C¨¢diz y su idilio tard¨ªo con los grupos hoteleros

De los 260 kil¨®metros de la costa de C¨¢diz, m¨¢s de la mitad son playas de arena fina. Del litoral atl¨¢ntico al mediterr¨¢neo, casi un 30% del territorio de la provincia forma parte de sus seis parques naturales. Pero estos datos ¡ªy encantos¡ª no son nuevos. Ya estaban ah¨ª antes siquiera de que se convirtiesen en un mantra habitual de quien suele vender esta provincia andaluza como destino. Lo in¨¦dito es que ahora estos piropos se han transformado en un idilio tard¨ªo de las cadentas hoteleras con la costa gaditana.

¡°C¨¢diz est¨¢ de moda y lo bueno de ser empresario aqu¨ª es que todo est¨¢ por hacer¡±, resume Stefaan De Clerck, presidente de la Asociaci¨®n Provincial de Hoteles. A la par de que peri¨®dicos internacionales como The New York Times dedican art¨ªculos a las bondades de la zona, localidades gaditanas como Vejer, Barbate, Tarifa, Conil o la propia capital anuncian nuevos proyectos hoteleros que har¨¢n subir el n¨²mero de camas en la provincia en los pr¨®ximos a?os. Solo el hotel que la cadena Barcel¨® ya ha empezado a construir en Conil dotar¨¢ a C¨¢diz de 210 habitaciones m¨¢s a partir del verano del a?o que viene.

Con ese hotel de playa y con otro urbano que proyecta levantar en la capital, el grupo mallorqu¨ªn tendr¨¢ seis establecimientos en la provincia y 1.129 habitaciones. Se sumar¨¢n a las 2.500 plazas que, desde 2007, se han ido creando hasta elevar la capacidad de la zona a 39.170 camas que los establecimientos gaditanos ofrecieron en 2018, seg¨²n datos de la Junta de Andaluc¨ªa. El incremento viene bien al tambi¨¦n creciente n¨²mero de viajeros, principalmente espa?oles y alemanes, que visitan la zona: de los 2,43 millones de personas que visitaron C¨¢diz en 2007 se pas¨® a los 2,64 millones de 2018. El crecimiento se convierte en una peque?a gesta si se tiene en cuenta que la crisis hizo caer el n¨²mero de turistas en 2012 a 2,09 millones.

En estos a?os de subidas y bajadas, poco ha cambiado en el destino para hacerlo m¨¢s atractivo de lo que ya pod¨ªa serlo en el gran boom tur¨ªstico que vivi¨® el sur espa?ol y la vecina Costa del Sol en los a?os 60 y 70. La militarizaci¨®n de la costa de C¨¢diz, clave por su situaci¨®n en el Estrecho, mantuvo grandes ¨¢reas expeditas en el litoral. Tampoco atrajo a los hoteleros de entonces el fuerte viento que, a veces, impera en C¨¢diz. Eso fue suficiente hasta que la primera Ley de Costas de 1988 puso los primeros impedimentos a la especulaci¨®n de rascacielos y paseos mar¨ªtimos que vivieron masivamente otras ciudades de Espa?a.

El arquitecto Antonio Fern¨¢ndez sabe bien lo que fue aquella transici¨®n en la costa. ?l se encarg¨® de desarrollar como arquitecto municipal de Chiclana la urbanizaci¨®n Novo Sancti Petri en 1986. ¡°Retranqueamos m¨¢s all¨¢ de lo que acab¨® marcando la ley, respetamos las torrenteras. Fue duro convencer de edificaciones con no m¨¢s de tres alturas, era ir en contra de lo que se estaba haciendo entonces¡±, rememora. Pero lo consiguieron, el Novo y su modelo respetuoso con la playa de la Barrosa sigue siendo la mayor concentraci¨®n de grandes hoteles de una provincia donde playas v¨ªrgenes como Bolonia, El Palmar o Valdevaqueros son a¨²n habituales.

Ahora ¡°ese mar salvaje y naturaleza potente¡±, como lo define el director regional de Barcel¨® en Andaluc¨ªa, Gaspar S¨¢ez, se ha convertido en ¡°una zona de mucha proyecci¨®n¡± para su empresa. Tambi¨¦n lo es para De Clerck y su cadena Hace que cuenta con cinco grandes hoteles en C¨¢diz: ¡°Estamos en una costa privilegiada, protegida y poco vulnerada en la que no se han cometido los errores del pasado de otras zonas hoy saturadas. Eso nos da ventaja competitiva¡±.

Es justo lo que sienten en Barbate, donde desde hace tres a?os vieron cambiar su suerte gracias a un festival y, tras a?os ligados a una imagen de pobreza, desempleo y narcotr¨¢fico, ¡°los inversores no paran de llamar¡±, reconoce Javier Rodr¨ªguez, teniente de alcalde de la localidad. Quieren invertir en las m¨¢s de siete ¨¢reas que el municipio tiene proyectadas para su principal n¨²cleo poblacional y pedan¨ªas como Zahara de los Atunes o Los Ca?os de Meca. ¡°Barbate est¨¢ por explotar. Confiamos en triplicar las plazas hoteleras solo del pueblo en los pr¨®ximos a?os¡±, explica el edil.

Malas conexiones

Pero Barbate, El Puerto o Rota no se est¨¢n exentas del lastre de las conexiones en su crecimiento. ¡°Puedo inventarme el mundo, pero si no tengo c¨®mo llegar...¡±, denuncia Sa¨¦z. La provincia adolece de proyectos de desdoblamiento de carreteras y del desarrollo de autov¨ªas que dificultan la llegada del turista a localidades como Tarifa. El proyecto del tren de alta velocidad a¨²n est¨¢ por resolver para C¨¢diz y ¡°el aeropuerto de Jerez se ve perjudicado con respecto a los de Sevilla o M¨¢laga¡±, afirma De Clerck.

El pasado a?o llegaron al aeropuerto de Jerez de la Frontera m¨¢s de 4.100 vuelos que trasladaron m¨¢s de 555.000 pasajeros, un 8,1% m¨¢s de visitantes con respecto a 2017, seg¨²n datos de la Junta. Sin embargo, al presidente de los hosteleros la cifra se le antoja corta y pide m¨¢s ¡°implicaci¨®n de las administraciones¡± para sacar adelante todos estos d¨¦ficits en las comunicaciones que atrapan a la provincia en la estacionalidad.

El propio Barcel¨® de Conil, que est¨¢ por abrir, tambi¨¦n ser¨¢ un establecimiento de temporada, aunque con el deseo ¡°de estar abiertos todo el a?o¡±, como asegura S¨¢ez. ¡°Faltan habitaciones en verano y sobran en invierno, la mitad cierra, ?hacemos m¨¢s hoteles?¡±, se cuestiona De Clerck. Y el guante parece recogerlo el arquitecto Antonio Fern¨¢ndez con una l¨®gica que parece servir, al menos mientras se eliminan los lastres de la costa gaditana: ¡°C¨¢diz est¨¢ de moda. Es muy estacional, pero si abren hoteles es porque ganan dinero¡±.