Los precios imbatibles de Turqu¨ªa hacen sombra al turismo espa?ol
El pa¨ªs aspira a lograr 50 millones de visitantes este a?o. T¨²nez y Egipto tratan de dejar atr¨¢s la inestabilidad
Una gu¨ªa explica en portugu¨¦s a una pareja brasile?a c¨®mo fue tra¨ªdo a Constantinopla el obelisco del fara¨®n egipcio Tutmosis III. Un poco m¨¢s all¨¢, una treintena de turistas chinos aprovechan los cinco minutos libres que tienen antes de entrar en la Mezquita Azul para hacerse selfis junto a la columna serpentina. Son las 10.20 y la plaza de Sultanahmet, el coraz¨®n de la ciudad antigua en Estambul, bulle de turistas, gu¨ªas y vendedores de cualquier cosa vendible.
El 12 de enero de 2016, a esta misma hora y en este mismo lugar, un militante del Estado Isl¨¢mico (ISIS) hizo estallar su cintur¨®n explosivo matando a 13 turistas e hiriendo a otros tantos. Fue el inicio de un a?o horrible para Turqu¨ªa, con m¨¢s de 300 muertos en una veintena de atentados de grupos yihadistas o nacionalistas kurdos, muchos de ellos planificados para da?ar el turismo, uno de los pilares de la econom¨ªa. Los atentados, unidos al intento de golpe de Estado ese verano y la represi¨®n pol¨ªtica que sigui¨®, adem¨¢s del enfrentamiento con pa¨ªses como Rusia, EE UU, Alemania y Holanda, supusieron un duro golpe para un sector que so?aba con alcanzar o, cuando menos, acercarse a las cifras de Espa?a.
Turqu¨ªa ha logrado neutralizar a las c¨¦lulas del ISIS y del entramado kurdo PKK. ¡°Adem¨¢s, los visitantes y el propio Gobierno han sabido separar las cuestiones pol¨ªticas de las comerciales¡±, explica Iskender ?ayla, presidente de Delicias Tour y miembro de la Uni¨®n de Agencias de Viaje de Turqu¨ªa (T?RSAB), poniendo como ejemplo que Estambul se ha convertido en el nodo de los israel¨ªes para viajar al resto del mundo, pese a que las relaciones entre ambos pa¨ªses son malas. As¨ª que los n¨²meros vuelven a sonre¨ªr. 2018 fue a?o de r¨¦cords: 46 millones de visitantes del exterior, incluidos 6,6 millones de turcos de la di¨¢spora. ¡°Los hoteles que hab¨ªan cerrado durante los a?os de crisis han vuelto a abrir¡±, dijo Erkan Yagci, de la asociaci¨®n de hoteleros AKTOB, a la agencia Anadolu.
Aparte de la mayor estabilidad del pa¨ªs, otra de las razones del regreso del turismo a Turqu¨ªa es la econ¨®mica. En los ¨²ltimos cinco a?os, la lira ha perdido el 65% de su valor, lo que hace que, aunque los hoteles hayan subido en el ¨²ltimo a?o, el coste de visitar Turqu¨ªa sea muy econ¨®mico, dice Kerem K?fteoglu, presidente de la Asociaci¨®n de Escritores y Periodistas Tur¨ªsticos (T?YED): ¡°Con 300 euros, un turista puede pasar unas peque?as vacaciones como un rey en Fethiye¡±, localidad de la Costa Turquesa con bellos parajes naturales.
Con sus 8.372 kil¨®metros de litoral, el principal atractivo de Turqu¨ªa, adem¨¢s de su extenso y variado patrimonio cultural, es el sol y playa. Y la provincia de Antalya es la reina de este turismo. Ah¨ª, hace un par de meses que se han plantado flores, repintado fachadas, acondicionado playas, tumbonas y sombrillas, preparados para una temporada de n¨²meros nunca vistos. En los primeros cuatro meses de 2019 ha acogido a cerca de dos millones de turistas, y espera batir el r¨¦cord de 2018, cuando recibi¨® 13 millones (cifras similares a Canarias y Baleares). Se estima que este a?o 16 millones de extranjeros, especialmente rusos, alemanes y brit¨¢nicos, se broncear¨¢n en sus playas. ¡°El todo incluido que ofrece la Costa Turquesa no compite solo por el precio, sino por su calidad. Las infraestructuras son buenas y los hoteles de gran calidad¡±, afirma ?ayla: ¡°Por ejemplo, muchos tienen playas privadas, algo que no ocurre en Espa?a. Y un cliente de dinero prefiere ir directamente a la playa del hotel y no tener que buscar espacio en la p¨²blica¡±.
