Francia ofrece aplicar de forma temporal la tasa digital para recuperar el apoyo de Berl¨ªn

Europa afronta el reto de impedir que los negocios tecnol¨®gicos dejen de burlar la tributaci¨®n de sus pa¨ªses. Por ello, un grupo de pa¨ªses encabezado por Francia, Espa?a e Italia ¨Cy hasta hace poco Alemania¡ª han decidido plantarles cara con una tasa comunitaria que grave su volumen de negocio. Las negociaciones de ese tributo arrancaron este s¨¢bado en el consejo informal de ministros de Econom¨ªas y Finanzas (Ecofin) de Viena. Y evidenciaron que los Veintiocho todav¨ªa est¨¢n lejos de la unanimidad.

El rechazo a esa tasa proviene sobre todo de Irlanda, que ha atra¨ªdo a varias de esas compa?¨ªas con su laxa fiscalidad sobre sociedades, y los pa¨ªses n¨®rdicos. Pero las dudas tambi¨¦n llegan desde Berl¨ªn. Ante esos titubeos, este s¨¢bado Francia lanz¨® la propuesta de acordar que el impuesto sea "temporal" y solo se aplique hasta que se alcance un pacto global en el marco de la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®micos (OCDE) para una soluci¨®n mundial.

Los Veintiocho empezaron este s¨¢bado las discusiones sobre la tasa a los gigantes tecnol¨®gicos como Amazon, Google o Facebook a partir de la propuesta que el pasado mes de marzo elabor¨® la Comisi¨®n Europea. Esta consist¨ªa en gravar con un tipo del 3% el volumen de negocio de las plataformas de publicidad online, intermediarias o de venta de datos que facturen m¨¢s de 750 millones de euros a nivel mundial y 50 millones de euros en Europa.

Sin embargo, un nutrido grupo de pa¨ªses argument¨® su rechazo en que esa tasa solo tiene eficacia si se impone de forma global. Los recelos llegaron tambi¨¦n a Alemania, que fue uno de los pa¨ªses que iniciaron la cruzada para que las tecnol¨®gicas paguen por su actividad, y no por los beneficios, para equilibrar la brecha fiscal entre esas corporaciones, que pagan una tasa impositiva media del 9,5% en la Uni¨®n Europea, y las tradicionales, que se dejan m¨¢s del doble, una media del 23,2%.

Oferta francesa

Empe?ado en que el impuesto salga adelante en diciembre, el ministro de Finanzas franc¨¦s, Bruno Le Maire, lleg¨® por la ma?ana con una oferta para disipar las dudas de Berl¨ªn. Y la anunci¨® junto a su colega alem¨¢n, Olaf Scholz. ¡°Proponemos introducir una cl¨¢usula de extinci¨®n¡±, asegur¨®. Esa medida har¨ªa que la tasa acordada estuviera vigente hasta que se produjera una decisi¨®n dentro de la OCDE que ser¨ªa asumida de inmediato por los Veintiocho. ¡°Las dudas de Alemania son comprensibles, pero debemos hallar unas soluci¨®n de aqu¨ª a fin de a?o¡±, a?adi¨®. La propuesta francesa hizo que, pese a pedir ¡°tiempo para debatir¡±, Scholz se mostrara ¡°absolutamente dispuesto a encontrar¡± una f¨®rmula ¡°muy pronto¡±.

Espa?a se aline¨® con la propuesta de la Comisi¨®n Europea y advirti¨® de que, como har¨¢n otra decena de pa¨ªses, en caso de no llegar a un acuerdo el Gobierno aplicar¨¢ su propia tasa. ¡°Lo ideal ser¨ªa tener una soluci¨®n global, pero en su defecto hay que avanzar en el ¨¢mbito europeo y, si no, en el nacional, como ya han hecho otras jurisdicciones¡±, afirm¨® la ministra de Econom¨ªa, Nadia Calvi?o, quien admiti¨® la complejidad de dejar de gravar sobre los beneficios para hacerlo sobre el lugar donde se produce la actividad. Calvi?o explic¨® que sobre la mesa hay ahora seguir avanzando sobre la propuesta de la Comisi¨®n y, en paralelo, explorar un acuerdo en el seno de la OCDE.

A pesar de que Alemania puso sobre la mesa la propuesta de fijar un gravamen m¨ªnimo para todas las multinacionales, finalmente acept¨® seguir debatiendo sobre el gravamen. Tambi¨¦n lo hicieron B¨¦lgica o Luxemburgo, que tradicionalmente han sido reticentes a esa discusi¨®n. En cambio, Irlanda, Dinamarca, Suecia y Finlandia expresaron su rechazo a la tasa. Los argumentos que afloran en contra de la tasa son la posibilidad de que pueda ser un freno a la innovaci¨®n y que pueda suscitar represalias de los Estados Unidos, donde tienen sus cuarteles generales la mayor¨ªa de esos gigantes. ¡°Si Europa trata de resolver este problema sola, corre el riesgo de socavar la cooperaci¨®n fiscal global¡±, sostuvo el ministro de Finanzas irland¨¦s, Pascal Donohoe.