Shake Shack o c¨®mo el rescate econ¨®mico en Estados Unidos acaba beneficiando a los ricos
M¨¢s de 70 grandes empresas cotizadas han aprovechado huecos legales para recibir ayudas p¨²blicas destinadas a pymes. La famosa cadena de hamburgueser¨ªas devolver¨¢ los 10 millones recibidos tras las cr¨ªticas. Esta pol¨¦mica y el alivio fiscal a los millonarios alientan el debate de la inequidad de los est¨ªmulos por el coronavirus
La noticia comenz¨® a correr como la p¨®lvora por las redes sociales el domingo por la noche. Los primeros ejecutivos de Shake Shack, una famosa cadena de deliciosas hamburguesas en Estados Unidos, anunciaron que devolver¨¢n a las arcas p¨²blicas 10 millones de d¨®lares que acababan de embolsarse procedentes del fondo para peque?as y medianas empresas que el Congreso cre¨® para mitigar el impacto del coronavirus. ¡°Hasta que cada restaurante que lo necesite tenga la misma oportunidad de recibir ayudas, nosotros devolvemos la nuestra¡±, escribieron Danny Meyer y Randy Garutti. Antes de ese ataque de generosidad, las cr¨ªticas a la cadena llevaban d¨ªas goteando en esas mismas redes sociales: ?Por qu¨¦ una compa?¨ªa con casi 8.000 empleados y 1.600 millones de valor de mercado se hab¨ªa hecho con esa inyecci¨®n pensada para peque?os negocios, sobre todo, cuando los fondos se hab¨ªan agotado en solo dos semanas? M¨¢s de 70 empresas cotizadas han sacado provecho de este fondo.
La pol¨¦mica refleja los problemas de inequidad que el modelo de rescate impulsado en la primera potencia mundial est¨¢ empezando a generar, un manguerazo de 2,2 billones de d¨®lares que, entre sus medidas, incluye la entrega de cheques pr¨¢cticamente lineales para toda la poblaci¨®n y un potente regalo fiscal aprobado en el ¨²ltimo momento para los millonarios. Tras el rescate de 2008, la banca rescatada no tard¨® ni un a?o en aprobar 140.000 millones en bonus para sus ejecutivos y a las familias les llev¨® alrededor de una d¨¦cada recuperar el nivel de ingresos precrisis. Dem¨®cratas y republicanos han pactado algunas salvaguardas que buscan evitar un reparto tan desigual de los estragos de la crisis ¨Cpor ejemplo, la que premia el mantenimiento del empleo¨C, pero la letra peque?a sigue generando fen¨®menos extra?os.
El programa de ayudas del que se beneficiaron Shake Shack y otras grandes cadenas, con un presupuesto de 349.000 millones de d¨®lares, establec¨ªa cr¨¦ditos de hasta 10 millones de d¨®lares para ayudar a las peque?as y medianas compa?¨ªas a pagar las n¨®minas de los trabajadores que la Administraci¨®n perdonar¨ªa al negocio si manten¨ªa el empleo durante al menos dos meses o si volv¨ªan a contratar a los despedidos no m¨¢s tarde del 30 junio. Solo los negocios de hasta 500 trabajadores pod¨ªan acogerse a las ayudas, pero algunas grandes empresas hallaron un hueco legal: contabilizaron el n¨²mero de trabajadores por local (y tienen 189), en lugar del total. As¨ª, la cadena de bocadillos Potbelly, con 400 locales, se hizo con otros 10 millones y el grupo Ruth¡¯s Chris Steak House, con 150 restaurantes, con 20 (10 millones por subsidiaria). En total, hasta 71 empresas cotizadas han recibido ayudas de este fondo, seg¨²n el recuento hecho por Forbes.
