Espa?a empuja, pero est¨¢ duro
El paquete de refuerzo de la uni¨®n monetaria qued¨® aparcado en la cumbre de junio
El paquete de refuerzo de la uni¨®n monetaria qued¨® aparcado en la cumbre de junio. Para diciembre. L¨¢stima, pues hay que prepararse para las pr¨®ximas crisis, que ya se otean en forma de desaceleraci¨®n. ?Qu¨¦ puede esperarse de aqu¨ª a fin de a?o?
Sustancialmente, avances en dos cap¨ªtulos. En uni¨®n bancaria, el esquema del cortafuegos para el fondo de resoluci¨®n y liquidaci¨®n bancaria; y en pol¨ªticas de rescates a pa¨ªses, el refuerzo del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE). ¡°Ninguna esperanza¡± para entonces sobre el fondo de garant¨ªa de dep¨®sitos bancarios, susurra una alta fuente europea.
Tambi¨¦n algunos pasos menores, en el mejor de los casos, sobre la capacidad fiscal (fondo de estabilizaci¨®n e inversi¨®n, seguro de desempleo), un presupuesto para la eurozona, o un activo financiero seguro (pre¨¢mbulo lejano de los eurobonos).
Pese al enroque del frente de la reacci¨®n n¨®rdico encabezado por Holanda, y a la debilidad alemana, dos novedades alimentan una t¨ªmida expectativa de cosecha. Una es la perseverancia del agudo nuevo presidente del Eurogrupo, el librepensador (antiausteritario) M¨¢rio Centeno, que intentar¨¢ despiezar el paquete en pro de una mejor digesti¨®n.
Otra: un pa¨ªs mediano-grande como Espa?a, que en este asunto sesteaba, ha vuelto con ¨ªmpetu, y propuestas.
Para la resoluci¨®n bancaria una contribuci¨®n espa?ola es la reclamaci¨®n de que ¡°la toma de decisiones¡± del cortafuegos sea ¡°efectiva, cre¨ªble y r¨¢pida¡± en resolver la reestructuraci¨®n o cierre de un banco, no en vano el primer caso ejecutado fue el (mejorable) del Popular.
As¨ª se incorpor¨® a la Declaraci¨®n de Madrid, firmada por Pedro S¨¢nchez y Emmanuel Macron el 26 de julio. Esos requisitos no se especificaban en la m¨¢s famosa de Meseberg, entre Macron y la canciller Angela Merkel, del 19 de junio.
Tambi¨¦n reclam¨® velocidad a la conversi¨®n del MEDE en un Fondo Monetario Europeo integrado en el sistema comunitario (y no intergubernamental, como ahora, en el que deciden muy pocos Gobiernos): ¡°A su debido tiempo¡±, postulaba el texto franco-espa?ol, frente a ¡°en un segundo momento¡± como propon¨ªa el germano-franc¨¦s.
Esas mejoras son de impacto relativo, lo esencial ser¨¢ doblegar al frente reaccionario ya articulado. Pero denotan un pulso.
Que est¨¢ muy patente en otra propuesta rompedora y que costar¨¢ sangre, sudor y l¨¢grimas (y tiempo), pero era indispensable: la de ¡°insertar¡± o incrustar las ¡°dimensiones sociales¡± en ¡°los procedimientos de coordinaci¨®n econ¨®mica¡±, el llamado semestre europeo y el procedimiento de desequilibrios macroecon¨®micos.
?C¨®mo? Las ideas que se barajan voltear¨ªan el statu quo: incorporar a los ministros de Trabajo a los debates del Eurogrupo; hacer obligatorios los objetivos del ¡°pilar social¡± de 2017 en la pol¨ªtica econ¨®mica; y reforzar al Parlamento como controlador de los esquivos ministros de Econom¨ªa. Ser¨¢ arduo, pero es en los tiempos de reflujo cuando hay que so?ar lo impensable.
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