?Tiene apoyo la renta b¨¢sica?

?Qu¨¦ nivel de aceptaci¨®n es capaz de alcanzar en la opini¨®n p¨²blica una propuesta tan innovadora como la renta b¨¢sica (RB) universal? Hasta la fecha, el ¨²nico refer¨¦ndum celebrado al respecto es el de Suiza en junio de 2016, cuando un 76,9% de los votantes la rechaz¨®. Una alternativa son las encuestas de opini¨®n. Sin embargo, los resultados no suelen coincidir demasiado. Ello resulta esperable por diversos motivos, que aconsejan un cierto escepticismo: desde la inexistencia de la RB hasta la diversa formulaci¨®n de las preguntas pasando por la confusi¨®n sobre la idea, que a menudo se confunde con rentas m¨ªnimas condicionales a carecer de ingresos suficientes.

Adicionalmente, la diferencia entre el apoyo abstracto a la propuesta y el expresado cuando se conocen sus costes fiscales puede ser considerable. Dos ejemplos claros son la encuesta IPSOS-MORI de la Universidad de Bath para el Reino Unido en 2017 y la llevada a cabo por KELA (la Seguridad Social de Finlandia) en 2015, como estudio preparatorio del experimento piloto sobre RB. En el primer caso, el apoyo a una RB alcanzaba el 48% (frente a un 44% de rechazo); sin embargo, ese apoyo bajaba al 29% cuando se mencionaba la posibilidad de que la RB implicase subir los impuestos. En el caso finland¨¦s, el apoyo abstracto se elevaba al 69,3%; pero cuando se presentaban diversos escenarios (inspirados en simulaciones realistas) de cuant¨ªas de RB m¨¢s la subida fiscal necesaria para financiarlas, la mayor¨ªa se tornaba contraria, alcanzando hasta el 65% de rechazos.

La Encuesta Social Europea (ESS) contiene en su ¨²ltima edici¨®n (2016) una elaborada pregunta sobre el apoyo a la RB. Las respuestas muestran que en la mitad de pa¨ªses europeos hay mayor¨ªas favorables, aunque pocas veces abrumadoras, y que muchos pa¨ªses con Estados de bienestar altamente desarrollados albergan mayor¨ªas claramente contrarias a la RB. Significativamente, la ESS tambi¨¦n pregunta por una renta m¨ªnima europea condicionada a que los ingresos del hogar est¨¦n bajo el umbral de la pobreza. Es interesante comprobar que dicha propuesta obtiene un apoyo superior a la RB en todos los pa¨ªses excepto en Finlandia, y, por escaso margen, el Reino Unido y Holanda.

Finalmente, existen problemas de consistencia en las opiniones. Contra lo que ser¨ªa esperable, en todos los pa¨ªses hay un alto porcentaje de los que se han mostrado partidarios de una RB universal que afirman tambi¨¦n estar a favor de que las prestaciones se focalicen solo hacia los m¨¢s pobres; ese porcentaje es incluso mayoritario y superior al de la poblaci¨®n en general. Estos resultados sugieren que o bien la idea de la RB no es bien comprendida por muchos entrevistados incluso cuando se les expone con precisi¨®n, o bien que el ¡°apoyo¡± expresado es muy vol¨¢til y dependiente del contexto. Ello aconsejar¨ªa tanto a partidarios como a detractores elegir cuidadosamente sus marcos de discurso sobre el tema.

Jos¨¦ Antonio Noguera es profesor de Sociolog¨ªa de la Aut¨®noma de Barcelona. Este art¨ªculo ha sido elaborado por Agenda P¨²blica para EL PA?S