El grifo se abri¨® el 3 de abril y en tan solo dos semanas qued¨® agotado, con millones de peque?os empresarios a dos velas. El dinero se iba concediendo a trav¨¦s de los bancos comerciales por orden de llegada, quien antes cumpl¨ªa los requisitos, antes se llevaba el dinero, lo que de entrada favorec¨ªa a las empresas con mejores recursos legales, administrativos y capacidad de cr¨¦dito previa. Los datos del pasado lunes, cuando a¨²n quedaban fondos, apuntaban que empresas de la construcci¨®n y del sector fabril se hab¨ªan beneficiado mucho m¨¢s que la hosteler¨ªa, con muchos m¨¢s problemas en estas crisis: las empresas de la construcci¨®n se hab¨ªan hecho con 34.000 de los 250.000 millones concedidos hasta ese momento y los fabricantes, con 30.000 millones. Mientras, el hospedaje y los servicios de alimentaci¨®n se hab¨ªan hecho con menos de 23.000 millones. La Casa Blanca, los republicanos y los dem¨®cratas ultiman ahora un acuerdo para refinanciar esta l¨ªnea de ayudas con otros 310.000 millones.
El plan de est¨ªmulos aprobado por unanimidad en el Congreso el pasado 25 de marzo despert¨® cr¨ªticas de progresistas como la joven dem¨®crata Alexandria Ocasio-Cortez. Lo ocurrido con el fondo para peque?as y medianas empresas ha ganado tambi¨¦n para la causa a republicanos como el congresista de Florida Rick Scott, quien lament¨® que ¡°muchas empresas con miles de empleados han encontrado huecos para beneficiarse de estos pr¨¦stamos¡±. El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, un inversor que ha trabajado 17 a?os para Goldman Sachs y es poco sospechoso de socialista, celebr¨® este lunes en su cuenta de Twitter que Shake Shack devolviese el dinero.
Otros elementos del plan de rescate han suscitado cr¨ªticas. Por ejemplo, una provisi¨®n de ¨²ltima hora introducida por los republicanos elimina los l¨ªmites en la deducci¨®n que las entidades vehiculares (pass through entities) pueden obtener de los ingresos no relacionados con el negocio, como las ganancias de capital. La medida costar¨¢ unos 90.000 millones a las arcas p¨²blicas solo en 2020 y el 80% de los beneficiarios ser¨¢n contribuyentes con m¨¢s de un mill¨®n de d¨®lares de ingresos, seg¨²n el informe del Comit¨¦ del Congreso sobre Impuestos, independiente de los partidos. Tambi¨¦n las inyecciones directas al bolsillo de los ciudadanos ¨Cal margen de los subsidios por desempleo¨C resultan poco progresivas: se trata de un volumen 1.200 d¨®lares (y 500 por menor a cargo) para todo aquel que gane hasta 75.000 d¨®lares, igual para quien gane 74.000 o gane 44.000, haya perdido o no su empleo.
El peque?o imperio de Danny Meyer
¡°Shake Shack tuvo la suerte el pasado viernes de poder acceder al capital adicional que necesitamos para asegurarnos la estabilidad a largo plazo y la estabilidad en los mercados¡±, se?alaron los ejecutivos de la empresa en su comunicado del domingo. La cadena fue fundada por Danny Meyer en 2001 como poco m¨¢s que un puesto de perritos calientes en Madison Square Park, en Nueva York, y en 2015 debut¨® en Wall Street con una valoraci¨®n de 1.650 millones de d¨®lares, curiosamente, el mismo valor que estos d¨ªas. Su cotizaci¨®n, de 70 d¨®lares por acci¨®n en febrero, ha ca¨ªdo a 43,50. Aun as¨ª, las cadenas de comida r¨¢pida son las que ¨Cdentro de lo malo¨C mejor est¨¢n capeando la debacle econ¨®mica generada por la covid-19, ya que pueden seguir vendiendo para llevar. El propio Meyer lo ha vivido en sus carnes, ya que algunos de sus negocios ha cerrado a cal y canto y otros, no. A trav¨¦s de su holding Union Square Hospitality Group es due?o de otros restaurantes en la ciudad.
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