?Es todav¨ªa posible evitar el Brexit?

Veremos en qu¨¦ acaba de verdad todo el embrollo del Brexit, ahora que Bruselas y Londres han alcanzado un preacuerdo que deber¨ªa ser sometido al Consejo de la UE y ratificado por el Parlamento de Estrasburgo y el Legislativo brit¨¢nico.

El texto conocido aleja la cat¨¢strofe de una salida sin acuerdo y consagra los objetivos que se hab¨ªa marcado la UE en su negociaci¨®n con el Reino Unido, que no ha sido capaz de alcanzar sus metas y, excepcionalmente en la historia de su diplomacia, ha pagado con creces su extrema debilidad interna (un pa¨ªs partido por la mitad) y externa.

Los contenidos del preacuerdo son p¨²blicos y, m¨¢s que pararse en ellos, convendr¨ªa hacerse algunas preguntas pol¨ªticas sobre su destino final. El primer interrogante es si el Brexit es todav¨ªa evitable. La respuesta es s¨ª.

Si el Parlamento brit¨¢nico rechaza el preacuerdo (sea cual sea la intenci¨®n del voto negativo de cada diputado), May podr¨ªa abandonar el Brexit para evitar una salida a las bravas, organizar un segundo y definitivo refer¨¦ndum o (la presi¨®n en ese sentido ser¨ªa considerable) convocar elecciones anticipadas a las que cada partido acudiera con una propuesta clara sobre la relaci¨®n del pa¨ªs con la UE. Tambi¨¦n cabe imaginar la sustituci¨®n de May por otro primer ministro conservador que optara por una de esas tres alternativas.

Evidentemente, en la segunda y en la tercera de las v¨ªas se?aladas, Londres deber¨ªa solicitar congelar la carta que activ¨® el Art¨ªculo 50 (que regula la salida de la Uni¨®n) hasta que las urnas hubieran hablado y el Gobierno (actual o nuevo) adoptara las decisiones oportunas. En ese caso, Bruselas podr¨ªa responder afirmativamente, dejando claro que se paralizar¨ªa el procedimiento en marcha en todos los terrenos, incluyendo que el Reino Unido no elegir¨ªa diputados al Parlamento Europeo en mayo de 2019 a no ser que el refer¨¦ndum rechazara a tiempo el Brexit o, tras unas elecciones generales, se llegara finalmente a id¨¦ntica decisi¨®n y se celebrara una elecci¨®n posterior a los ¡®eurocomicios¡¯ de primavera. De haber segundo refer¨¦ndum, el voto tendr¨ªa las consecuencias correspondientes, en un sentido u otro.

Pero en el caso de ir a elecciones, el nuevo Gobierno brit¨¢nico podr¨ªa mantener el preacuerdo alcanzado esta semana para someterlo de nuevo al Parlamento, proponer una nueva negociaci¨®n a la UE (si esta lo acepta), optar por una salida sin consenso alguno o tambi¨¦n dejar sin efecto la carta de retirada.

Celebrar un nuevo refer¨¦ndum llevar¨ªa tiempo, lo que impedir¨ªa a los brit¨¢nicos participar en las elecciones al Parlamento Europeo por razones de calendario

Y, a su vez, esto ¨²ltimo podr¨ªa hacerse en dos modalidades: retirarla inmediata y definitivamente, mandando el Brexit al ba¨²l de los recuerdos (lo que abrir¨ªa la puerta a elegir eurodiputados en 2019) o convocar un refer¨¦ndum para que la ciudadan¨ªa se pronunciase definitivamente sobre la permanencia del Reino Unido en la UE, cuya celebraci¨®n llevar¨ªa tiempo, lo que presumiblemente impedir¨ªa al pa¨ªs participar en las elecciones al Parlamento Europeo por razones de calendario, algo que podr¨ªa solucionarse con unos comicios parciales a posteriori si los votantes optaran por quedarse. ?Pol¨ªtica ficci¨®n? No lo creen as¨ª millones de brit¨¢nicos que reclaman una segunda consulta ni las organizaciones contrarias al Brexit.

Pero aqu¨ª llega el segundo interrogante. Si se va a un nuevo refer¨¦ndum, ?qu¨¦ defender¨¢ cada partido? Y, sobre todo, si hay elecciones anticipadas, ?qu¨¦ partido con posibilidades de formar Gobierno llevar¨ªa en su programa olvidarse del Brexit o convocar un nuevo refer¨¦ndum? Solo se me ocurren dos: el Laborista y el Liberal.

Probablemente, Corbyn vote contra el preacuerdo en el Parlamento para hacer caer a May y abrir la puerta a unas elecciones anticipadas. ?Pero con qu¨¦ programa ir¨ªa a esa campa?a: abandonar el Brexit, renegociar el preacuerdo pero siempre para irse, o consultar de nuevo a la ciudadan¨ªa? Y las palabras del l¨ªder laborista no son precisamente alentadoras, a no ser que la presi¨®n de los militantes y el electorado le obliguen a recuperar una l¨ªnea preeuropea de la que ¨¦l mismo se ha mostrado alejado, en mi opini¨®n incomprensiblemente.

Conclusi¨®n: todas las cartas (las aqu¨ª escritas y otras m¨¢s) est¨¢n abiertas en una situaci¨®n en la que el Reino Unido se est¨¢ dejando mucho en el camino, aunque a¨²n est¨¦ a tiempo de acertar. Mucho de ello depende de la izquierda, que tendr¨ªa que saber a estas alturas que es dif¨ªcil serlo sin ser europe¨ªsta. En Espa?a siempre se ha tenido claro y va bien.

* Carlos Carnero es director gerente de la Fundaci¨®n Alternativas y ex eurodiputado