Retrato de una juventud que no logra emanciparse
El empleo y la vivienda lastran la posibilidad de dejar el hogar familiar antes de los 30 a?os: solo uno de cada cinco j¨®venes lo logra
Menos de uno de cada cinco j¨®venes espa?oles vive fuera del hogar familiar. Exactamente un 19% seg¨²n el ¨²ltimo Observatorio de Emancipaci¨®n del Consejo de la Juventud de Espa?a (CJE), que present¨® el pasado jueves su balance correspondiente al a?o pasado. El organismo alert¨® de que, en t¨¦rminos de independencia de la poblaci¨®n de entre 16 y 29 a?os, Espa?a ha retrocedido a niveles de mediados de los noventa. Y eso que 2018 dej¨® una leve mejor¨ªa en el campo del empleo. Pero la inestabilidad laboral y las dificultades de acceso a la vivienda lastran los planes de vida de los j¨®venes y tambi¨¦n de quienes est¨¢n dejando de serlo.
¡°Lo m¨¢s preocupante son los datos de pobreza¡±, responde sin dudar ni un segundo Manuel Ramos, presidente del CJE. ¡°Hay un dato que sit¨²a en el 35% a la poblaci¨®n en riesgo de pobreza o exclusi¨®n social y surge otra anomal¨ªa: entre poblaci¨®n juvenil ocupada, ese riesgo alcanza al 26%. Trabajar ya no te exime de ser pobre¡±, a?ade. Las cifras del informe son contundentes: con una tasa de temporalidad del 55,5%, el salario medio de los trabajadores de entre 16 y 29 a?os es de 11.347 euros anuales. Imposible pagar un alquiler o comprar una casa.
La estrategia m¨¢s com¨²n entre el 19% de los que se van de casa antes de los 30 a?os es compartir piso. Eso es lo que hizo a principios de este a?o Mar¨ªa Hern¨¢ndez, una enfermera de 22 a?os. Es de Barcelona, la ciudad con los arrendamientos m¨¢s altos de Espa?a, y comparte piso con dos amigos de toda la vida algo mayores que ella. ¡°Los de mi edad normalmente no tienen dinero para hacerlo¡±, explica. Ella ten¨ªa ahorros porque trabaj¨® durante la carrera y se anim¨® a dar el paso despu¨¦s de que le saliera una sustituci¨®n de una baja ¡°que iba para largo¡±. No teme que se le acabe el empleo porque ¡°hay faena¡±, pero acto seguido, a?ade: ¡°Lo que no hay es estabilidad¡±. Ahora paga 350 euros y cobra unos 1.500 euros al mes. Eso le permite seguir ahorrando un poco, aunque admite que para irse de casa ¡°siempre hay que sacrificar alguna cosa¡±.
Alba Canteli tambi¨¦n reconoce que vivir en la casa familiar supone comodidades que no tiene ahora, pero sabe lo afortunada que es de poder mantenerse sola en Madrid. ¡°O tienes un sueldo alto o necesitas la ayuda de tus padres, si no, no hay forma¡±, cuenta esta asturiana de 23 a?os. Ella lleva compartiendo desde septiembre, que es cuando se mud¨® a la capital, y entre pisos ¡°s¨²per peque?os, en mala zona y caros¡± logr¨® encontrar uno al que destina algo m¨¢s de un tercio de su sueldo. Vivir sola no es de momento una opci¨®n: ¡°Me encantar¨ªa m¨¢s adelante, pero no me lo puedo permitir¡±.
Nuria Serrano, madrile?a de 27 a?os, s¨ª se visualiza en un piso para ella sola dentro de cinco a?os. ¡°Me gustar¨ªa algo en propiedad, pero lo veo lejano porque voy a hacer otro m¨¢ster y se me ir¨¢n los ahorros¡±, asegura. Sabe de lo que habla: trabaja en una empresa inmobiliaria haciendo valoraciones de activos. Su salario, unos 1.800 euros netos al mes, le da para ahorrar porque comparte piso con dos amigos con los que estudi¨® Arquitectura T¨¦cnica. Sola, de momento, ser¨ªa m¨¢s complicado. ¡°Aunque sea en un estudio muy peque?o, necesitas un 50% o un 60% del salario¡±, precisa.
El 70% de los ingresos
A la extreme?a Marta Mato, la vivienda le consume el 70% de sus ingresos. Estudi¨® un m¨¢ster en Recursos Humanos y trabaja en una empresa de trabajo temporal. Para vivir en la capital, donde comparte con dos chicas, necesita ayuda familiar cada mes. Se queja de que las ayudas vigentes al alquiler ¡°piden un mont¨®n de requisitos que complican todo¡±, pero no descarta conseguir alguna: ¡°Por lo menos desahogar¨ªa algo la dependencia que tengo de mis padres¡±.
Las emancipaciones a medias, sufragadas por la familia, cada vez son m¨¢s frecuentes. Los datos de la ¨²ltima Encuesta Continua de Hogares del Instituto Nacional de Estad¨ªstica muestran que, entre los j¨®venes que viven solos, un 11,8% lo hace en viviendas cedidas gratuitamente. ¡°Ocurre porque hay familias en que las generaciones anteriores s¨ª pudieron consolidarse y tienen propiedades¡±, explica Ramos, el presidente del CJE. Pero tambi¨¦n alerta de que ¡°la precariedad va a m¨¢s y dentro de 20 a?os estaremos igual y no habr¨¢ una familia que haya podido estabilizarse y ceder una casa¡±.
