Neumann, el padre de Wework y rey del ¡®coworking¡¯, se queda sin oficina
El fiasco de WeWork en su intento de salir a Bolsa le cuesta el cargo al fundador, Adam Neumann, un visionario con delirios de grandeza
¡°Nuestra misi¨®n es elevar la conciencia del mundo¡±. El primer p¨¢rrafo del folleto de salida a Bolsa de WeWork es pura poes¨ªa. ¡°Ofrecemos a nuestros miembros acceso flexible a espacios bonitos, una cultura de inclusividad y la energ¨ªa de una comunidad inspirada¡±. As¨ª se presentaba ante los inversores la empresa de espacios de co-working. ¡°Esto va dedicado a la energ¨ªa del nosotros. M¨¢s grande que cualquiera de nosotros, pero dentro de cada uno de nosotros¡±, dice el folleto. Un mes despu¨¦s, la compa?¨ªa ha cancelado su salida a Bolsa y ha despedido a su consejero delegado, Adam Neumann.
El ascenso y ca¨ªda de WeWork es paralelo al de su cofundador y cara visible. Neumann es un israel¨ª de 40 a?os y 1,98 de altura, que esta semana se ha unido al reciente club de los ejecutivos salvajes que hicieron crecer sus empresas agresivamente hasta que el ¨¦xito los devor¨®. En apenas un mes ha pasado de la cumbre a ser el nuevo Travis Talanick, el cofundador de Uber al que los inversores obligaron a marcharse tras a?os de excesos.
Viajaba en un avi¨®n privado de 60 millones de euros y sosten¨ªa que su misi¨®n era cambiar el mundo
Neumann naci¨® en Tel Aviv en 1979, sus padres se divorciaron cuando era peque?o y cuando lleg¨® a la adolescencia hab¨ªa vivido con su madre hasta en 13 lugares diferentes, seg¨²n ha contado en varias entrevistas. Pas¨® una breve temporada en Nueva York y volvi¨® a Israel en 1990. La familia se mud¨® entonces al kibutz Nir Am, en Sderot, muy cerca de la franja de Gaza, donde curs¨® el bachillerato. Neumann contar¨ªa a?os despu¨¦s que la experiencia del kibutz le ha servido de inspiraci¨®n para WeWork, que a veces hasta llama kibutz 2.0.
Primeros pasos
Tras el servicio en el Ej¨¦rcito israel¨ª, Neumann se mud¨® a Nueva York a vivir con su hermana, la modelo Adi Neumann. Ah¨ª fund¨® una empresa que servir¨ªa de precursora del co-working y que acab¨® vendiendo, y otra que pretend¨ªa vender ropa para beb¨¦s y fracas¨®. En 2010 fund¨® WeWork junto a su socio, Miguel McKelvey.
Desde entonces, WeWork realmente ha inventado y desarrollado su propio mercado y se ha convertido en una marca muy reconocible. En nueve a?os ha logrado popularizar un tipo de espacio de trabajo que cumple con las necesidades de peque?as empresas, freelance o negocios con m¨ªnimas necesidades de espacio f¨ªsico. Todo aquel que necesite algo m¨¢s que un Starbucks para trabajar, pero menos que una oficina completa, ha encontrado su sitio en estos espacios flexibles.
Seg¨²n datos de la empresa, WeWork tiene ya 528 localizaciones en 111 ciudades de 29 pa¨ªses y una comunidad de 527.000 clientes, o "miembros" en la jerga de la empresa, la mitad de ellos fuera de Estados Unidos.
Ese crecimiento ha cabalgado sobre la asombrosa capacidad de Neumann de atraer inversores de capital riesgo. En 2016 consigui¨® una financiaci¨®n de 430 millones de d¨®lares (393 millones de euros, al cambio actual) que valoraba la empresa en 16.000 millones. En 2017, la entidad japonesa SoftBank meti¨® en la compa?¨ªa 4.400 millones de d¨®lares. Despu¨¦s de la ¨²ltima inyecci¨®n de capital de Softbank, WeWork lleg¨® a estar valorada el pasado enero en 47.000 millones de d¨®lares (casi 43.000 millones de euros).
Por el camino, Neumann se esforz¨® por ser el ejecutivo m¨¢s fiestero y m¨¢s derrochador del ecosistema de consejeros delegados famosos. Viajaba en un avi¨®n privado Gulfstream G650ER, valorado en 60 millones de d¨®lares. Personas de su entorno citadas en un art¨ªculo reciente por The Wall Street Journal afirman que su objetivo personal era convertirse en el primer billonario del mundo. Una persona le oy¨® decir que quer¨ªa ser presidente de Israel y otra, que quer¨ªa ser ¡°presidente del mundo¡±. Parte de la cultura de la empresa, especialmente al principio, era hacer grandes fiestas en las que el tequila de lujo corr¨ªa a raudales.
El empresario cuenta que su experiencia en un 'kibutz' le sirvi¨® de inspiraci¨®n para crear la empresa de espacios de trabajo compartidos
Igual que su fundador, WeWork se ha comportado en estos a?os como si fuera una compa?¨ªa tecnol¨®gica de Silicon Valley. Se ha movido r¨¢pido y ha roto cosas, como si su crecimiento dependiera de escribir c¨®digo. Su imagen es la de hipsters sonrientes que cambian el mundo sentados ante un Mac y un caf¨¦ latte. Neumann ha vivido el personaje de consejero delegado tecnol¨®gico a fondo. ¡°Estamos aqu¨ª para cambiar el mundo. No me interesa nada m¨¢s que eso¡±, dec¨ªa en una entrevista con el peri¨®dico israel¨ª Haaretz en 2017. ¡°Todo el mundo es un creador. Todos sois creadores y ten¨¦is superpoderes¡±, dec¨ªa ante el p¨²blico que presenci¨® la conferencia TechCrunchNY aquel a?o. Neumann, hoy casado con una prima de la actriz Gwyneth Paltrow con la que tiene cinco hijos, suena como un personaje de la parodia de Silicon Valley.
Premios
Lleg¨® a haber unos premios anuales llamados WeWork Creator Awards. El pasado enero se celebr¨® su segunda edici¨®n con el actor Ashton Kutcher y el rapero Sean Combs como estrellas de un jurado al que los aspirantes deb¨ªan presentar sus ideas.
Pero WeWork es, en esencia, una inmobiliaria de Nueva York. Alquila edificios y los subarrienda por m¨®dulos. Su negocio no se escribe en c¨®digo de computaci¨®n y su ¨¦xito no se mide en clics. Se escribe en contratos de arrendamiento y se mide en metros cuadrados.
Cuando Wall Street vio el folleto con los entresijos del negocio de Neumann, las dudas comenzaron casi inmediatamente. La misi¨®n ecum¨¦nica de Neumann que parec¨ªa ser irresistible en el cara a cara no convenci¨® al mercado. En pocas semanas, la reacci¨®n de los inversores y los bancos hac¨ªa pensar en una valoraci¨®n de la empresa entre 10.000 y 15.000 millones de d¨®lares, mucho menos de los 47.000 que se supon¨ªa que val¨ªa la empresa seis meses antes.
Adem¨¢s, salieron a la luz varios negocios turbios que Neumann hab¨ªa llevado a cabo con su propia empresa. El 16 de septiembre, la compa?¨ªa finalmente anunci¨® que paralizaba su salida a Bolsa. El pasado martes 24 de septiembre se anunci¨® la salida de Neumann como primer ejecutivo. Queda en el aire si el estreno en el parqu¨¦ se materializar¨¢ en 2020.
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