La falta de lluvias amenaza las cosechas

La sequ¨ªa vuelve a golpear al sector agrario. Tras un arranque de 2018 generoso en lluvias, con los pantanos recuperados y grandes cosechas en cereales, olivar o vi?edo, el invierno que acaba de finalizar, con ausencia de precipitaciones y elevadas temperaturas, amenaza a las mismas producciones a las que se suman las frutas y los pastos para las caba?as ganaderas extensivas. El calor ha provocado un desarrollo adelantado de la floraci¨®n en los cultivos que corren los riesgos de las heladas habituales de los pr¨®ximos dos meses.

La ausencia de lluvia en invierno, con 98 litros por metro cuadrado en el periodo, ¡ªla mitad que el a?o pasado y con un febrero que fue el mes m¨¢s seco en lo que va de siglo¡ª ha colocado en riesgo las producciones de cereales de invierno, con una superficie superior a los seis millones de hect¨¢reas. Preocupan las zonas m¨¢s al sur de Castilla y Le¨®n, como Segovia, ?vila, Salamanca, y toda la comarca de Tierra de Campos. Para el responsable de cereales de Coag, Jos¨¦ Roales, la situaci¨®n ser¨ªa catastr¨®fica ¡°si no hay lluvias en dos semanas¡±. La falta de agua est¨¢ retrasando la siembra de otras producciones de herb¨¢ceos. Los primeros cereales de invierno corren igualmente graves riesgos en la zona centro, Andaluc¨ªa y Extremadura y, seg¨²n los datos manejados por Agroseguro, ya hay zonas en Toledo, Murcia o Albacete donde los da?os ya son irreversibles. La falta de precipitaciones incide en los pastos de la zona centro y en provincias extreme?as y andaluzas. El olivar y el vi?edo tambi¨¦n podr¨ªan sufrir las consecuencias.

Buen nivel de reservas

El ¨²nico dato favorable es que, gracias a las lluvias abundantes del pasado a?o, la reserva hidr¨¢ulica se encuentra al 58,5%, lo que supone la capacidad para aplicar riegos a unas 900.000 hect¨¢reas de cereal, a otras 820.000 hect¨¢reas de olivar y a otras 390.000 hect¨¢reas de vi?edo. El problema es que los riegos suponen un coste a?adido. En el caso de los secanos, los agricultores est¨¢n reteniendo la aplicaci¨®n de abonos de cobertera por temor a aumentar sus costes de producci¨®n ante una cosecha que se presenta llena de interrogantes.

Seg¨²n los datos manejados por las compa?¨ªas aseguradoras, sobre una superficie de casi siete millones de hect¨¢reas de cultivos herb¨¢ceos, esta campa?a se han asegurado casi tres millones.