Centros culturales para la cooperaci¨®n

La presentaci¨®n del libro ¡®La Red de Centros Culturales de la Cooperaci¨®n Espa?ola¡¯ nos sugiere una reflexi¨®n sobre algunas dimensiones de las pol¨ªticas culturales en el exterior. Estos veinte equipamientos, repartidos principalmente por Am¨¦rica Latina y Guinea Ecuatorial, son el fruto de una larga historia nacida en la transici¨®n democr¨¢tica (1976 el primero) y evolucionado a lo largo de estos cuarenta a?os de democracia. M¨¢s all¨¢ de la descripci¨®n y ubicaci¨®n de cada uno de estos centros culturales, lo que realza es la consolidaci¨®n y definici¨®n de un modelo propio de definir la funci¨®n de la cultura en las relaciones culturales internacionales.

Frente a otros modelos centrados en los institutos de fomento de la lengua, como el Instituto Cervantes u otros parecidos en diferentes pa¨ªses europeos, esta red presenta unas particularidades. Como surgi¨® en Am¨¦rica Latina, donde el espa?ol, como lengua oficial, es compartida con un gran n¨²mero de pa¨ªses, estos centros tuvieron que escudri?ar nuevas formas de entender su presencia en el exterior. Frente a posiciones que entienden la promoci¨®n de la cultura en el exterior como una forma de crear imagen, m¨¢s orientada al marketing de pa¨ªs o incidir en el mercado cultural, estos centros culturales han practicado la promoci¨®n cultural como una manera de entrar en contacto o di¨¢logo con otras realidades culturales.

Su dependencia de la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional al Desarrollo, y sus antecedentes, ha incidido en la b¨²squeda de f¨®rmulas de articulaci¨®n entre lo que se conoce como promoci¨®n o acci¨®n cultural exterior y la pr¨¢ctica de la cooperaci¨®n internacional. Muy unido a que la cooperaci¨®n espa?ola, por medio de su Estrategia de Cultura y Desarrollo, mantiene una posici¨®n pionera en la incorporaci¨®n activa de la cultura en la cooperaci¨®n al desarrollo sostenible, en sus programaciones y en los escenarios multilaterales.

Por otro lado, la presencia de estos centros culturales fomenta la cooperaci¨®n cultural internacional entendida como los intercambios para reconocer las culturas de otros, en igualdad de oportunidades tan importante en momentos donde la circulaci¨®n cultural es muy amplia. Esto se observa por el alto grado de aceptabilidad de los entornos culturales a la presencia de los centros culturales espa?oles, entendi¨¦ndolos como un servicio cultural m¨¢s que incide en el desarrollo cultural de los pa¨ªses donde est¨¢ ubicado.

A lo largo de estos a?os se fueron expandiendo y definiendo como un modelo ¨²nico estudiado por sus particularidades y por ofrecer formas de interlocuci¨®n adaptadas a los contextos culturales contempor¨¢neos. En esta l¨ªnea se entiende el encargo de la Uni¨®n Europea a la AECID para asumir la gesti¨®n de proyectos de cooperaci¨®n delegada en este campo, representando un reconocimiento institucional a los profesionales que han trabajado durante a?os en esta Red. En un momento donde la comunidad internacional se compromete con la Agenda 2030, incorporar la dimensi¨®n cultural en los ODS se convierte en una necesidad para consolidar el multilateralismo.

Las opiniones expresadas en la publicaci¨®n de agentes culturales locales sobre su visi¨®n y vivencia de los Centros Culturales en su pa¨ªs aportan informaci¨®n sobre su reconocimiento. De la misma forma, las experiencias de creadores y actores culturales espa?oles que han participado en estos espacios es una expresi¨®n de su eficacia. La lectura de este libro ofrece algunas reflexiones sobre c¨®mo pueden plantearse futuras estrategias para las pol¨ªticas culturales. Nos alegramos de disponer de estos contenidos y de observar c¨®mo la relaci¨®n entre cultura y desarrollo sostenible dispone de suficiente fuerza para afrontar los retos de futuro.

* Alfons Martinell es director honor¨ªfico de la C¨¢tedra Unesco de Pol¨ªticas Culturales y Cooperaci¨®n