Pagar por todo: el coche del futuro se fija en Ryanair
El cobro por servicios abre la posibilidad de a?adir 33.000 millones de d¨®lares a la cuenta de resultados del sector
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Se dice que el futuro es un lugar c¨®modo donde colocar los sue?os. El de los fabricantes de coches gira alrededor de una idea: ingresar m¨¢s produciendo de forma distinta. Porque el uso intensivo del coche compartido est¨¢ cambiando de manera radical el mercado. Como describe Scott Corwin, director de Deloitte, en la publicaci¨®n Automotive News, caminamos hacia cuatro modelos de movilidad: veh¨ªculos de propiedad y uso personal, coches compartidos, y ambas opciones en su versi¨®n aut¨®noma. ¡°Las formas en las que se usar¨¢n estos cuatro modelos ser¨¢n bastante diferentes entre s¨ª, la dispersi¨®n de la flota a?adir¨¢ complejidad para los fabricantes y los proveedores que prestan servicios a estos mercados¡±. Un estudio de Oliver Wyman (OW) acaba de concretar esta visi¨®n sobre el futuro del autom¨®vil ¡ªel documento se publica cada cinco a?os¡ª y una parte del an¨¢lisis es inequ¨ªvoco: la nueva palabra m¨¢gica se llama ¡°monetizaci¨®n¡±.
Los coches ser¨¢n m¨¢s robustos y funcionales para soportar un uso intensivo
En 2025, esa capacidad adicional de rentabilizar los coches ser¨¢, para los fabricantes, una oportunidad de 33.000 millones de d¨®lares, seg¨²n otro informe de la consultora Frost & Sullivan. ¡°Los clientes de flotas podr¨ªan cambiar el patr¨®n actual de creaci¨®n de valor en la industria¡±, vaticina el documento de OW. ?C¨®mo? Se demandar¨¢n coches m¨¢s robustos, de bajo mantenimiento y funcionales para cumplir con los renovados patrones de disfrute del cliente. En ese futuro (que en algunos casos es presente) habr¨¢ sistemas de autolimpieza de coches (por ejemplo, con pinturas resistentes a las manchas, aspiradoras integradas) o elementos de confort distintos, como asientos de pasajero giratorios, tomas de corriente, cortinas que separen espacio para proporcionar m¨¢s privacidad o butacas reclinables totalmente para viajes de larga distancia. Y por descontado, conexi¨®n de alta velocidad en todos los modelos. Tambi¨¦n en seguridad se esperan cambios, con funciones de emergencia adicionales como un desfibrilador en cada coche o las ya desarrolladas luces l¨¢ser para mejorar el rendimiento.
Pero nada ser¨¢ gratis. El informe habla de nuevos modelos de ingresos e incluso compara lo que podr¨ªa ocurrir en el futuro con lo que ya ha hecho la industria aeron¨¢utica con el bajo coste, deslizando que modelos de negocio como el de Ryanair podr¨ªan tener mucho sentido en automoci¨®n. ¡°Al incorporar componentes que permitan las caracter¨ªsticas de pago por uso, el coste total por veh¨ªculo aumentar¨ªa, mientras que no se generar¨ªan ingresos en la venta a menos que se negocie con precios fijos m¨¢s altos para los fabricantes¡±, seg¨²n OW. ¡°Sin embargo, los ingresos y finalmente las ganancias del pago por uso dependen en gran medida de la aceptaci¨®n del cliente, la consiguiente tasa de adopci¨®n y la disposici¨®n de los fabricantes para transferir los ingresos por pago por uso¡±.
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Alianzas
El pago se extender¨¢ a las motorizaciones o el confort interior, seg¨²n un informe
Los fabricantes parecen m¨¢s que dispuestos a no dejarse atropellar por el progreso, y la prueba es la profusi¨®n de alianzas corporativas con empresas de la nueva econom¨ªa. El a?o pasado Daimler-Benz form¨® con la empresa estadounidense Via una sociedad para crear un sistema con el que reducir el volumen de tr¨¢fico en las ¨¢reas urbanas. Tambi¨¦n ha invertido en Turo, una empresa que permite elegir coche compartido entre 800 modelos distintos, con y sin conductor.?Volkswagen comenz¨® a probar este a?o el MOIA, un concepto de minibus compartido para ciudad y carretera. Tambi¨¦n han desarrollado el prototipo Cedric, que permite la conducci¨®n aut¨®noma apretando un bot¨®n.General Motors invirti¨® 500 millones en Lyft, un fuerte rival de Uber, y aunque esa alianza no va del todo bien, el fabricante sigue comprando empresas de tecnolog¨ªa con la mirada puesta en el uso compartido.
