Desigualdades en ingresos y en empleo de la principal minor¨ªa espa?ola: la poblaci¨®n gitana
La poblaci¨®n gitana es sin duda la principal minor¨ªa ¨¦tnica de Espa?a. El Mapa de Vivienda y Comunidad Gitana aproxima la magnitud de la poblaci¨®n gitana en 516.000 personas, aunque posiblemente el n¨²mero supere las 700.000 personas si se contabilizaran tambi¨¦n aqu¨¦llas que no viven en barrios donde viven mayormente personas gitanas. Es una poblaci¨®n muy joven, pues m¨¢s de la mitad no sobrepasa los 30 a?os, y sin embargo, su nivel de ingresos y su integraci¨®n laboral dista mucho de ser satisfactoria. En un momento en el que Espa?a mira hacia el exterior para tratar de paliar las consecuencias de un envejecimiento acelerado, uno de los retos ineludibles, si queremos una Espa?a diversa pero cohesionada, pasa por la inclusi¨®n social de esa diversidad, m¨¢s a¨²n cuando se trata de colectivos vulnerables y a menudo discriminados. Y lamento decir que el examen de la inclusi¨®n de la poblaci¨®n gitana desde el punto de vista laboral y de desigualdad de ingresos dista mucho de ser aceptable.
Esta conclusi¨®n se desprende de un estudio que la Fundaci¨®n ISEAK ha realizado a petici¨®n de la Fundaci¨®n Secretariado Gitano a lo largo de 2018. Tras un trabajo de campo que ha recogido informaci¨®n laboral y de ingresos de una muestra representativa de los hogares gitanos, se ha realizado un an¨¢lisis comparativo del empleo y de la pobreza de la poblaci¨®n gitana con respecto a la poblaci¨®n general. El estudio permite encontrar cuatro claves fundamentales que permitir¨ªan mejorar la integraci¨®n laboral as¨ª como la inclusi¨®n social de la poblaci¨®n gitana.
La inclusi¨®n laboral y social de la principal minor¨ªa ¨¦tnica espa?ola est¨¢ lejos de producirse
En primer lugar, es imprescindible intensificar la palanca educativa entre la poblaci¨®n gitana. Si bien es cierto que el porcentaje de poblaci¨®n gitana que ha finalizado los estudios obligatorios ha aumentado en los ¨²ltimos 15 a?os desde el 6% al 18%, este cambio no es suficiente. El estudio refleja que alcanzar un nivel educativo superior a la secundaria supone para la poblaci¨®n gitana la mejor herramienta para optar a un empleo. Sin embargo, s¨®lo el 4% de la poblaci¨®n gitana alcanza estudios superiores a los de secundaria, lo que apunta a unas tasas de abandono escolar mayoritarias entre la poblaci¨®n joven. La OCDE acaba de hacer un llamamiento a Espa?a por sus alt¨ªsimas cifras de abandono escolar, que alcanzan el 18% de la poblaci¨®n. El abandono escolar es todav¨ªa m¨¢s grave en un momento como el actual, en el que los cambios tecnol¨®gicos est¨¢n modificando la demanda de empleos, lo que exige mayores niveles de formaci¨®n y adaptaci¨®n. Esto s¨®lo se consigue desde niveles formativos que superen los obligatorios.
En segundo lugar, la pobreza severa, que se produce en aquellos hogares que no alcanzan los 310 euros equivalentes al mes, afecta a cinco de cada diez hogares gitanos. Y lo que es posiblemente m¨¢s grave, nueve de cada diez ni?os y ni?as gitanas viven en riesgo de pobreza. Esta infancia se enfrenta a enormes posibilidades de ser adultos pobres, pues la transmisi¨®n intergeneracional de la pobreza es una realidad ampliamente constatada.
En tercer lugar, y muy relacionado con el alt¨ªsimo grado de pobreza de la poblaci¨®n gitana, el estudio evidencia una pr¨¢ctica ausencia de la mujer del mundo laboral, incluso entre aqu¨¦llas que terminan los estudios secundarios. Sin ingresos laborales por parte de las mujeres, los hogares gitanos se exponen a un riesgo de pobreza de ingresos mucho m¨¢s elevados. En la poblaci¨®n gitana las mujeres son quienes primordialmente se responsabilizan de los cuidados familiares y viven alejadas del mundo laboral. Pero esto suced¨ªa en nuestra sociedad hace no mucho tiempo entre la poblaci¨®n no gitana y el giro que se ha dado en los ¨²ltimos a?os ha sido espectacular. A d¨ªa de hoy, la apuesta de la mujer por la educaci¨®n y por su posterior integraci¨®n laboral es firme, y actualmente, entre personas con estudios superiores menores de 30 a?os, pr¨¢cticamente no existe brecha de g¨¦nero en el acceso a un empleo. Si impulsamos estos cambios hacia la equidad de g¨¦nero en la minor¨ªa gitana, sin duda su integraci¨®n laboral e inclusi¨®n social mejorar¨¢ sensiblemente.
Es imprescindible intensificar la palanca educativa para que puedan optar a mejores empleos
En cuarto lugar, las claves mencionadas no son las ¨²nicas barreras a la que la poblaci¨®n gitana se enfrenta para su integraci¨®n laboral. Hay barreras intangibles, en muchos casos ¨ªntimamente relacionadas con la discriminaci¨®n, que conducen a la poblaci¨®n gitana a alt¨ªsimas tasas de desempleo, y a empleos enormemente precarios, con tasas de temporalidad superiores al 80%. De hecho, la percepci¨®n de discriminaci¨®n, tanto en el ¨¢mbito laboral como social es sentido por casi la mitad de las personas gitanas entrevistadas.
En suma, la desigualdad laboral y el grado de pobreza de la poblaci¨®n gitana en Espa?a es alarmante, y los progresos de la ¨²ltima d¨¦cada hacia la igualdad son insuficientes. El futuro de una Espa?a envejecida nos enfrenta a una creciente necesidad de incorporar en el mercado de trabajo personas diversas, ya sea de origen, g¨¦nero, edad, etc¨¦tera. Es importante que aprendamos a vivir esta diversidad aprovechando sus potencialidades, pero tambi¨¦n siendo conscientes de los retos que conlleva vivir esta diversidad de modo sostenible. El estudio constata que la inclusi¨®n laboral y social de la principal minor¨ªa espa?ola est¨¢ lejos de producirse. Este es posiblemente un fracaso de muchas partes, pero ante esta evidencia, debemos preguntarnos si nuestra sociedad est¨¢ preparada para atender adecuadamente las diferencias. Y las conclusiones de este estudio no son precisamente alentadoras, al menos en lo que concierne a nuestros conciudadanos gitanos.
Sara de la Rica es directora de la Fundaci¨®n ISEAK
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.