Las provincias costeras de Antalya y Mugla, la de Esmirna (con playa y sitios arqueol¨®gicos como ?feso) y la de Estambul (cultura y compras) concentran el 75% de los extranjeros. ¡°Si en solo cuatro de nuestras 81 provincias tenemos tanto turismo, significa que a¨²n hay mucho potencial por explotar, debemos repartir el turismo por todo el pa¨ªs¡±, opina K?fteoglu. Se han hecho intentos, como abrir las verdes costas del norte al turismo ¨¢rabe: en 2017, m¨¢s de medio mill¨®n de saud¨ªes y kuwait¨ªes visitaron la regi¨®n del mar Negro. ¡°Turqu¨ªa, que tiene un sector tur¨ªstico muy din¨¢mico, en estos a?os dif¨ªciles ha podido atraer visitantes de otros mercados y sectores. Por ejemplo, el turismo sanitario [empezando por los ya famosos implantes capilares] ha crecido un 500%¡±, sostiene ?ayla.
Baja el gasto medio
Aunque los ingresos por turismo crecen (cerca de 30.000 millones de d¨®lares en 2018) y este a?o suben un 4%, la crisis de la lira ha acentuado la tendencia a gastar menos: de 750 d¨®lares por visita hace un lustro a los 600-650 actuales. De ah¨ª las campa?as para seducir a la di¨¢spora turca o al turismo de lujo: ¡°Hemos organizado ferias para atraer a los oligarcas rusos, chinos o indios, que gastan 7.000 d¨®lares por persona en cada visita¡±, explica K?fteoglu: ¡°Todo sin desmerecer al fontanero o electricista alem¨¢n, el turismo de masas, porque aunque gaste menos da de comer a mucha gente¡±.
En la otra orilla del Mediterr¨¢neo tambi¨¦n intentan quitarse de encima los a?os de inestabilidad iniciados con la primavera ¨¢rabe. Egipto a¨²n sue?a con el r¨¦cord de 14 millones de turistas extranjeros de 2010. Desde la revuelta de 2011, el golpe de Estado de 2013 y, especialmente, los atentados de grupos islamistas contra objetivos tur¨ªsticos, como el derribo de un avi¨®n de pasajeros ruso en 2015, se redujeron las llegadas en un pa¨ªs en el que el 12% de su fuerza laboral se dedicaba al turismo. ¡°Muchas empresas han tenido que cerrar y todas hemos reducido personal. Nosotros hemos aguantado gracias a los ahorros de a?os anteriores¡±, explica Maricel Bea, vicepresidenta de Galaxia Group, empresa hispano-egipcia especializada en viajes de gama alta.
Es cierto que en los dos ¨²ltimos a?os el turismo en Egipto ha comenzado a repuntar: en 2017 llegaron ocho millones de visitantes y el a?o pasado 11 millones, lo que hace augurar un buen verano. ¡°No va a ser el boom que algunos esperaban, pero la playa est¨¢ funcionando bien. Esperamos que se alcance una ocupaci¨®n cercana al 75%, lo cual ser¨ªa muy buena noticia¡±, opina Bea, quien tambi¨¦n se queja de que algunos operadores han tirado los precios por los suelos para atraer turistas: ¡°Egipto es un pa¨ªs que se ha encarecido, la electricidad ha subido un 200%, la inflaci¨®n es alta. Por eso no se entiende que vendan viajes por debajo del precio de coste y luego intenten sacar el dinero a trav¨¦s de excursiones y otros extras, porque eso hace da?o al turismo que viene¡±.
T¨²nez ha sufrido un proceso similar al de Egipto, con una aguda ca¨ªda del n¨²mero de visitas despu¨¦s de 2011 y, sobre todo, tras dos ataques del ISIS en 2015 contra turistas en la playa de Susa y el Museo Nacional del Bardo. Pero el ¨²nico pa¨ªs en el que la primavera ¨¢rabe triunf¨® y desemboc¨® en una verdadera transici¨®n democr¨¢tica se ha recuperado y en 2018 registr¨® su r¨¦cord hist¨®rico de visitantes extranjeros: 8,3 millones, cifra que este a?o se espera que suba por encima de nueve millones, especialmente gracias a los resorts costeros de Susa, Hammamet y la isla de Yerba. A medida que la seguridad ha mejorado, Alemania, Francia y el Reino Unido han dejado de recomendar a sus ciudadanos no viajar a T¨²nez, lo que ha contribuido a incrementar el turismo junto al acuerdo alcanzado con la Uni¨®n Europea para liberalizar los vuelos y acabar con el monopolio de la aerol¨ªnea estatal Tunisair.
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