El BID entra en zona de convulsi¨®n con un fiel a Trump cerca de la presidencia

Hay normas no escritas que conviene cumplir si no se quiere convertir la escena internacional en un avispero: la jefatura del Banco Mundial es para un estadounidense; la direcci¨®n gerente del Fondo Monetario Internacional, para un europeo; y el mando del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para un latinoamericano. Pero Donald Trump es un especialista en pisar charcos, y esta vez no ser¨¢ diferente: el presidente de la primera potencia mundial presentar¨¢, por primera vez en los 60 a?os de historia de la instituci¨®n, a un candidato estadounidense para el BID. Un movimiento que rompe una tradici¨®n y un acuerdo t¨¢cito en la regi¨®n y que ha levantado importantes ampollas en amplios sectores de la regi¨®n. La expresidenta costarricense Laura Chinchilla part¨ªa como clar¨ªsima favorita antes de la pandemia: ten¨ªa las de ganar en un cuerpo a cuerpo con el argentino Gustavo B¨¦liz, pero la entrada en la carrera -en plena crisis sanitaria, el momento menos esperado- de Mauricio Claver-Carone, de origen cubano, ha dado un giro de 180 grados en el proceso. A dos meses vista de la elecci¨®n que sustituir¨¢ al exministro y diplom¨¢tico colombiano Luis Alberto Moreno despu¨¦s de 15 a?os al frente del organismo, todo lo que no sea una victoria suya ser¨ªa una sorpresa may¨²scula.

Para llegar a la presidencia del BID hay que superar dos rondas: se necesita el apoyo de una mayor¨ªa de pa¨ªses del continente americano (al menos 15 de los 28) y el de la mayor¨ªa a favor del capital de la organizaci¨®n. En ambos casos, el terreno para que Claver-Carone -que ya fue representante de EE UU ante el Fondo- se convierta en el nuevo jefe del organismo parece expedito. ?l mismo ya ha exhibido el apoyo de al menos la mitad de los Gobiernos americanos, entre ellos los de Brasil y Colombia -dos piezas clave en el engranaje regional-, y su pa¨ªs sigue ejerciendo de due?o y se?or en el accionariado del Banco (tiene el 30% de los derechos de voto, a a?os luz del resto de socios).

A estas alturas, las fuentes consultadas solo ven una m¨ªnima opci¨®n para evitar la llegada al BID de un personaje tan controvertido como Claver-Carone: forzar un aplazamiento de la votaci¨®n hasta despu¨¦s de las elecciones presidenciales de noviembre en la primera potencia mundial. ¡°Eso se puede lograr por consenso o porque cuando se celebre la votaci¨®n no haya qu¨®rum, para lo que se necesitar¨ªa que dos grandes pa¨ªses latinoamericanos -por ejemplo, M¨¦xico y Argentina- se abstuvieran y los cuatro grandes pa¨ªses europeos -Espa?a, Alemania, Francia e Italia- secundaran la abstenci¨®n¡±, desliza el hasta hace unos meses economista jefe del organismo, Jos¨¦ Juan Ruiz.

Esa opci¨®n, sin embargo, parece lejana. Europa a¨²n no ha movido ficha; el presidente mexicano ha exhibido una llamativa sinton¨ªa con Donald Trump en su reciente visita a la Casa Blanca; y Argentina mantendr¨¢ la nominaci¨®n de su candidato, pese a reconocer que no tiene opciones en el cuerpo a cuerpo frente al hombre de Trump en el proceso. ¡°Nuestra estrategia sigue aliada con la de M¨¦xico, pero sabiendo que este panorama disminuye las posibilidades de Argentina de tener un candidato con peso propio. La propuesta de EE UU tiene hoy un 60% de apoyo, por todos los pa¨ªses con que tiene una alianza¡±, dice a EL PA?S una fuente del Gobierno argentino cercana a las negociaciones por la sucesi¨®n en el BID. La nominaci¨®n estadounidense cay¨® por sorpresa en todo el continente americano. Pero en Buenos Aires, el Gobierno de Alberto Fern¨¢ndez la ve en l¨ªnea con la pol¨ªtica exterior de Donald Trump. ¡°Hay una decisi¨®n geopol¨ªtica de ocupar espacios ante el avance regional de China. El BID es una fuente de financiamiento que puede competir con el dinero chino en Am¨¦rica Latina¡±, remarca la citada fuente, informa Federico Rivas Molina.

