El ¨²ltimo cartucho de S¨¢nchez

Todo cambi¨® el 2 de diciembre. Desde ese d¨ªa, en el que los andaluces por primera vez dieron m¨¢s esca?os a la derecha que a la izquierda, el PSOE ha entrado en p¨¢nico ante la posibilidad de perder otras autonom¨ªas, decenas de alcald¨ªas y, al final, La Moncloa. Pedro S¨¢nchez escucha cada d¨ªa la misma pregunta: ?qu¨¦ vamos a hacer para frenar esta ola de derecha? La respuesta llega en forma de Presupuestos, el ¨²ltimo cartucho del presidente para intentar agotar la legislatura y lograr m¨¢s tiempo para frenar esa desmovilizaci¨®n de la izquierda que angustia a socialistas y a dirigentes de Podemos.

Los Presupuestos, m¨¢s que el proyecto para ordenar las cuentas y dirigir la pol¨ªtica econ¨®mica, se han convertido as¨ª en un instrumento contra la oposici¨®n y la ola de pesimismo que se est¨¢ instalando en algunos sectores de izquierda tras el fiasco andaluz. ¡°La mejor manera de luchar contra estas fuerzas que quieren recuperar la nostalgia de un pasado en blanco y negro es tener un proyecto pol¨ªtico s¨®lido, unos Presupuestos que blinden el Estado del bienestar, con los que ganan los estudiantes, los precarios, los j¨®venes, funcionarios, la clase media¡± sentenci¨® la portavoz, Isabel Cela¨¢.

A ratos, la tradicional rueda de prensa de explicaci¨®n de las cuentas parec¨ªa la de presentaci¨®n de un programa electoral. El Gobierno no sabe si lograr¨¢ aprobar los Presupuestos. Lo intentar¨¢ hasta el final, pero si no lo consigue porque los independentistas se niegan, las cuentas y el gran proyecto econ¨®mico para varios a?os que har¨¢ p¨²blico en las pr¨®ximas semanas, llamado ¡°agenda del cambio¡±, ser¨¢n su presentaci¨®n ante la sociedad en unas elecciones adelantadas, sean cuando sean.

Este ¨²ltimo cartucho de la supervivencia de S¨¢nchez, un hombre al que todos han dado por muerto ya demasiadas veces como para que nadie se atreva a apostar contra ¨¦l, es una nueva carambola que depende de una serie de factores impredecibles dentro del independentismo catal¨¢n. Por un lado, el m¨¢s racional, los dirigentes catalanes tienen mucha presi¨®n para aprobar las cuentas y cerrar as¨ª de momento el paso a una derecha que aplicar¨ªa un art¨ªculo 155 permanente. Pero por otro, el m¨¢s sentimental, tienen la presi¨®n de los m¨¢s duros que, en pleno juicio del proc¨¦s, quiere votar no como gesto de rechazo a las dur¨ªsimas condenas que se prev¨¦n para los dirigentes encarcelados. El Gobierno tiene algunos mensajes en p¨²blico y en privado que le hacen ser optimista, pero no se f¨ªa.

Todo se decidir¨¢ en el ¨²ltimo minuto. Nadie ha olvidado que Carles Puigdemont ten¨ªa decidido convocar elecciones y evitar la declaraci¨®n de independencia en octubre de 2018, y en el ¨²ltimo momento cambi¨® de opini¨®n cuando algunos en las calles le acusaban de traidor. Puigdemont, ahora en B¨¦lgica, no tiene tanta fuerza como entonces, pero sigue siendo decisivo. No en vano el lunes la ejecutiva entera de PDeCAT se traslada all¨ª para discutir con ¨¦l la estrategia.

El Gobierno hace lo que est¨¢ en su mano para seducir a los catalanes. Mar¨ªa Jes¨²s Montero, la ministra de Hacienda, ha cerrado unas cuentas que cumplen con el 18% de inversiones que marcaba el Estatut. Pero sobre todo prepara su discurso electoral para frenar a la derecha. ¡°Con los Presupuestos combatimos la desigualdad como un ant¨ªdoto frente al caldo de cultivo del que se est¨¢n nutriendo los populismos¡±, clam¨® la ministra. El Ejecutivo sacar¨¢ hasta la ¨²ltima gota de jugo pol¨ªtico a unas cuentas nacidas en precario pero que a¨²n podr¨ªan salir adelante.