Reformas que son de nuevo postergadas
La ola de desaceleraci¨®n que experimentan las econom¨ªas europeas ha alcanzado la pen¨ªnsula Ib¨¦rica mostrando su lado m¨¢s amable: frente a las rebajas de las previsiones de crecimiento de nuestros socios europeos, tanto la Comisi¨®n Europea como el FMI mantienen, b¨¢sicamente, las mismas m¨¦tricas de crecimiento para la econom¨ªa espa?ola durante este a?o 2019. Si acompa?amos estas previsiones con los indicadores adelantados de la AIReF para el primer trimestre, que estima un crecimiento de un 0,7%, se puede afirmar sin temor a graves desviaciones que la econom¨ªa espa?ola resiste bien el clima de desaceleraci¨®n. La noticia es, en s¨ª misma, positiva, pero no deja de contener letra peque?a: en un contexto de desacople de la econom¨ªa espa?ola del ciclo de nuestros socios europeos, y con bajos tipos de inter¨¦s, la probabilidad de acumular nuevos desequilibrios se incrementa notablemente, particularmente a trav¨¦s del sector exterior, que ya ha dado los primeros signos de deterioro.
La respuesta a esta situaci¨®n deber¨ªa estar dirigida a aprovechar lo que queda de momento de crecimiento para fortalecer la posici¨®n de la econom¨ªa espa?ola en los aspectos en los que mantiene debilidades estructurales: una alta tasa de desempleo, una posici¨®n fiscal todav¨ªa muy fr¨¢gil, una productividad de nuevo menguante y un nivel de desigualdad econ¨®mica y social que apenas ha remitido desde los a?os del ajuste.
El tiempo corre en contra y la ventana de oportunidad est¨¢ a punto de cerrarse. Urge actuar con responsabilidad
A afrontar estos problemas deber¨ªa haberse dedicado esta legislatura, la m¨¢s corta de la democracia. Sin embargo, la ausencia de mayor¨ªas parlamentarias s¨®lidas y, en el ¨²ltimo periodo, el enfrentamiento entre la mesa del Congreso de los Diputados, el pleno, y el Gobierno ha dificultado, si no imposibilitado, el desarrollo legislativo, uno de los menos productivos en t¨¦rminos de leyes aprobadas. A dos semanas de la disoluci¨®n de las Cortes, 31 proyectos de ley del Gobierno y 21 proposiciones de ley presentadas por los grupos parlamentarios se encuentran en alg¨²n tipo de tr¨¢mite parlamentario. As¨ª, quedan en el aire iniciativas como la ley de cambio clim¨¢tico y transici¨®n energ¨¦tica, la puesta en marcha de los nuevos impuestos sobre transacciones financieras o sobre servicios digitales, la b¨²squeda de sostenibilidad del sistema de pensiones o la modificaci¨®n de la reforma laboral de 2012.
La agenda legislativa no ha sido lo ¨²nico paralizado: el Gobierno anunci¨®, una semana antes de la convocatoria de las elecciones, el gran proyecto que representa la Agenda del Cambio. La Agenda es un set de pol¨ªticas econ¨®micas y reformas impulsadas y coordinadas desde el Ministerio de Econom¨ªa y Empresa, que inclu¨ªan reformas relacionadas con la promoci¨®n de la competitividad, la lucha contra la desigualdad, el impulso a la recualificaci¨®n de los recursos humanos, el fomento de la I+D o la aceleraci¨®n de la transici¨®n ecol¨®gica. Por primera vez desde la tristemente malograda Ley de Econom¨ªa Sostenible de 2010, Espa?a presentaba una ambiciosa iniciativa reformista, articulando un conjunto coherente de medidas dirigidas a robustecer el crecimiento a largo plazo de la econom¨ªa espa?ola.
Con el decaimiento de muchos de estos proyectos, incluyendo el propio desarrollo del proyecto de Presupuestos Generales del Estado, Espa?a corre el riesgo de volver al punto de partida. La nueva mayor¨ªa resultante de las elecciones puede no sentirse concernida por estas iniciativas ya lanzadas, y es bastante probable que, sea cual sea la composici¨®n de las Cortes, algunas de ellas se abandonen definitivamente.
Los meses de incertidumbre que se abren afectar¨¢n tambi¨¦n al desarrollo e implementaci¨®n de numerosas reformas que siguen siendo imprescindibles. Espa?a mantiene una desigualdad inaceptable, un mercado de trabajo dual con un alto nivel de desempleo, una productividad que no despega, no ha logrado encontrar todav¨ªa un modo de garantizar la sostenibilidad de las pensiones, tiene que hacer frente a la reducci¨®n de emisiones de gases de efecto invernadero y debe reconstruir su da?ado ecosistema innovador. Aspectos todos ellos donde los retrasos pueden incrementar la necesidad de tomar medidas no deseables en el futuro. Si la desaceleraci¨®n se acent¨²a, la adopci¨®n de algunas reformas implicar¨¢ un mayor impacto social y una mayor contestaci¨®n por parte de la opini¨®n p¨²blica. El tiempo corre en nuestra contra y la ventana de oportunidad reformista est¨¢ a punto de cerrarse. Urge actuar con responsabilidad y pensando en el largo plazo.
Jos¨¦ Mois¨¦s Mart¨ªn es economista y consultor.
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