Los alcaldes reducen la deuda en un tercio desde el m¨¢ximo de la crisis
En total, 4.639 Ayuntamientos han bajado sus pasivos desde 2012; solo 673 Consistorios los han elevado y 2.814 la han mantenido igual, la mayor¨ªa porque carecen de deuda
Los Ayuntamientos se han convertido en las administraciones p¨²blicas m¨¢s saneadas. Han reducido la deuda en m¨¢s de un tercio desde el m¨¢ximo alcanzado en 2012, cuando las sombras del rescate se cern¨ªan sobre Espa?a. Desde entonces, municipios como Madrid han bajado su deuda incluso a menos de la mitad. La dieta financiera del Consistorio gobernado por Carmena ha adelgazado en 4.000 millones su pasivo. Otros municipios, en cambio, han asumido nuevos compromisos. Entre ellos figuran las localidades con peor reputaci¨®n financiera del pa¨ªs, como Parla, Ja¨¦n o Jerez. En total, 4.639 Ayuntamientos han bajado sus pasivos desde 2012; solo 673 consistorios los han elevado y 2.814 la han mantenido igual, la mayor¨ªa porque carecen de deuda.
Vallada, es un peque?o municipio valenciano de poco m¨¢s de 3.000 habitantes, donde la industria del mueble es el motor econ¨®mico local. Este pintoresco pueblo es el que m¨¢s ha aumentado la deuda per c¨¢pita municipal desde 2012. Sus vecinos deben de media 7.529 euros por los compromisos contra¨ªdos por su Ayuntamiento. El Gobierno local tiene pr¨¦stamos pendientes por importe de 23,3 millones, seg¨²n la ¨²ltima estad¨ªstica del Ministerio de Hacienda con datos al cierre de 2017.
Los gobernantes de Vallada (PP) se embarcaron hace una d¨¦cada en un proyecto para construir un parque log¨ªstico, bautizado como Valpark. El plan inclu¨ªa la urbanizaci¨®n de una importante parte del municipio para construir un puerto seco que sirviera para las embarcaciones de la Copa Am¨¦rica, una escuela de vela o un astillero a 80 kil¨®metros del mar, seg¨²n citaba la prensa local. Para ello, el Ayuntamiento asumi¨® la compra de unos terrenos que nunca fueron acondicionados por las empresas urbanizadoras, que poco despu¨¦s se declararon en concurso de acreedores. Ahora la alcaldesa socialista del pueblo lucha para sanear las finanzas municipales.
Una historia com¨²n
La historia de Vallada es uno de los ejemplos m¨¢s paradigm¨¢ticos de la gesti¨®n de muchos municipios en la crisis. El boom inmobiliario dio rienda suelta a proyectos megal¨®manos de muchos gobernantes, con independencia del partido al que representaran. La crisis financiera desatada en 2008 fue un latigazo para el sector del ladrillo y cort¨® el grifo del que beb¨ªan sin medida los alcaldes. El resto es una historia conocida que ha dejado cientos de estampas de urbanizaciones a medio construir, polideportivos sin terminar y centros de convenciones con telara?as por media Espa?a. Una d¨¦cada despu¨¦s, unos 700 de los 8.126 Ayuntamientos del pa¨ªs siguen pagando las consecuencias de aquellos excesos.
Moraleja de Enmedio, es un municipio del sur de Madrid, no mucho mayor que Vallada, pero que vive una situaci¨®n de asfixia financiera similar a la localidad valenciana. El origen de su deuda est¨¢ en una gesti¨®n m¨¢s que dudosa de su anterior alcalde, el popular Carlos Alberto Estrada, que result¨® imputado en el caso P¨²nica. Este exregidor dej¨® sin pagar la Seguridad Social de los trabajadores municipales durante varios a?os mientras inauguraba polideportivos y piscinas municipales dignas de una gran capital europea y planeaba multiplicar por cinco la poblaci¨®n local. Moraleja es tambi¨¦n el municipio que m¨¢s ha aumentado su deuda en proporci¨®n, un 3.217% m¨¢s.
Son solo dos ejemplos de una larga lista de Ayuntamientos que una d¨¦cada despu¨¦s del inicio de la crisis siguen ahogados por la deuda. Y donde figuran otras localidades que copan titulares por su p¨¦sima gesti¨®n, como Parla, J¨¦rez o Ja¨¦n.?
La suerte de estos municipios cambi¨® con la crisis. La fuente de ingresos procedentes del ladrillo se sec¨® de golpe. Y dej¨® las finanzas locales empantanadas. Muchos de estos alcaldes escondieron las facturas que no pod¨ªan pagar en los cajones. Otros tardaban varios a?os en pagarlas.
Mucha de deuda local permaneci¨® oculta hasta que en 2012, el Gobierno de Mariano Rajoy puso en marcha el plan de pago a proveedores. Este instrumento financiero consist¨ªa b¨¢sicamente en un pr¨¦stamo del Estado en condiciones ventajosas a cambio de que afloraran todas las facturas. La deuda municipal alcanz¨® ese a?o los 44.000 millones. Cinco a?os m¨¢s tarde se hab¨ªa reducido en un tercio.
El mayor esfuerzo?
Los alcaldes son los pol¨ªticos que han hecho, en general, un mayor esfuerzo para sanear las finanzas p¨²blicas. Estas administraciones locales redujeron sus plantillas en m¨¢s de 180.000 trabajadores, recortaron gastos duplicados y suprimieron decenas de empresas p¨²blicas o fundaciones que apenas ten¨ªan actividad.
Entre los alumnos m¨¢s aventajados de este saneamiento sobresale Madrid. El Ayuntamiento de la capital ha reducido su deuda en m¨¢s de 4.000 millones entre 2012 y 2017. Las ¨²ltimas dos alcaldesas Ana Botella y Manuela Carmena han sido las grandes art¨ªfices de esta fenomenal dieta. Otros casos de ¨¦xito son Las Palmas de Gran Canarias, Marbella, Ourense o Vigo. Estos municipios cerraron el a?o pasado sin deuda o con cr¨¦ditos m¨ªnimos despu¨¦s de acumular unos compromisos millonarios.?
Sin embargo, es el municipio de Aguilar de Segarra, una localidad barcelonesa de 263 habitantes, la que aparece como la primera de Espa?a que m¨¢s ha reducido su deuda per c¨¢pita desde 2012. Sus vecinos deber¨ªan pagar unos 3.950 euros de media para amortizar la deuda municipal. Este municipio se endeud¨® en 2007 para construir una planta fotovoltaica. Sus responsables alegan que el t¨ªtulo de pueblo con m¨¢s deuda por vecino del pa¨ªs que ten¨ªan en 2012 se debe a su poca poblaci¨®n. Pero, en realidad, el milagro de la reducci¨®n de su deuda se esconde en un artificio tributario. El municipio redujo el impuesto de circulaci¨®n y atrajo a varias empresas de alquiler de veh¨ªculos, que se instalaron en el pueblo. Las grandes flotas de coches de estas compa?¨ªas han convertido a Aguilar en el municipio de Espa?a con m¨¢s coches por habitante y han vuelto a dar vida a sus arcas locales.
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