Consejos para no caer en depresi¨®n tras la jubilaci¨®n
Dedir adi¨®s a la vida laboral puede generar cierta ansiedad, pero es una etapa de la que se puede sacar mucho partido
El psiquiatra Bartolom¨¦ Freire se jubil¨® hace 13 a?os. Dej¨® su trabajo en la cl¨ªnica pero continu¨® haciendo alguna colaboraci¨®n docente. ¡°Encontr¨¦ que hab¨ªa muy poco escrito sobre la jubilaci¨®n. Fue una oportunidad para hacer algo que me apetec¨ªa y aportar luz sobre el tema¡±. Durante dos a?os entrevist¨® a 150 personas retiradas que le dijeron cosas como esta: ¡°Despu¨¦s de la sensaci¨®n de muerte laboral siento como si hubiera desaparecido del mapa, nadie te llama... percibes tu propia soledad, a la que no estabas acostumbrado¡±. Con los testimonios construy¨® La jubilaci¨®n, una nueva oportunidad (Lid Editorial), un libro que habla de duelos, miedos, cambios y esperanza m¨¢s all¨¢ de los 65 a?os. ¡°Entre mis entrevistados encontr¨¦ sue?os recurrentes con el trabajo que me resultaron muy ¨²tiles para comprender su evoluci¨®n personal¡±. En esos sue?os se repet¨ªan ciertos elementos: las personas volv¨ªan dormidas a la oficina ¡°pero suced¨ªa algo inusual, se produc¨ªa un error, una carencia, algo que no funcionaba. En mi opini¨®n esos sue?os expresan vivencias profundas relacionadas con el final laboral y evidencian el compromiso entre reconocer ese hecho y negarlo¡±.
No eran solo sue?os. La mayor¨ªa de los jubilados se mostraban temerosos por el hecho de tener que vivir de la pensi¨®n, y todos contaban que ten¨ªan sentimientos placenteros mezclados con una cierta ansidedad y preocupaci¨®n. ¡°Muchas personas, en especial mujeres, explicaban que esa sensaci¨®n de ser due?as de su tiempo era in¨¦dita en su vida¡±.
?C¨®mo afrontarlo? Anticiparlo es una forma de evitar caer en la depresi¨®n. Jos¨¦ Ignacio Baile, psic¨®logo y profesor de la Udima, aconseja que esa preparaci¨®n sea incluso f¨ªsica: ¡°La clave es mantener la actividad y los proyectos vitales, no interpretarlo como una puerta abierta a la inactividad, porque de ese modo puede afectar m¨¢s a la autoestima¡±. Se cierra una p¨¢gina y se abre otra. Tener proyectos de formaci¨®n, de ocio, cuidar las relaciones familiares o fomentar hobbyes mantiene despierta la mente.
Las empresas tambi¨¦n pueden aportar su grano de arena en este paso. Helia Tellez, directora de transici¨®n de carreras en Randstad, tiene como clientes a muchas corporaciones que piden ayuda para acompa?ar a la plantilla en la recta final de su trayectoria. ¡°Es muy importante que lleven la experiencia del empleado hasta el final de su vida profesional¡±. En palabras de Ana Romeo, directora de recursos humanos en Cigna, se trata de trabajar en los ¨¢mbitos psicol¨®gico, financiero, de salud f¨ªsica y de tiempo. ¡°Tengo que dedicarle un apoyo a cada uno de ellos¡±. Por ejemplo, informando a la persona sobre c¨®mo manejar sus finanzas y sacar el mejor partido a su pensi¨®n o ahorros. Una encuesta de Vidacaixa recientemente publicada detect¨® que la cuant¨ªa de la pensi¨®n es el principal quebradero de cabeza econ¨®mico hoy y en el futuro. ¡°Al 72% le preocupa que no sea suficiente. El 63% cree que esta cuesti¨®n le seguir¨¢ preocupando. Lo mismo ocurre con la p¨¦rdida del poder adquisitivo¡±. Lo que menos inquieta es dejar patrimonio en herencia (solo al 23%).
¡°Parar despu¨¦s de 40 a?os levant¨¢ndote a las siete de la ma?ana puede ser un choque. Todos somos v¨¢lidos para la sociedad pero tienes que sentirlo. Las ONG pueden ser receptoras de nuestra experiencia. Hay que mantener el c¨ªrculo social, y la cultura de aprendizaje nos tiene que acompa?ar toda la vida¡±, destaca Romeo.
Llega el final y a menudo una fiesta de despedida, un regalo a la persona que se va de parte de todo su equipo que reconozca la aportaci¨®n realizada. Una ceremonia que contribuye al cierre emocional del ciclo.
Despu¨¦s hay que respirar hondo, porque comienza el duelo. Para Marta Calderero, profesora de psicolog¨ªa en la UOC, lo que sucede a menudo es un choque entre las expectativas y la realidad. ¡°La jubilaci¨®n tiene muchas ventajas, nos da un tiempo y unas opciones para hacer lo que queramos, pero tambi¨¦n limitaciones, a nivel f¨ªsico o econ¨®mico. Hay estudios que hablan de picos de felicidad que se dan en el primer a?o, que a menudo se toma como unas largas vacaciones. Pero despu¨¦s llegan los problemas y el descenso del bienestar. Si no se ha pensado en lo que se va a hacer los siguientes a?os puede surgir una sintomatolog¨ªa ansiosa, depresiva¡±. Una opci¨®n es continuar desempe?ando labores relacionadas con la antigua profesi¨®n. ¡°Unirse a asociaciones, colegios profesionales, asistir a congresos, charlas...¡±, enumera Calderero. No es una cuesti¨®n solo de quien ya ha llegado a ese momento. Generaciones m¨¢s j¨®venes ven con angustia el retiro. La soci¨®loga Bel¨¦n Barreiro, coordinadora del informe publicado por Vidacaixa, incluso habla de que las personas que ya han entrado en esa fase de envejecimiento tienen menos miedos que los dem¨¢s, ¡°ven de forma m¨¢s positiva ese envejecimiento, no lo asocian con que ocurra ninguna cat¨¢strofe¡±.
El doctor Freire cree que no se puede concluir que una jubilaci¨®n productiva dependa exclusivamente de una planificaci¨®n anterior, tambi¨¦n hay oportunidades ¡°inesperadas¡± que se pueden aprovechar. De hecho, muchas personas se atiborran de tareas, pero la hiperactividad sin sentido no estimula la realizaci¨®n personal ni produce satisfacci¨®n. Tener una mente abierta, elegir metas concretas, tomar decisiones y actuar jugando con las capacidades personales o mantener una relaci¨®n activa con las personas del entorno ayudar¨¢n a que el retiro sea, realmente, dorado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.