C¨®mo al proteger a un pez diminuto, Per¨² salv¨® al mar y sus pescadores
El pa¨ªs que m¨¢s captura anchoveta a nivel global para producir harina de pescado se reinventa
Per¨² alberga una de las industrias m¨¢s grandes del mundo de pesca de una sola especie, la anchoveta, que provee aceite de pescado rico en omega 3 y harina de pescado utilizada en la industria ganadera y de la acuicultura.
Hace apenas unos a?os, este peque?o pez, una especie relacionada con la anchoa, se vio amenazado por la sobreexplotaci¨®n desmedida y por los cambios recurrentes en las corrientes oce¨¢nicas debido a eventos como el fen¨®meno de El Ni?o.
Hasta 2009, la pescader¨ªa de anchoveta peruana era gestionada como un recurso de libre acceso y propiedad com¨²n, con una cuota de pesca general impuesta en la regi¨®n Centro-Norte del pa¨ªs. Esto llev¨® a las compa?¨ªas a aumentar la cantidad de barcos e intentar pescar tanto como pudieran durante la temporada, lo que a su vez ejerci¨® una gran presi¨®n sobre la poblaci¨®n existente.
¡°Todo estaba permitido¡±, record¨® Antonio Ju¨¢rez Amaya, un capit¨¢n de pesca con 42 a?os de experiencia. ¡°Tom¨¢bamos el cardumen completo, sin importar el tama?o del pez¡±.
Ante la amenaza de agotar las existencias, el gobierno del Per¨² revis¨® la gesti¨®n de la pesca industrial de anchoveta. La principal prioridad fue la de devolverle la salud a la poblaci¨®n de peces, reduciendo la actividad. En el caso de la anchoveta, esto signific¨® que se adoptara una estrategia en la que se asigna un porcentaje de la pesca total permitida, seg¨²n lo establecido por una organizaci¨®n cient¨ªfica, a las compa?¨ªas individuales.
Como resultado de esta reforma, un cuarto de la flota fue desmantelada. Las compa?¨ªas pesqueras que permanecieron en el sector de la anchoveta, pero con sus flotas reducidas, asignaron tareas rotativas a sus trabajadores, y compensaron a aquellos que eligieron dejar el sector. Seg¨²n lo exigido por la ley, el FONCOPES, un fondo de compensaci¨®n financiado por el sector privado, brind¨® programas de capacitaci¨®n y asesor¨ªa para iniciar un peque?o emprendimiento a m¨¢s de 2.000 expescadores.
De pescador a chef
Jos¨¦ Luis C¨¢rdenas V¨ªlchez, un expescador convertido en un exitoso chef de Nuevo Chimbote, una ciudad costera al norte del Lima, es uno de los m¨¢s de 1.000 ¡°casos exitosos¡± documentados por el FONCOPES. ¡°Yo tuve suerte, recib¨ª una capacitaci¨®n muy buena [en gastronom¨ªa]. Vi la transici¨®n como una oportunidad, en lugar de enfocarme ¨²nicamente en el paquete de indemnizaci¨®n¡±, dijo.
Otros tuvieron m¨¢s problemas. Ana Mar¨ªa Jaico, una coordinadora de FONCOPES que sol¨ªa trabajar en Chimbote, admite que no siempre fue f¨¢cil reconvertir a los pescadores, la mayor¨ªa de ellos de entre 40 y 60 a?os de edad, hacia otras profesiones. ¡°Algunos decidieron abandonar los programas de capacitaci¨®n¡±, dijo. La sensaci¨®n general, sin embargo, es que los beneficios de la reforma son superiores a las molestias.
La salud de la poblaci¨®n de anchoveta, la calidad de la harina de pescado, las condiciones de trabajo en los buques, y la rentabilidad de la industria mejoraron desde 2009, si bien el caudal de pesca sigue estando a merced de las cambiantes corrientes oce¨¢nicas y dem¨¢s perturbaciones.
Dado que la anchoveta es un recurso que habita un ecosistema de elevada variabilidad clim¨¢tica, y es afectada por los cambios en la temperatura del mar, el tama?o de la poblaci¨®n y el volumen de captura sostenible var¨ªan enormemente a?o tras a?o. La poblaci¨®n por lo tanto requiere de un monitoreo constante. La creciente cooperaci¨®n entre las pesquer¨ªas privadas e IMARPE, el instituto mar¨ªtimo peruano, est¨¢ ayudando en la recopilaci¨®n de datos en tiempo real de las condiciones clim¨¢ticas y su impacto en la poblaci¨®n de peces.
¡°Hoy en d¨ªa, existen l¨ªmites de captura por buque, [y] temporada de pesca. Preservamos la especie por tama?o y madurez¡±, dijo Miriam Huanca Aguilar, jefe de control de calidad de la pesquera Diamante en Malabrigo. ¡°Cumplimos con los controles no solo porque la ley lo estipula. Queremos ser responsables para asegurarnos que podremos seguir pescando a futuro¡±.
En pro de la pesca sustentable
Si bien los controles y cuotas han ayudado en la recuperaci¨®n de la anchoveta, las dem¨¢s pesquer¨ªas est¨¢n menos reguladas. De las principales especies comerciales, el 35 por ciento no est¨¢ sujeta a norma de gesti¨®n alguna, mientras que un 35 por ciento adicional est¨¢ sujeta apenas a tallas m¨ªnimas de captura, de acuerdo a un an¨¢lisis de 2013.
En Pucusana, un peque?o puerto pesquero al sur de Lima repleto de buques esperando descargar su captura, la presi¨®n puesta sobre los pescadores artesanales como David Garc¨ªa es evidente. Garc¨ªa estaba en tierra firme el d¨ªa que fue entrevistado, dado que el precio de la pota (molusco semejante al calamar) era demasiado bajo para cubrir sus costos. ¡°El precio baj¨® mucho debido al exceso de oferta¡±, dijo. En su opini¨®n, las limitaciones de pesca ayudan mucho a mejorar el sector: ¡°Trayendo menos pescados aqu¨ª, estar¨ªamos conservando mejor a la especie y negociando mejores precios¡±.
Un nuevo informe del Banco Mundial titulado ¡°Los miles de millones hundidos: Una nueva visi¨®n¡± aduce que el sector pesquero podr¨ªa generar 83.000 millones de d¨®lares adicionales por a?o a nivel mundial reduciendo el volumen de pesca y dejando que las pesquer¨ªas se recuperasen hasta alcanzar un tama?o m¨¢s saludable y valioso.
De acuerdo a H¨¦ctor Soldi, viceministro peruano de Pesca y Acuicultura, lograr que la pesca artesanal sea m¨¢s sustentable es una de las prioridades del gobierno, as¨ª como el desarrollo de la acuicultura.
¡°Hay un enorme potencial para la innovaci¨®n¡±, dijo Soldi, quien le da la bienvenida a la siguiente fase del apoyo del Banco Mundial en ambos sectores, un Programa Nacional de Innovaci¨®n en la Pesca y Acuicultura de US$40 millones. La pesca artesanal emplea entre 45.000 y 65.000 personas. La acuicultura, a¨²n incipiente en Per¨², podr¨ªa proporcionar una actividad alternativa a algunos de estos pescadores y ayudar a reducir la presi¨®n sobre las especies silvestres.
Flore Martinant de Preneuf es comunicadora del Banco Mundial
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