Desde el Centro Reina Sof¨ªa de Adolescencia y Juventud, una instituci¨®n privada que promueve la FAD, advierten de que las consecuencias de esas redes de apoyo no solo afectan a los j¨®venes. ¡°Cuanto m¨¢s tardan los hijos en emanciparse, m¨¢s tiempo dependen de los padres, lo que empobrece a la familia¡±, se?ala Eulalia Alemany, directora t¨¦cnica del centro. Y las repercusiones tambi¨¦n son sociales. ¡°Se genera un retraso en la maternidad. Cuando preguntas las razones por las que los j¨®venes no forman familia, la mayor¨ªa apunta a los factores econ¨®micos¡±, recuerda la experta.
El ¨²ltimo estudio sobre desarrollo juvenil del Centro Reina Sof¨ªa concluy¨® que en 2018 se hab¨ªa producido una ligera mejor¨ªa en Espa?a, pero insuficiente para converger con la Uni¨®n Europea, donde se avanza m¨¢s r¨¢pido. En el punto de mira, de nuevo los indicadores laborales. El paro juvenil en Espa?a y la parcialidad involuntaria (no encontrar un trabajo a jornada completa) multiplican por m¨¢s de dos la media europea y la tasa de temporalidad son las m¨¢s altas de Los Veintiocho.
Tres trabajos a la vez
Marta Aguado, de 25 a?os, divide su tiempo en tres empleos: presta labores de secretaria, en un comedor escolar y en campamentos como monitora. Se gradu¨® en Pedagog¨ªa y vive en Oviedo (Asturias) con sus padres. ¡°Tal vez me alcanzar¨ªa para compartir algo, pero me entra la duda porque no podr¨ªa convivir en un piso de estudiantes¡±, afirma. Si en las grandes ciudades los precios dificultan la b¨²squeda, en otros sitios condiciona el tama?o del mercado.
O la combinaci¨®n de ambos factores como pasa en San Sebasti¨¢n, donde vive Nora Mart¨ªnez con sus padres. Tiene 31 a?os, contrato fijo hace siete y lleva a?o y medio buscando casa. ¡°Vivir sola es supercaro y los pisos compartidos que encuentro no me encajan¡±, resume. Ha solicitado una vivienda protegida tanto en compra como en arrendamiento, por lo que est¨¢ dispuesta a tentar la suerte sin precipitarse. ¡°En pareja s¨ª te compensa irte, pero mis amigos me han dicho que si no tengo prisa, que me espere¡±, cuenta.
?Hay soluciones a la queja casi un¨¢nime sobre la falta de un sitio donde vivir? ¡°Sin duda creo que el reto m¨¢s importante del sector inmobiliario es el acceso de los j¨®venes a la vivienda¡±, responde Carolina G¨®mez, presidenta de Building Youngs. Esta asociaci¨®n busca promover la presencia de j¨®venes profesionales en el sector inmobiliario y la patrocinan algunas de las grandes empresas del sector. ¡°Espa?a no es un pa¨ªs que invierta mucho en vivienda social y hay que fomentar este tipo de medidas con el di¨¢logo con la empresa privada¡±, defiende.
G¨®mez tambi¨¦n apunta a otras soluciones, como adecuar la legislaci¨®n ¡°a otro tipo de viviendas¡±. Por ejemplo, explica, bloques sin garajes ¡ª¡°los j¨®venes vamos en metro¡±¡ª y con servicios comunitarios. Pisos as¨ª podr¨ªan alquilarse m¨¢s baratos y permitir¨ªan vivir un tiempo hasta generar ahorros suficientes para pasarse a la compra.
Julio V¨¢zquez, un toledano de 26 a?os, est¨¢ a punto de dar un salto hacia la emancipaci¨®n, pero ser¨¢ de momento en alquiler. El piso que ha encontrado en Madrid se comer¨¢ la mitad de su salario como m¨¦dico residente en Pediatr¨ªa, pero eso no le echa para atr¨¢s. ¡°Personalmente necesito dar ese? paso¡±, explica, ¡°s¨¦ que es algo ut¨®pico para muchos: no es normal que a los 26 a?os puedas vivir solo y soy un privilegiado¡±.
Las cifras de una juventud en precario
Emancipaci¨®n. En Espa?a hay 6.611.399 j¨®venes entre 16 y 29 a?os, un 14,2% del conjunto de la poblaci¨®n. De ellos, 1.257.292 est¨¢n emancipados, es decir, el 19%.
Pisos compartidos. Apenas el 15,6% de las personas j¨®venes emancipadas viven solas. Adem¨¢s, hay una gran diferencia entre sexos: mientras que el 23% de los hombres j¨®venes emancipados vive en hogares unipersonales, tan solo lo hace el 10,4% de las mujeres.
Poco trabajo. El ¨ªndice de ocupaci¨®n entre la poblaci¨®n menos de 30 a?os acab¨® 2018 en el 40,7%, frente a un 45,6% de inactivos.
Alta temporalidad. M¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n joven asalariada, el 55,5% tiene un contrato temporal. La media para todo el conjunto de la poblaci¨®n es del 26,9%.
Sueldos bajos. El salario medio entre los j¨®venes de 16 a 29 a?os se situ¨® a finales del a?o pasado en 11.347 euros netos anuales. En doce pagas, supone poco m¨¢s de 945 euros mensuales.
Vivienda inaccesible. El precio medio de un alquiler en Espa?a es de 862 euros (medido seg¨²n los datos de oferta del portal Idealista puesto que no hay estad¨ªsticas oficiales de rentas reales). Eso supone que para un alquiler medio habr¨ªa que dedicar un 91,2% del sueldo medio.
Vulnerabilidad. Seg¨²n la tasa AROPE, el 34,8% de la poblaci¨®n entre 16 y 29 a?os se encuentra en riesgo de pobreza o exclusi¨®n social. Esto convierte a la juventud en el colectivo de edad m¨¢s vulnerable de Espa?a.
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