Los empleos mejor pagados tampoco estar¨¢n a salvo de la automatizaci¨®n

La automatizaci¨®n crea angustia. A siete de cada 10 estadounidenses les preocupa que un robot o un ordenador asuman sus trabajos y por eso creen que debe limitarse su adopci¨®n. Pero si hasta ahora se advert¨ªa de que los m¨¢s vulnerables eran los empleos productivos peor remunerados y de baja cualificaci¨®n, un nuevo estudio anticipa que la inteligencia artificial tendr¨¢ un efecto mayor de lo que se pensaba en empleos de oficina de alta cualificaci¨®n y bien pagados.

Nadie es inmune a los choques de la automatizaci¨®n en el empleo. As¨ª de retundo se expresa Mark Mauro, investigador de la Brookings Institution, al presentar un estudio elaborado con una nueva t¨¦cnica de an¨¢lisis desarrollada por el profesor Michael Webb, de la Universidad de Stanford. Su modelo se desv¨ªa del patr¨®n y anticipa que ser¨¢n los trabajadores mejor educados y con sueldos relativamente altos los m¨¢s expuestos a las nuevas tecnolog¨ªas.

Son aquellos ocupados con t¨ªtulo universitario, considerados empleados de clase media o superior, como gestores de ventas, supervisores, programadores, abogados, ingenieros y analistas. ¡°La inteligencia artificial ser¨¢ tan central para los empleos de oficina como la rob¨®tica lo ha sido para la econom¨ªa de producci¨®n¡±, anticipa el Mauro desde Brookings, ¡°cambiar¨¢ fundamentalmente lo que es el trabajo y lo que hacen los humanos¡±.

Hay diversos an¨¢lisis que tratan de anticipar el impacto futuro de m¨¢quinas que aprenden, razonan y se programan solas. El an¨¢lisis de Webb utiliza como referencia 769 ocupaciones y a partir de ah¨ª, examinando factores como las patentes, determina que 740 est¨¢n "expuestas y pueden verse complementadas o completadas por la inteligencia artificial¡±. La conclusi¨®n los empleos administrativos est¨¢n m¨¢s en peligro de lo que se pensaba.

Es un hecho que esta tecnolog¨ªa transformar¨¢ el mercado del empleo. Y en lo que tambi¨¦n coinciden los expertos es que la automatizaci¨®n plena ser¨¢ menos significativa que la reorganizaci¨®n que experimentar¨¢n los negocios. Es decir, sustituir¨¢ funciones m¨¢s que trabajos. "El impacto ser¨¢ significativo en virtualmente todo el mercado laboral¡± y su efecto "no se distribuir¨¢ de una manera uniforme", insiste en su informe el grupo de reflexi¨®n.

Sectores

Se calcula mayor presi¨®n recaer¨¢ sobre el 18% del empleo en EE UU o 25 millones de ocupados. El 34% de la mano de obra (48 millones) podr¨¢ experimentar un impacto medio. Para el 48% de los asalariados (67 millones), el efecto de la disrupci¨®n tecnol¨®gica ser¨¢ bajo. Los empleados de ¨¦lite, como los consejeros delegados y altos ejecutivos, estar¨ªan de alguna manera protegidos.

Por industrias, sin duda las m¨¢s expuestas por la automatizaci¨®n son la manufactura, la agricultura, el transporte y la extractiva. La historia cambia cuando se analiza el impacto en los servicios profesionales y t¨¦cnicos mejor pagados, donde la inteligencia artificial contribuye a optimizar los procesos y elimina duplicidades. Son ocupaciones donde los hombres est¨¢n sobrerrepresentados.

El modelo de Webb completa, por tanto, estudios como el realizado por PwC, en el que explora los retos potenciales de la automatizaci¨®n durante las pr¨®ximas dos d¨¦cadas. Indica que el 38% de los empleos en EE UU podr¨ªan ser ¡°automatizables¡±. El impacto a corto plazo se sentir¨¢ m¨¢s en los servicios financieros, donde los algoritmos permiten hacer an¨¢lisis y funciones m¨¢s eficientes. Las menos afectadas ser¨ªan ¨¢reas como la salud o la educaci¨®n, que dependen del toque humano.

Los m¨¢s vulnerables, augura PwC, ser¨¢n los empleados con el nivel m¨¢s bajo de formaci¨®n. Brookings, en base al an¨¢lisis de Webb, no cuestiona del todo esta tesis. Pero s¨ª se?ala que hay ¡°numerosos empleos de baja remuneraci¨®n¡± que estar¨¢n relativamente poco expuestos a la expansi¨®n de la automatizaci¨®n digital e insiste en que las ocupaciones no productivas mejor pagadas afrontar¨¢n los mismos retos.

Nuevos enigmas

Mauro concluye, en todo caso, que los trabajadores con mayores ingresos estar¨¢n mejor preparados para navegar este cambio tect¨®nico en el mercado laboral, porque tendr¨¢n m¨¢s recursos financieros y una mejor formaci¨®n. Brookings admite que su an¨¢lisis introduce nuevos ¡°enigmas¡± sobre la irrupci¨®n de la automatizaci¨®n, pero considera que estos trabajos son necesarios para entender su implicaci¨®n.

Esta dicotom¨ªa se refleja en las encuestas. Un reciente sondeo de Pew Research muestra que la mayor¨ªa de los trabajadores en EE UU no cree que su trabajo vaya a ser hecho por robots o computadoras. Solo un 37% dice que suceder¨¢ en los pr¨®ximos 30 a?os y se trata principalmente de empleados que no tienen estudios superiores. La mitad de los ocupados con salarios muy bajos tambi¨¦n lo dan por hecho.

La encuesta de Pew, como reflejo de esta incertidumbre, muestra tambi¨¦n que tres cuartas partes de los estadounidenses anticipan que la automatizaci¨®n incrementar¨¢ la desigualdad. Tambi¨¦n dudan (66%) cuando se les pregunta si esperan que con la automatizaci¨®n se crear¨¢n nuevos empleos y mejor pagados. Y aunque los que tiene una educaci¨®n superior son m¨¢s optimistas, tampoco lo ven tan claro.