Goya y el 25 de noviembre

La violencia contra la mujer ha sido una constante a lo largo de la historia de la Humanidad. La representaci¨®n art¨ªstica hace una cr¨®nica exhaustiva del abuso de los hombres sobre las mujeres. Por poner un ejemplo cercano, los dibujos de Goya que se exponen estos d¨ªas en el Museo del Prado representan escenas de extrema violencia, bastantes de las cuales se desarrollan en el ¨¢mbito dom¨¦stico y conyugal. Deber¨ªa removernos las entra?as contemplar esas im¨¢genes que, a pesar de los innumerables avances realizados como sociedad, se siguen repitiendo a diario. La mayor¨ªa de las veces en silencio, pero muchas otras abofeteando nuestras conciencias desde los titulares de las noticias por su tr¨¢gico final.

Cuesta comprender que hombres y mujeres sigamos relacion¨¢ndonos desde estructuras de poder milenarias. Para comprender las causas de la violencia basada en el g¨¦nero hay que entender el poder ejercido desde lo masculino fundamentado en una organizaci¨®n patriarcal fortalecida y sostenida no solo por ellos.

En 1993 la Asamblea General de Naciones Unidas reconoci¨® la urgente necesidad de garantizar los derechos de las mujeres en todo el mundo en ¡®La Declaraci¨®n para la eliminaci¨®n de la violencia contra las mujeres¡¯. Es la violencia la que impide a las mujeres disfrutar plenamente de todos sus derechos. Por eso, es importante visibilizarla, para conocerla y combatirla. Tambi¨¦n es de justicia reconocer el importante papel realizado por las organizaciones que trabajan en este campo. Sin embargo, no hemos avanzado demasiado para conseguir eliminar el problema. Seg¨²n el ¨²ltimo informe del Sistema de Seguimiento Integral de los casos de violencia de g¨¦nero (Sistema VioG¨¦n) del Ministerio del Interior[1], en Espa?a hay registrados un total de 570.387 casos de violencia contra la mujer[2].

Para entender mejor el problema es necesario analizar los perfiles de las v¨ªctimas. El 75% de ellas son madres, condici¨®n que las hace m¨¢s vulnerables frente a su agresor. El 70% de los casos se dan en ciudades de menos de 100.000 habitantes, el aislamiento del entorno rural se convierte muchas veces en una trampa. Tambi¨¦n sabemos que las mujeres v¨ªctimas de violencia provienen de todo estrato y condici¨®n, edad y nivel de estudios. El 65% conviv¨ªa con el agresor en el momento de la muerte[3]. El 81% fueron asesinadas en su domicilio, casi la mitad de ellas por arma blanca. El 80% de las mujeres asesinadas no hab¨ªa presentado denuncia, hecho que nos hace pensar en soledad, aislamiento y miedo.

El Consejo de Europa, en el ¡®Convenio para la prevenci¨®n y la lucha contra la violencia contra la mujer y la violencia dom¨¦stica¡¯ (Estambul 2011), entiende la violencia contra las mujeres como una violaci¨®n de los derechos humanos y una forma de discriminaci¨®n. Adem¨¢s, hace responsables a los Estados para frenar este tipo de violencia y garantizar la protecci¨®n a las v¨ªctimas. Por eso los Estados firmantes, entre ellos Espa?a[4], est¨¢n obligados a desarrollar pol¨ªticas integrales y coordinadas que den una respuesta global a las mujeres. En nuestro pa¨ªs contamos con la ¡®Ley integral contra la violencia de g¨¦nero¡¯[5], que entiende la situaci¨®n como una enfermedad social que hay que atajar desde todos los ¨¢mbitos. Acabar con la desigualdad entre hombres y mujeres ser¨ªa un buen comienzo. Hay que seguir trabajando en este sentido desde todas las esferas y solo con el esfuerzo de hombres y mujeres podremos conseguirlo.

* Inmaculada Ballesteros es directora de Cultura y Comunicaci¨®n de la Fundaci¨®n Alternativas

[1] Octubre 2019

[2] http://www.interior.gob.es/web/servicios-al-ciudadano/violencia-contra-la-mujer/estadisticas

?[3] Periodo 2016-2018

?[4] 2014 http://www.exteriores.gob.es/Portal/en/SalaDePrensa/Actualidad/Paginas/20140411_ACTUALIDAD7.aspx

[5] Ley Org¨¢nica 1/2004 de medidas de protecci¨®n integral contra la violencia de g¨¦nero