La producci¨®n industrial sufre su mayor hundimiento desde el inicio de la serie hist¨®rica, en 1976
El ¨ªndice espa?ol cae un 33,6% en abril como consecuencia de la paralizaci¨®n sanitaria del sector en la primera quincena
La pandemia sigue dejando estad¨ªsticas para la historia. Tras los servicios y el turismo ¡ªninguna llegada de visitantes extranjeros en abril; cero ingresos para un sector clave en el devenir de la econom¨ªa¡ª, este viernes le ha tocado a la industria. La producci¨®n del sector secundario espa?ol se desplom¨® un 33,6% en el cuarto mes del a?o respecto al mismo periodo de un a?o antes. La cifra suena gruesa por s¨ª sola, pero lo es mucho m¨¢s cuando se pone en contexto: es el descenso interanual m¨¢s acusado desde el inicio de la serie que elabora el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE), en 1976. Y revela un problema de calado en la sala de m¨¢quinas de la cuarta econom¨ªa del euro: con el sector terciario parado desde el d¨ªa cero de la pandemia y las manufacturas a medio gas (siendo generosos), el campo y, sobre todo, los programas p¨²blicos de sostenimiento del empleo y del tejido empresarial han quedado durante semanas como los ¨²nicos resortes.
?ndice de producci¨®n industrial
Base = 2015
Dic. 1994: 13,4
15
10
5
0
-5
-10
-15
-20
-25
Abril 2009: –22,2
-30
Abril 2020: –33,6
-35
1993
95
97
99
01
03
05
07
09
11
13
15
17
19
Fuente: INE.
EL PA?S
?ndice de producci¨®n industrial
Base = 2015
Dic. 1994: 13,4
15
10
5
0
-5
-10
-15
-20
-25
Abril 2009: –22,2
-30
Abril 2020: –33,6
-35
1993
95
97
99
01
03
05
07
09
11
13
15
17
19
Fuente: INE.
EL PA?S
?ndice de producci¨®n industrial
Base = 2015
Dic. 1994: 13,4
15
10
5
0
-5
-10
-15
-20
-25
Abril 2009: –22,2
-30
Abril 2020: –33,6
-35
1993
95
97
99
01
03
05
07
09
11
13
15
17
19
20
Fuente: INE.
EL PA?S
El dato es consecuencia directa de la crisis sanitaria y de la paralizaci¨®n casi total del sector industrial durante la primera quincena de abril, cuando se puso en marcha el permiso retribuido recuperable para trabajadores no esenciales, como reconoce el propio INE, el ente que lo ha hecho p¨²blico a primera hora de este viernes. Espa?a, un pa¨ªs en el que la actividad manufacturera no ha dejado de perder fuelle en las ¨²ltimas d¨¦cadas, se suma as¨ª al resto de grandes socios europeos, en los que la industria tiene un peso mayor y donde los confinamientos han provocado descensos igualmente profundos.
En marzo y abril de 2009, cuando la Gran Recesi¨®n llev¨® a m¨ªnimos a la econom¨ªa global, el desplome ni siquiera se acerca al propiciado por esta Gran Reclusi¨®n, como ya ha apodado a esta crisis el Fondo Monetario Internacional. Entonces, la ca¨ªda fue ligeramente superior al 22%. Todo indica, sin embargo, que aunque el hundimiento est¨¦ siendo a¨²n m¨¢s profundo que entonces, la salida ser¨¢ tambi¨¦n m¨¢s r¨¢pida: frente a las voces m¨¢s pesimistas de los primeros compases de la pandemia, la actividad est¨¢ regresando a la nueva normalidad (o lo que quiera que sea eso) a una velocidad mayor de la prevista. Pese a los brotes ¡ªque se siguen dando y se dar¨¢n: nadie debe bajar la guardia¡ª las cifras de contagios y v¨ªctimas han mejorado a la misma velocidad a la que despegaron. La famosa curva se ha aplanado y, aunque nadie puede cantar victoria hasta que los cient¨ªficos den con la tecla de la vacuna, la econom¨ªa va recuperando poco a poco el resuello. Habr¨¢ temporada tur¨ªstica y los principales destinos de las exportaciones espa?olas tambi¨¦n se recuperan a velocidad de crucero.
