Luces y sombras de una legislatura europea
La UE debe trabajar de forma urgente para crear un marco de gobernanza que haga frente a nuevas crisis asim¨¦tricas
Las elecciones europeas de 2019 ofrecen un momento adecuado para valorar los resultados de la gesti¨®n de las instituciones europeas tras los tormentosos acontecimientos de la crisis econ¨®mica y financiera que azot¨® la eurozona entre los a?os 2009 y 2014. La Comisi¨®n Juncker llegaba con el objetivo de relanzar el crecimiento econ¨®mico y la cohesi¨®n, incrementar las inversiones productivas y avanzar en el mercado ¨²nico, reformar la gobernanza de la zona euro y resta?ar las heridas abiertas durante la crisis entre el norte y el sur de la Uni¨®n Europea (UE).
Los resultados, tras cinco a?os de gesti¨®n, deben considerarse mixtos. Por el lado de los ¨¦xitos, Juncker ha desarrollado un activismo pol¨ªtico dirigido a mejorar las condiciones de crecimiento de la Uni¨®n, particularmente con la puesta en marcha del Plan de Inversiones para Europa que, tras un comienzo titubeante, ha conseguido movilizar hasta 392.000 millones de euros, en proyectos distribuidos por el conjunto del territorio de la Uni¨®n. A este considerable esfuerzo, debe a?adirse el est¨ªmulo proporcionado por los 649.000 millones de euros de fondos estructurales, sumando un impulso inversor que supone algo m¨¢s de un bill¨®n de euros, o, lo que es lo mismo, ligeramente inferior al 2% del PIB acumulado de toda la UE. Es indudable que este impulso ha contribuido a mejorar las perspectivas de crecimiento y empleo de la Uni¨®n, aunque quiz¨¢ deba considerarse insuficiente.
Del lado de la pol¨ªtica comercial, la UE aprob¨® el acuerdo de asociaci¨®n con Canad¨¢, el primero de una nueva generaci¨®n de acuerdos, que se complet¨® con la entrada en vigor del tratado con Jap¨®n este mismo a?o, constituyendo as¨ª el ¨¢rea de intercambio comercial m¨¢s grande del planeta. En el lado del debe, cabe situar las estancadas negociaciones con Estados Unidos, definitivamente abandonadas en abril de 2019. La Uni¨®n Europea se encuentra ante un socio comercial, los Estados Unidos de Trump, que ha transformado la cooperaci¨®n econ¨®mica en una amenaza de guerra comercial, afectando gravemente las previsiones del comercio internacional y debilitando los fundamentos del crecimiento europeo.
Atendiendo a la Europa social, destaca la puesta en marcha del Pilar Social, que acompa?ar¨¢ al proceso de gobernanza econ¨®mica estableciendo una serie de est¨¢ndares en materia de condiciones de trabajo, de igualdad de oportunidades en el empleo y de inclusi¨®n social. El pilar debe complementar los esfuerzos desarrollados en protecci¨®n social en el ¨¢mbito europeo, en un momento en el que la desigualdad amenazaba la cohesi¨®n de buena parte de las sociedades europeas.
Pero donde el resultado ha sido m¨¢s decepcionante es en la reforma de la eurozona. Pese a avances como el desarrollo de la Uni¨®n Bancaria, o la creaci¨®n y activaci¨®n del Mecanismo Europeo de Estabilidad, los avances han sido muy pocos, y esas pocas mejoras son demasiado t¨ªmidas. La negativa de los pa¨ªses del norte, configurados en torno a la denominada ¡°nueva liga hanse¨¢tica¡±, a utilizar los recursos fiscales para asegurar los mecanismos de control, mitigaci¨®n y mutualizaci¨®n de riesgos ¡ªcomo un aut¨¦ntico presupuesto de la eurozona, el seguro de desempleo europeo, o un backstop fiscal s¨®lido como para dar credibilidad a la Uni¨®n Bancaria¡ª han reducido las probabilidades de construir una respuesta eficaz en caso de nuevos shocks asim¨¦tricos. La flexibilizaci¨®n de los criterios de d¨¦ficit ha resultado poco ¨²til y las reglas fiscales mantienen par¨¢metros muy similares a los existentes antes de la crisis. En todo este tiempo, lo m¨¢s innovador ha sido la audacia de Mario Draghi al frente del Banco Central Europeo (BCE), con su pol¨ªtica no convencional, que ha tocado ya a su fin.
En un contexto en el que el crecimiento econ¨®mico europeo se debilita, con altas tasas de deuda p¨²blica todav¨ªa por digerir, y con el arsenal de la pol¨ªtica monetaria del BCE pr¨¢cticamente agotado, es necesario retomar la agenda econ¨®mica europea. La UE no s¨®lo debe reforzar y ampliar su dimensi¨®n inversora para lograr una mayor competitividad, sino seguir trabajando, y de manera urgente, en facilitar un marco de gobernanza econ¨®mica que permita hacer frente a eventuales nuevas crisis asim¨¦tricas. De lo contrario, una nueva recesi¨®n puede poner al continente, de nuevo, frente a su en¨¦sima crisis existencial.
Jos¨¦ Mois¨¦s Mart¨ªn es economista y consultor
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