦rtice que nos caracteriza, y que reconocen mucho en el exterior, es la espontaneidad. Lejos de ser cuadriculados, recurrimos a la imaginaci¨®n para resolver problemas. "En pa¨ªses como Alemania, por ejemplo, son muy met¨®dicos, siguen al pie de la letra los protocolos¡ Nosotros no somos tan h¨¢biles en eso, pero si en el protocolo surge un contratiempo el espa?ol sabe solucionarlo con m¨¢s ingenio", dice Lecina Fern¨¢ndez. Ese ingenio, documentado en la literatura de la picaresca, lo mamamos desde ni?os. "Hasta la tradici¨®n de los Reyes Magos va llena de fantas¨ªa, imaginaci¨®n e ingenio", a?ade la psic¨®loga.
Pero nadie es perfecto, que dir¨ªa el despistado millonario de Con faldas y a lo loco. Para aprovechar al m¨¢ximo todos esos rasgos deber¨ªamos atenuar otro: la envidia. "Tenemos que aprender a re¨ªrnos de nosotros mismos y con los dem¨¢s, en lugar de re¨ªrnos de los dem¨¢s", sostiene Jos¨¦ El¨ªas Fern¨¢ndez. Opina q ue seria m¨¢s higi¨¦nico mental, personal y socialmente. "Si aprendi¨¦ramos a re¨ªrnos con los dem¨¢s eliminar¨ªamos la envidia, que es lo ¨²nico que nos falta para que vivamos felices", asegura. Y entonces s¨ª que nuestra apreciada holganza ser¨ªa imbatible.
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