BMW ha hecho lo propio ali¨¢ndose con la firma Scoop Technologies, con sede en California, que ofrece un servicio de uso compartido. Y as¨ª, decenas de movimientos est¨¢n sacudiendo a una industria que tambi¨¦n se prepara para cambiar sus flujos de efectivo, ya que los nuevos ingresos se generar¨¢n solo cuando los clientes utilicen una serie de caracter¨ªsticas que tendr¨¢n los coches del futuro. ¡°El pago por uso podr¨ªa tener un impacto directo en el interior del coche, por ejemplo, con asistencia a la conducci¨®n, o en las funciones exteriores, como luces de l¨¢ser o caracter¨ªsticas de rendimiento que a?adan potencia al coche¡±.
Pero el terreno de lo probable es siempre pantanoso. ¡°Yo lo comparo con una cazuela que empieza a hervir pero no sabemos qu¨¦ se va a cocinar en ella¡±, reflexiona Igor Gorostiaga, director de la asesora Norgesti¨®n. Cree que en ese futuro donde la propiedad del coche no sea esencial, el kil¨®metro recorrido quiz¨¢ sea m¨¢s caro, pero s¨®lo se pagar¨¢ por el consumo efectivo. ¡°Y se generar¨¢n grandes vol¨²menes de informaci¨®n que tambi¨¦n se podr¨¢ monetizar. ?Qui¨¦n lo har¨¢? Es un debate que habr¨¢ que abordar¡±.
Nuevos problemas
Las transformaciones que vive el sector del motor tienen un reflejo real e inmediato en la industria, y Espa?a se juega mucho. Jes¨²s Fern¨¢ndez, director de promoci¨®n e innovaci¨®n en Fagor Ederlan Group, de la Corporaci¨®n Mondrag¨®n, lo explica con un ejemplo. ¡°?C¨®mo me afecta a m¨ª que fabrico ocho millones de discos de freno de hierro? Los coches el¨¦ctricos tienen m¨¢s peso por las bater¨ªas, eso significa que demandan m¨¢s potencia inmediata de frenada (es decir, discos de mayor di¨¢metro) pero tambi¨¦n pueden utilizar el motor como freno, lo que har¨¢ que se desgasten menos. Ahora puede ser normal que los discos se cambien una o dos veces en una vida de 10 a?os del autom¨®vil, pero nos podemos estar acercando al momento que no se cambien. ?Qu¨¦ pasar¨¢ entonces? Puede que las empresas que ahora fabrican repuestos pasen a ser nuestra competencia e inunden el mercado. Y puede ocurrir que, en vez de discos, en la parte trasera necesiten s¨®lo los cl¨¢sicos tambores, que son m¨¢s baratos y dejan menos margen a los fabricantes... Esa reflexi¨®n que nosotros nos hacemos tendr¨¢ distintas respuestas seg¨²n sea el componente, y hay miles¡±. Ambroise Vandewynckele responsable de I+D en el centro tecnol¨®gico gallego Aimen, tambi¨¦n habla de que las posibilidades se van a multiplicar y, con ellas, los problemas. ¡°Antes produc¨ªamos con miles de piezas id¨¦nticas para, por ejemplo, cuatro variantes de un modelo. Ahora son cientos de modelos, y eso afecta a la mec¨¢nica. La reducci¨®n de peso se est¨¢ haciendo cada vez m¨¢s necesaria, y a la vez tenemos que pensar en los cambios de comportamiento de los usuarios. Nosotros trabajamos en nanoestructuras, en displays flexibles, en formas de proyectar hologramas... todo lo que pasa supone un cambio en el comportamiento del pasajero vinculado al coche aut¨®nomo e influir¨¢ en el desarrollo tecnol¨®gico¡±.
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