Las dos cenas de banqueros y caballeros: en el cielo no hay sangre

La crisis de Bankia, el elefante en la habitaci¨®n, supuso tal terremoto en el Gobierno, en el Banco de Espa?a y en el sector financiero que su soluci¨®n se sali¨® de la ortodoxia. El BCE, el FMI y hasta la Reserva Federal presionaban a las autoridades para que solucionaran la crisis de Bankia, que era el problema clave de Espa?a, pa¨ªs que pod¨ªa llevarse por delante el euro, dec¨ªan. Y Bankia, que ya ten¨ªa 4.465 millones del Estado, necesitaba m¨¢s dinero para mantenerse a flote. Su presidente, el todopoderoso Rodrigo Rato, quer¨ªa la ayuda sin dejar el cargo, lo que va contra la l¨®gica financiera.

Solo bajo este ambiente de m¨¢xima tensi¨®n se explica que el entonces ministro de Econom¨ªa, Luis de Guindos, convocara a cenar a Rato con sus competidores: Emilio Bot¨ªn, Francisco Gonz¨¢lez e Isidro Fain¨¦, presidentes del Santander, BBVA y La Caixa, en dos ocasiones, para decidir el futuro de Bankia. Pidi¨® opini¨®n a los que m¨¢s se pod¨ªan beneficiar de que cayera el banco.

Guindos, adem¨¢s, aprovech¨® que el gobernador, Miguel Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, no estaba en Madrid, lo que les dio un aire clandestino. Fueron, probablemente, el punto ¨¢lgido de la crisis bancaria e institucional que supuso la debacle, cuya factura superar¨¢ los 50.000 millones.

Ninguno de los cinco poderosos que se reunieron el 4 y el 6 de mayo de 2012, viernes y domingo, en el Ministerio de Econom¨ªa siguen en sus cargos por diferentes razones (al margen del fallecido Bot¨ªn). Tuvieron dos cenas, ¡°frugales¡± de hora y media, seg¨²n dijo Bot¨ªn en 2013 ante el juez y les citaron a las 21 horas.

Pero las versiones de lo discutido no coinciden. Guindos, Fain¨¦ y Bot¨ªn afirman que no se pidi¨® la dimisi¨®n de Rato, pero ¨¦ste (el m¨¢s interesado) y Gonz¨¢lez dicen que s¨ª. ¡°Yo le dije [a Rato] que lo mejor era que dimitiera porque no iba a poder conseguir el dinero¡± que necesitaba Bankia ¡°y Guindos asinti¨®¡±, dijo FG.

El excasitodo del PP dijo que el ministro le ¡°exigi¨® la dimisi¨®n¡± y lo hizo al d¨ªa siguiente. Probablemente en aquellas cenas Gonz¨¢lez fue el mejor aliado de Guindos, aunque la relaci¨®n entre ambos no pod¨ªa ser m¨¢s distante. Rato se meti¨® en su b¨²nker y lo pag¨® caro. La situaci¨®n fue violenta para Fain¨¦ y Bot¨ªn, que anteriormente (tras su salida del FMI) hab¨ªan contratado a Rato en sus bancos. Es posible que solo Gonz¨¢lez exigiera la dimisi¨®n porque ¡°en el cielo no hay sangre¡±, dicen altos ejecutivos. Pero s¨ª hay v¨ªctimas.