La odisea de una empresa de harinas de pescado peruana contra ¡®El Ni?o¡¯

La anchoveta (Engraulis ringens) es un pez plateado muy peque?o que en Per¨² casi nadie consume, pero que mueve una industria enorme. El sector pesquero captura unas cinco millones de toneladas anuales que se destinan en m¨¢s de un 98% a abastecer las plantas de harina de pescado del litoral, lo que convierte al pa¨ªs en el primer exportador de esta materia clave para la industria de alimentos. No es llamativo que la mayor productora del mundo sea una empresa local: con una facturaci¨®n de 469 millones de d¨®lares en 2017, Tecnol¨®gica de Alimentos (TASA) lidera las ventas con un 26% del mercado local.

La empresa, filial de uno de los mayores consorcios del pa¨ªs, el Grupo Breca, tiene operaciones que abarcan el sector pesquero e industrial, con 12 plantas dedicadas primordialmente a procesar harina y aceite de pescado, el otro gran subproducto de la anchoveta, de gran valor por su contenido de omega 3. Encabeza un sector que comienza a recuperar br¨ªo despu¨¦s de cuatro a?os de malos resultados, un ciclo de crisis generalizada que lleg¨® a Per¨² con el El Ni?o. El fen¨®meno clim¨¢tico afecta las temperaturas del oc¨¦ano, a veces durante largos per¨ªodos, y reduce los card¨²menes de la anchoveta. En condiciones normales, la participaci¨®n de Per¨² en el mercado mundial de la harina de pescado ronda el 20%, pero el porcentaje ha estado m¨¢s cerca del 15% durante casi un lustro, informa la patronal Sociedad Nacional de Pesquer¨ªa (SNP).

En TASA no hacen p¨²blica su informaci¨®n financiera, pero reconocen que en los ¨²ltimos a?os la actividad apunt¨® a minimizar las p¨¦rdidas. Las perspectivas, sin embargo, dieron un giro en 2018. En abril las mediciones oficiales detectaron uno de los valores de biomasa de anchoveta m¨¢s altos de las ¨²ltimas dos d¨¦cadas. "Todo hace prever que ser¨¢ un a?o positivo", afirman en Tasa. El aumento de las capturas no es la ¨²nica novedad. En la empresa informan que han puesto en marcha un "plan estrat¨¦gico" para centrar las operaciones en su gran negocio: la producci¨®n de harina y aceite. Todo indica que la pesquera se desprender¨¢ de las unidades de congelados y conservas para consumo humano, que representan alrededor de un 20% de su facturaci¨®n.

No sorprende que la empresa que m¨¢s procesa harina de pescado sea peruana, pero s¨ª lo es el poco tiempo que llev¨® a la compa?¨ªa ponerse a la cabeza de la industria. TASA comenz¨® a operar en 2002 con seis embarcaciones y dos plantas de procesamiento de harina y aceite. El a?o pasado, en cambio, pesc¨® con una flota de 48 naves dedicadas a abastecer las 12 f¨¢bricas distribuidas a lo largo de la costa del pa¨ªs, con una capacidad instalada de producci¨®n de 1.729 toneladas de materia prima por hora, informa la empresa en un reporte anual. El n¨²mero de empleados creci¨® de los 279 al cierre del primer a?o a los actuales 2.700.

Ser parte del Grupo Breca, propietario de m¨¢s de 15 empresas y socio del BBVA en la segunda entidad bancaria del pa¨ªs, el BBVA Continental, no solo le dio un respaldo financiero para el crecimiento. El consorcio, fundado por la familia Brescia-Cafferata hace m¨¢s de un siglo tambi¨¦n aport¨® su experiencia en la captura de anchoveta. En 1961 fund¨® una empresa hom¨®nima de su firma pesquera actual, pero fue expropiada en la d¨¦cada siguiente, durante el proceso de nacionalizaci¨®n de la actividad pesquera de la dictadura de Juan Velasco Alvarado (1968-1975).

Aunque el pescado es el mismo, el mercado en el que opera la nueva TASA es muy diferente del de los a?os 60, sobre todo por el aumento de la demanda. Entonces, el mundo ve¨ªa solo los inicios de la Revoluci¨®n Azul, como se conoce al auge de la acuicultura, la actividad que explica el 70% de la demanda mundial de harina y aceite de pescado. En los a?os 70, los cultivos de peces produjeron tres millones de toneladas, mientras que, solo en 2015, el monto super¨® los 76 millones, seg¨²n la agencia de la ONU para la Alimentaci¨®n y la Agricultura (FAO).

"Todo lo que el mundo produce de harina y aceite se consume, por eso cuando cae la producci¨®n es un problema, ya que son ingredientes que no se reemplazan f¨¢cilmente", asegura Enrico Bachis, analista de la Organizaci¨®n de Ingredientes Marinos (IFFO, en ingl¨¦s). A la tracci¨®n de la acuicultura, se suma la de las industrias porcina y av¨ªcola. En el caso del aceite, el omega 3 tambi¨¦n es clave por la demanda del sector farmac¨¦utico. "La buena noticia de este a?o es que por fin Per¨² ha vuelto a la normalidad", afirma Bachis. China es el destino del 80% de las exportaciones de harina de pescado del pa¨ªs sudamericano.

La r¨¢pida expansi¨®n de TASA en sus 16 a?os de historia se dio mediante la absorci¨®n de otras empresas como Sipesa, Epesca, Pesquera F¨¢tima y Pesca Per¨² Callao Sur S.A. Era la ¨²nica manera de crecer, ya que en 1997 la anchoveta fue declarada una especie "plenamente explotada", por lo que, para garantizar su sostenibilidad, dejaron de otorgarse permisos de pesca a nuevas embarcaciones.

Otra regulaci¨®n que transform¨® la din¨¢mica de la industria fue la ley de cuotas de 2008, que estableci¨® un porcentaje m¨¢ximo de captura por cada embarcaci¨®n. Desde 1992 exist¨ªa una cuota global de pesca para limitar la explotaci¨®n desmedida, pero persist¨ªa el problema que en la industria denominan la "carrera ol¨ªmpica": un esfuerzo desenfrenado de las empresas por pescar la mayor cantidad de anchoveta en el menor tiempo. El sistema alentaba la utilizaci¨®n de m¨¢s embarcaciones y m¨¢s plantas por parte de cada pesquera, lo que significaba m¨¢s contaminaci¨®n y un mayor riesgo de accidentes. Antes de que entrara en vigencia la ley, TASA ten¨ªa 82 naves, casi el doble que las que utiliz¨® en la ¨²ltima temporada.