Trump y su partido de la contaminaci¨®n
La destrucci¨®n medioambiental puede ser el mayor legado del presidente
Teniendo en cuenta lo que hemos visto hasta ahora en las audiencias del proceso de destituci¨®n, no hay literalmente ning¨²n delito, ni ning¨²n abuso de poder, que pueda persuadir a los republicanos de volverse contra el presidente Trump. De modo que, si est¨¢n esperando alg¨²n giro pol¨ªtico radical, no contengan la respiraci¨®n. Sin embargo, pens¨¢ndolo mejor, quiz¨¢s deber¨ªan contener la respiraci¨®n, puesto que la calidad del aire se ha deteriorado significativamente durante los ¨²ltimos a?os, y ese deterioro ya ha costado miles de vidas estadounidenses. Y si Trump sigue en el poder, el aire se volver¨¢ mucho peor, y el n¨²mero de v¨ªctimas aumentar¨¢ dr¨¢sticamente en los a?os venideros.
Esto es lo que hay: cuando hablo de la contaminaci¨®n del aire, no me refiero a los gases de efecto invernadero que est¨¢n provocando el cambio clim¨¢tico, el cual supone una amenaza existencial a largo plazo. Estoy hablando m¨¢s bien de los contaminantes que tienen un efecto mucho m¨¢s inmediato, sobre todo ¡°las part¨ªculas finas en suspensi¨®n¡±, que hacen que el aire sea neblinoso y pueda penetrar profundamente en las v¨ªas respiratorias. Los peligros para la salud de estas part¨ªculas est¨¢n documentados.
La buena noticia hasta hace unos a?os era que, gracias a las normativas medioambientales, la concentraci¨®n de part¨ªculas finas descend¨ªa con bastante rapidez. La mala noticia es que desde 2016, esta clase de contaminaci¨®n ha aumentado otra vez, destruyendo aproximadamente una quinta parte de lo que se hab¨ªa ganado desde 2009.
El aumento de las part¨ªculas en suspensi¨®n provoc¨® 10.000 muertes en 2018, menos que la violencia que cita el presidente
Un estudio muestra que esta inversi¨®n indica que existen m¨²ltiples causas, como los incendios incontrolados (causados a su vez, en parte, por el cambio clim¨¢tico), el mayor n¨²mero de veh¨ªculos y la menor aplicaci¨®n de la normativa. Tambi¨¦n ha descubierto, utilizando resultados bien confirmados de los efectos de la contaminaci¨®n sobre la salud, que incluso este incremento aparentemente peque?o de part¨ªculas provoc¨® casi 10.000 muertes m¨¢s el pasado a?o.
Para poner esta cifra en contexto, puede ser ¨²til recordar que Trump empez¨® su presidencia hablando de una ¡°matanza estadounidense¡±, y describiendo un pa¨ªs inundado de delitos violentos. En realidad, la delincuencia se encontraba, y sigue encontr¨¢ndose, en m¨ªnimos hist¨®ricos. Y eso era as¨ª hasta tal punto que lo ¨²nico que justificaba su diatriba era un ligero (y temporal) repunte de los homicidios, desde unos 14.000 en 2014 hasta 17.000 en 2016.
La cuesti¨®n es que la cifra de v¨ªctimas de la ¨¦poca de Trump por el empeoramiento del aire ya es varias veces m¨¢s elevada que la ¡°matanza¡± que criticaba. Parece de mal gusto se?alar esto, pero el coste econ¨®mico del aumento de la contaminaci¨®n tambi¨¦n es grande; el estudio lo sit¨²a en 89.000 millones de d¨®lares al a?o. Es una cifra bastante importante, incluso en una econom¨ªa tan grande como la estadounidense, y significa que, con Trump, el crecimiento econ¨®mico medido adecuadamente, ha sido significativamente m¨¢s lento que lo que dan a entender las cifras oficiales.
Y las cosas van a empeorar mucho. El Gobierno de Trump trabaja en unas nuevas normas que de hecho impedir¨ªan que la Agencia de Protecci¨®n Medioambiental (APM) utilizase gran parte de las pruebas cient¨ªficas de los efectos adversos de la contaminaci¨®n sobre la salud. Esto perjudicar¨ªa a la regulaci¨®n medioambiental, y provocar¨ªa casi con toda seguridad un dr¨¢stico empeoramiento de la calidad del aire y del agua con el transcurso del tiempo.
No sabemos exactamente c¨®mo evolucionar¨¢ esto, pero se puede afirmar con seguridad que si Trump permanece en el cargo, morir¨¢n muchos m¨¢s estadounidenses a consecuencia de sus pol¨ªticas antimedioambientales que el n¨²mero total de personas asesinadas, por no hablar de las que son asesinadas por los inmigrantes a los que Trump le encanta describir como una horda amenazadora de tez oscura.
?Por qu¨¦ ocurre esto? Como han se?alado muchos observadores, la inacci¨®n ante el cambio clim¨¢tico, aunque es un crimen injustificable contra la humanidad, tambi¨¦n es comprensible en cierta manera. Las emisiones de gases de efecto invernadero son invisibles, y el da?o que provocan es global y a muy largo plazo, lo que hace que sea relativamente f¨¢cil de negar. Sin embargo, las part¨ªculas son visibles, y el da?o que causan est¨¢ relativamente localizado y es bastante r¨¢pido. Por tanto, se podr¨ªa pensar que hay un respaldo bipartidista a la lucha contra el aire sucio. De hecho, la protecci¨®n medioambiental moderna se inici¨® con Richard Nixon, y los funcionarios de la APM describen su ¨¦poca como dorada.
Los republicanos siguieron mostrando al menos cierta preocupaci¨®n por el medio ambiente incluso despu¨¦s de que el partido empezase a dar un giro brusco hacia la extrema derecha. El presidente Ronald Reagan firm¨® un tratado para proteger la capa de ozono. Y la amenaza de la lluvia ¨¢cida se contuvo mediante un programa aprobado por el presidente George H.W. Bush. Pero eso fue hace mucho tiempo. El Partido Republicano actual no solo es un partido que ha abrazado unas teor¨ªas conspiratorias descabelladas sobre el calentamiento global (y todo lo dem¨¢s donde los datos son inc¨®modos), sino que tambi¨¦n se ha convertido en el partido de la contaminaci¨®n.
?Por qu¨¦? Sigan el dinero. Existe una enorme variaci¨®n entre los sectores seg¨²n el da?o medioambiental que causa su producci¨®n. Y los sectores supercontaminantes b¨¢sicamente lo han apostado todo por los republicanos. En 2016, la miner¨ªa del carb¨®n dio el 97% de sus contribuciones pol¨ªticas a republicanos. Y los contaminadores est¨¢n recibiendo lo que pagaron. Esta es una raz¨®n por la que a m¨ª y a otras personas nos parece tan alucinante que la gente como Joe Biden diga que todo ir¨¢ bien cuando Trump se vaya. Si Trump no logra destruir nuestra democracia (un gran ¡°si¡±), su legado m¨¢s perjudicial ser¨¢ la enorme destrucci¨®n medioambiental que deje tras de s¨ª. Y la postura de Trump a favor de la contaminaci¨®n no es una aberraci¨®n. En este tema, es un hombre muy de su partido.
Paul Krugman es premio Nobel de Econom¨ªa.
? The New York Times.
Traducci¨®n de News Clips
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