Los accionistas se ponen serios
El activismo por parte de los inversores crece en Europa. El tama?o de las empresas objeto de sus campa?as es?cada vez mayor debido a la llegada de dinero a estos fondos
Dan Loeb es un inversor multimillonario estadounidense. Dirige Third Point, una gestora especializada en activismo accionarial. Los fondos que se gu¨ªan por esta estrategia no se limitan a cobrar dividendos de las compa?¨ªas en las que est¨¢n presentes; quieren participar en su gesti¨®n para maximizar su valor. A veces lo hacen por las buenas, y otras por las malas a trav¨¦s de sonoros pulsos con los consejos de administraci¨®n. La v¨ªa del enfrentamiento directo es la que ha emprendido Loeb en Nestl¨¦. Hace un a?o Third Point adquiri¨® un paquete de acciones del gigante de la alimentaci¨®n valorado en 3.500 millones. Tras los primeros meses en los que las sugerencias del fondo se canalizaron por la v¨ªa privada, las hostilidades se desataron el pasado 1 de julio cuando Loeb hizo p¨²blica la carta que hab¨ªa enviado al consejo de Nestl¨¦. En esta misiva urg¨ªa a la desinversi¨®n de ¡°negocios deficitarios y ramas no estrat¨¦gicas¡±, como la participaci¨®n en L¡¯Or¨¦al.
EE UU sigue siendo el epicentro del activismo accionarial, pero el campo de batalla se est¨¢ trasladando cada vez con mayor frecuencia a Europa, como demuestra el combate entre Third Point y Nestl¨¦. ¡°El activismo est¨¢ creciendo a trav¨¦s de Europa: hay m¨¢s capital y m¨¢s participantes dispuestos. Ello implica que los wolf packs [movimiento conjunto de varios fondos] de inversores con ideas similares, y con la masa cr¨ªtica para forzar un debate, se puedan agrupar de una forma m¨¢s f¨¢cil y r¨¢pida¡±, se?alan los expertos de Alvarez & Marsal (A&M) en un reciente informe.
Adem¨¢s de pescar en otros caladeros distintos del estado?unidense, otra de las tendencias dentro del activismo accionarial es el mayor tama?o de sus objetivos. En el caso europeo, la capitalizaci¨®n media de las compa?¨ªas objeto de alguna campa?a por ahora es de 17.580 millones de d¨®lares (15.286 millones de euros), frente a los 16.480 millones de hace un a?o. ¡°Es una evoluci¨®n natural producto del incremento de los flujos de inversi¨®n que se dirige a estos fondos debido al ¨¦xito de sus estrategias. El reconocimiento de otros inversores institucionales de los beneficios del activismo se ha traducido en mayor apoyo, permitiendo a los gestores de esta estrategia acometer operaciones de mayor tama?o¡±, explican los autores del estudio The Activist Investing Annual Review 2018.
Diferentes objetivos
Presi¨®n para los directivos
En el caso de los directivos de empresas cotizadas, son los brit¨¢nicos los potencialmente m¨¢s afectados por el repunte del activismo accionarial en Europa. De media, los ejecutivos de Reino Unido tienen un 46% m¨¢s de probabilidades de ser objetivos de sus campa?as que los del resto de Europa continental, seg¨²n un informe publicado recientemente por la firma de servicios profesionales Alvarez & Marsal (A&M).
Una de las tendencias entre los fondos activistas es la mayor preocupaci¨®n por temas sociales, medioambientales y de gobierno corporativo. En este sentido, los expertos de A&M creen que la desigualdad de g¨¦nero les importa cada vez m¨¢s. ¡°Hay indicios constantes que sostienen que el incremento de mujeres en el consejo podr¨ªa estar asociado con la reducci¨®n del riesgo de sufrir una campa?a¡±, argumentan.
La casu¨ªstica de peticiones de los fondos activistas es muy variada. Hay campa?as que piden el relevo del consejero delegado, otras cuestionan el sueldo de los directivos, y tambi¨¦n suele ser habitual la reorganizaci¨®n de las corporaciones, fundamentalmente mediante la venta de filiales. El pasado mes de mayo, por ejemplo, la gestora Elliott, del inversor Paul Singer, gan¨® el pulso a Vivendi por el control del consejo de Telecom Italia, con el nombramiento de independientes. Precisamente, el ¨®rgano que estaba dominado por representantes del conglomerado audiovisual franc¨¦s.
Cuando una compa?¨ªa se ve interpelada por un fondo activista la tentaci¨®n del contraataque legal y accionarial es alta. Se calcu?la, por ejemplo, que Procter & Gamble se gast¨® m¨¢s de 100 millones de d¨®lares para tratar de evitar, sin ¨¦xito, que el inversor Nelson Peltz formara parte del consejo. Este caso evidencia que los directivos deben de medir bien sus fuerzas, ya que los activistas ganan de media el 54% de las campa?as que se someten a votaci¨®n en las juntas, seg¨²n datos recopilados por Schulte Roth & Zabel.
