Una sombra alargada
No es posible desmentir lo hechos ni actuar en contra de las tendencias arraigadas. El nuevo Gobierno, con Nadia Calvi?o y Mar¨ªa Jes¨²s Montero en los mandos de la econom¨ªa, emite un mensaje de rigor indiscutible, pero hay que acostumbrarse a que la econom¨ªa espa?ola incumplir¨¢ durante este a?o el objetivo de d¨¦ficit. Ni el presupuesto made in PP ayuda (digan lo que digan los trompeteros del rigor rajoyano) ni el inter¨¦s electoral de Pedro S¨¢nchez invita a mantener un ajuste radical. El gasto en pensiones presiona y habr¨¢ que aportar algo de dinero a la inversi¨®n en I+D. La ¨²nica esperanza es que el exceso de d¨¦ficit sea moderado y pueda corregirse en a?os sucesivos. A favor de un incumplimiento leve juega sobre todo el factor esca?os: el PSOE no tiene capacidad de maniobra pol¨ªtica para aprobar grandes leyes con enormes dispendios.
El principal problema para la estabilidad financiera, unido al del d¨¦ficit, es la deuda. Es casi el 100% del PIB y conviene recordar que con este nivel (al que se ha llegado en seis a?os de gobierno del PP) hay que afrontar un ejercicio econ¨®mico con una subida del coste del petr¨®leo y quiz¨¢ el comienzo de una desaceleraci¨®n en el crecimiento econ¨®mico. Est¨¢ bien que el volumen de deuda captado por el Tesoro se haya hecho en buenas condiciones y con una indiscutible habilidad t¨¦cnica; pero el hecho decisivo es que hay una probabilidad elevada de que en 2019 la pol¨ªtica monetaria europea empiece a desandar en camino de la facilidad y los tipos bajos, y retorne a una senda de subida gradual del precio del dinero Las declaraciones del economista jefe del BCE, Peter Praet, ofrecen alg¨²n indicio de que ya hay razones objetivas para que se abandone progresivamente la heterodoxia monetaria y se vuelva a tipos de inter¨¦s m¨¢s elevados que, entre otras cosas, faciliten las cuentas de resultados de la banca.
Un marco general de subida de tipos (la Reserva Federal ya est¨¢ en el retorno a la ortodoxia) plantea un problema para la econom¨ªa mundial. El volumen global de la deuda es de 164 billones de d¨®lares, una cantidad que invita a considerar que existe un riesgo m¨¢s que moderado de una nueva crisis financiera si la vuelta a la normalidad en los tipos de inter¨¦s se produce sin la delicadeza debida. Este no es un problema que sorprenda ahora a los gobiernos; ya se sab¨ªa que cuando se practican pol¨ªticas de facilidad monetaria la tendencia natural de la deuda es a crecer. De forma que la econom¨ªa mundial se enfrenta ahora a una bomba que debe ser desactivada con sumo cuidado (como el que pondr¨ªa, por ejemplo, Janet Yellen) con Donald Trump como presidente de Estados Unidos y con la expectativa de que el hoy presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, un ultraortodoxo monetario, pueda situarse en la presidencia del BCE. Quiere lo anterior decir que las condiciones pol¨ªticas pueden no ser las mejores para gestionar una situaci¨®n delicada y que Trump aparece en casi todos los pron¨®sticos de cisnes negros posibles para el futuro a corto plazo.
Para Espa?a, las condiciones econ¨®micas exteriores no son favorables. Porque su volumen de deuda es excesivo y eso convierte a la econom¨ªa en vulnerable en caso de crisis; por el efecto de la subida de tipos y por la escalada del precio del petr¨®leo. El presupuesto de 2019 tendr¨¢ que contar con un aumento prudente de los gastos financieros y con crecimientos en la aportaci¨®n de dinero a I+D. En todo caso, los intereses electorales de Pedro S¨¢nchez no son congruentes, de inicio, ni con el control del d¨¦ficit no con una moderaci¨®n de la deuda.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.