Con todo, el sector industrial lo tiene m¨¢s dif¨ªcil que el resto en el retorno a la actividad: el reciente cierre de la f¨¢brica de Nissan en Barcelona y el despido de casi la mitad de los empleados de la planta de Alcoa en Lugo (que genera, atenci¨®n, el 30% del PIB de la provincia) todav¨ªa produce sudores fr¨ªos. No es solo la ca¨ªda de dos emblemas de otros d¨ªas, en los que Espa?a a¨²n atra¨ªa las inversiones de los grandes grupos industriales globales y todav¨ªa no se hab¨ªa convertido en un pa¨ªs eminentemente terciario, sino que suena a proleg¨®meno de lo que a¨²n puede estar por llegar en un sector en el que el alto coste de la electricidad sigue siendo una pesada losa.
Con la industria automotriz en jaque desde mucho antes de la pandemia, las dudas son m¨¢ximas. Las f¨¢bricas espa?olas de Renault se han librado, al menos por ahora, del agresivo plan de recorte de empleo con el que la direcci¨®n del gigante franc¨¦s quiere reencauzar el rumbo de la compa?¨ªa, pero a nadie se le escapa que ese sector ¡ªclave hoy por hoy en la industria nacional¡ª est¨¢ inmerso en un momento de cambio profundo. Tampoco est¨¢ claro qu¨¦ ser¨¢ del sector aeron¨¢utico: Airbus, otro de los actores clave de las cadenas nacionales de ensamblaje, ha pasado de superar holgadamente a su principal rival, Boeing, a una crisis de pedidos que a¨²n nadie sabe poner fecha de caducidad.
Dos meses en negativo
Con el muy mal dato de abril ¡ªaunque, por otro lado, m¨¢s que esperable a la luz de todos los indicadores econ¨®micos previos: la econom¨ªa espa?ola sufrir¨¢ su mayor ca¨ªda en casi un siglo¡ª, la producci¨®n industrial encadena ya dos meses seguidos en tasas negativas tras la ca¨ªda del 10,2% de marzo, un mes en el que el estado de alarma hizo mella en la segunda quincena pero que apenas afect¨® en sus primeros compases. Abril es, en cambio, un mes ¨ªntegramente afectado por las medidas de restricci¨®n social que han provocado el cierre de las f¨¢bricas no esenciales. La electricidad, uno de los mejores indicadores adelantados de la actividad industrial, ya se hab¨ªa hundido desde el inicio del estado de alarma.
En t¨¦rminos intermensuales (respecto a marzo, y ya corregida por los efectos estacionales y de calendario), la producci¨®n industrial general tambi¨¦n experiment¨® un retroceso de dos d¨ªgitos, en este caso del 21,8%, frente a la ca¨ªda del 13,2%. El INE subraya que la declaraci¨®n del estado de alarma y la entrada en vigor del permiso retribuido recuperable para las personas trabajadoras por cuenta ajena que no prestaban servicios esenciales han provocado una paralizaci¨®n casi total de la mayor parte del tejido productivo industrial durante la primera parte de abril y una posterior reincorporaci¨®n paulatina y escalonada de la actividad.
El hundimiento de la industria automotriz, por mucho, el principal en el entramado manufacturero espa?ol, es el m¨¢s importante y el que hace saltar todas las alarmas ante lo que puede estar por venir en un momento en el que el cerrojazo de Nissan en Barcelona ha puesto en jaque a todo el sector. Con las cadenas globales de valor sufriendo tambi¨¦n los rigores de la crisis sanitaria, el desplome de ese segmento lleg¨® hasta el 92% interanual en abril. Tambi¨¦n se vio especialmente afectada el sector de confecci¨®n, cuero, calzado y muebles, que sufri¨® una merma del 70%. Y los alimentos, pese al buen momento que est¨¢n viviendo en los lineales de los supermercados (no salir de casa o salir menos implica necesariamente una sustituci¨®n del gasto en bares y restaurantes por el consumo en el hogar) tambi¨¦n baj¨®, aunque muy ligeramente: 7,3% frente al repunte del 3,6% registrado el mes anterior. En pleno auge del gasto sanitario, los productos de farmacia han sido los que mejor han capeado el temporal: cerraron el cuarto mes del a?o pr¨¢cticamente planos, con un m¨ªnimo descenso del 0,4%.
Por comunidades aut¨®nomas los descensos tambi¨¦n son generalizados: ninguna se escapa. Con todo, los mayores desplomes interanuales en abril se registraron en Galicia, Arag¨®n, Castilla y Le¨®n, Navarra y el Pa¨ªs Vasco: todas ellas sufrieron retrocesos superiores al 40% respecto a abril de 2019. En el lado contrario, Murcia (-15%), Extremadura (-23%), Canarias (-24%), Madrid (-26%) y Andaluc¨ªa (-27%), todas ellas con una evoluci¨®n claramente mejor que la media nacional.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.