Los postulados de estos fondos empiezan a tener sus efectos en los modelos de negocio de las compa?¨ªas. De hecho, el activismo y la disrupci¨®n que lleva aparejada la tecnolog¨ªa est¨¢n detr¨¢s de la simplificaci¨®n corporativa que tiene lugar en Europa, seg¨²n un informe elaborado por J. P. Morgan Banca Privada. El banco estadounidense explica que en los ¨²ltimos 18 meses han aumentado las operaciones de fusiones y adquisiciones en el continente. Esta tendencia est¨¢ motivada por el entorno de fuerte crecimiento de los beneficios empresariales, las buenas condiciones de financiaci¨®n y la gran liquidez que existe en el mercado. Junto a estos factores, estos expertos recuerdan que hay una mayor presi¨®n para que las empresas aprovechen el momento alto del ciclo econ¨®mico en el que nos encontramos y realicen desinversiones, apunt¨¢ndose jugosas plusval¨ªas y centr¨¢ndose as¨ª en su negocio principal.
En este sentido, los fondos activistas, para aflorar valor en aquellas compa?¨ªas donde invierten, suelen presionar al consejo para que reduzca la complejidad de los negocios a la que se ha tendido en la ¨²ltima d¨¦cada. ¡°Aunque sus t¨¢cticas se mueven en un rango entre amistoso y hostil, creemos que el enfoque se encamina hacia una mayor cooperaci¨®n entre el activista, la direcci¨®n de la compa?¨ªa y otros accionistas institucionales¡±, se?ala Luis Artero, director de inversiones de J. P. Morgan Banca Privada en Espa?a. ¡°Creemos que continuar¨¢ la tendencia del activismo accionarial y la implicaci¨®n del accionista en compa?¨ªas de gran capitalizaci¨®n, especialmente en Europa, donde vemos mucho recorrido hasta que se alcance el nivel de EE UU¡±, a?ade Artero en una reciente nota de la entidad.
Desde un punto de vista sectorial, las industrias donde m¨¢s centraron sus campa?as los fondos el pasado a?o fueron, por este orden, finanzas, servicios, salud y tecnolog¨ªa. Elliot Management, con 17 operaciones desde 2013 en compa?¨ªas con una capitalizaci¨®n superior a los 10.000 millones, es la gestora l¨ªder en este tipo de estrategias de inversi¨®n, seguida por Third Point Partners (15), Jana Partners (11), Carl Icahn (8) y Corvex Management (8).
Pros y contras
La consultora FTI Consulting public¨® a principios de a?o una encuesta realizada entre inversores globales y directivos de multinacionales. El trabajo, entre otros aspectos, preguntaba a los participantes qu¨¦ aspectos positivos y negativos tiene en su opini¨®n el auge del activismo. Entre los puntos favorables los encuestados destacan que las operaciones constituyen un ¡°catalizador para el cambio¡± en las corporaciones, que ayudan a ¡°alinear¡± los intereses del consejo y los de los accionistas, y que sirven para ¡°evaluar¡± la capacidad del equipo gestor de las empresas. Los encuestados, en cambio, creen que las campa?as tienen tambi¨¦n efectos negativos ya que se centran en ¡°obtener beneficios inmediatos¡± en lugar de generar valor ¡°en el largo plazo¡±, adem¨¢s de ser una ¡°distracci¨®n¡± para el consejo y generar ¡°titulares negativos¡± para la compa?¨ªa en los medios de comunicaci¨®n.
A&M ha analizado 1.715 empresas europeas con una capitalizaci¨®n superior a los 200 millones de d¨®lares y concluye que 7 de las 93 empresas espa?olas analizadas ¡°tienen riesgo de ser objetivo de inversores activistas¡± en el corto y medio plazo. Se trata fundamentalmente de firmas de sectores como consumo e industria, y entre los polos de atracci¨®n para la llegada de estos fondos figuran, sobre todo, el bajo rendimiento en Bolsa o el pobre gobierno corporativo con relaci¨®n a sus competidores.
¡°Aunque el mercado espa?ol es menos susceptible que otros pa¨ªses europeos, esta tendencia llegar¨¢ a Espa?a y es importante que las cotizadas est¨¦n preparadas cuando llegue el momento¡±, advierte Fernando de la Mora, responsable de A&M en Espa?a. ¡°Empresas grandes con modelos de conglomerado industrial, bajo rendimiento o pobre gobernanza ser¨¢n m¨¢s susceptibles. De ah¨ª que los consejos que vean las se?ales de peligro deber¨ªan actuar preventivamente¡±, a?ade De la Mora.
Sueldos bajo la lupa
Aunque en Espa?a, salvo casos puntuales, el activismo accionarial todav¨ªa no ha calado, las juntas de accionistas han dejado de ser un paseo militar para muchos consejos de administraci¨®n. Guiados por los asesores de voto (proxy advisors), muchos inversores institucionales empiezan a cuestionar puntos del orden del d¨ªa de las juntas, como el nombramiento de determinados administradores o la delegaci¨®n en el consejo para que pueda emitir nuevas acciones. Sin embargo, el punto que mayor contestaci¨®n est¨¢ suscitando es el referente al sueldo de los consejeros. Ya se ha dado el caso de una junta (Merlin Properties) en la que hubo m¨¢s votos en contra que a favor del informe de retribuciones, mientras que en ACS, por ejemplo, el toque de atenci¨®n a las pol¨ªticas retributivas est¨¢ respaldado ya por m¨¢s del 40% de los accionistas presentes en las juntas.
Entre los principales motivos del voto contrario est¨¢n, seg¨²n un estudio de Georgeson, el bajo alineamiento entre la remuneraci¨®n y el desempe?o de los ejecutivos, finiquitos que exceden a las dos anualidades y el hecho de que ¡°no existe suficiente informaci¨®n sobre el esquema de pensiones para los directivos¡±.
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