La postulaci¨®n de Claver-Carone recibi¨® las cr¨ªticas de cinco expresidentes latinoamericanos. El colombiano Juan Manuel Santos, el brasile?o Fernando Henrique Cardoso, el chileno Ricardo Lagos, el uruguayo Julio Mar¨ªa Sanguinetti y el mexicano Ernesto Zedillo consideran que el movimiento de Washington supone una ¡°nueva agresi¨®n del Gobierno de los Estados Unidos al sistema multilateral¡±. Los exmandatarios urgieron a los pa¨ªses miembros del BID a ponerse de acuerdo y buscar una mayor¨ªa alternativa, pero por el momento no ha sido posible. Una fuente resalta que M¨¦xico tuvo la oportunidad de presentar un candidato propio y no lo quiso hacer, lo que en la pr¨¢ctica supone un apoyo indirecto a la posici¨®n de Estados Unidos. ¡°Pepe To?o Gonz¨¢lez [exsecretario de Hacienda], Alejandro Werner [jefe del FMI para Am¨¦rica Latina] y Santiago Levy [n¨²mero dos del BID entre 2008 y 2018] hubieran sido maravillosas opciones, con todas las credenciales. Pero L¨®pez Obrador no quiso postular a un mexicano¡±, lamenta.

Con estas premisas, muchos dan ya la suerte por echada. ¡°La elecci¨®n de Claver-Carone es un hecho¡±, sostiene Mauricio C¨¢rdenas, que ocup¨® varias carteras econ¨®micas en los Gobiernos de C¨¦sar Gaviria, Andr¨¦s Pastrana y de Santos y que hoy da clase en Columbia. Tras haber recibido ya los apoyos de Colombia y Brasil, dice, ¡°no hay dudas sobre la elecci¨®n de Claver-Carone¡±. S¨ª las hay, y crecientes, sobre el futuro de su principal valedor, Trump, que le compr¨® su ambici¨®n de llegar a la jefatura del BID y que tiene ante s¨ª un horizonte electoral cuanto menos oscuro: pr¨¢cticamente todos los sondeos apuntan a que perder¨¢ a manos del dem¨®crata Joe Biden. ¡°Claver-Carone es un candidato personalmente muy asociado a Trump y la duda es qu¨¦ pasar¨¢ si gana Biden¡±.

Con todo, C¨¢rdenas marca una diferencia entre lo que alguien dice antes de llegar a un puesto de responsabilidad como la presidencia del BID y lo que acaba haciendo una vez accede al cargo. ¡°Las instituciones acaban siendo m¨¢s fuertes que las opiniones de sus presidentes. O lo que es lo mismo: los presidentes suelen acomodarse m¨¢s a las instituciones que las instituciones a sus presidentes¡±, desliza por tel¨¦fono al tiempo que echa mano del caso del tambi¨¦n estadounidense David Malpass, muy pol¨¦mico antes de ser elegido presidente del Banco Mundial y de perfil bajo una vez lleg¨® a la jefatura del multilateral. ¡°En este caso, sus posturas probablemente se matizar¨¢n¡±, augura el exministro colombiano.

Inquietud

Pero lo o¨ªdo de boca de Claver-Carone inquieta, y mucho, dentro del BID. Todos los proyectos financiados por la instituci¨®n van acompa?ados por una serie de salvaguardias medioambientales, sociales y de transparencia y, con los precedentes de la pol¨ªtica de Trump, en el 1300 de la New York avenue se teme un giro radical en los postulados del Banco. ¡°El d¨ªa a d¨ªa se sigue business as usual, pero hay preocupaci¨®n y nerviosismo, aun sabiendo que no hay mucho que se pueda hacer. Hay temor de que pasemos a ser una herramienta pol¨ªtica, cuando hasta ahora est¨¢bamos fuera de la batalla¡±, explica un funcionario bajo condici¨®n de anonimato. ¡°En el staff la indignaci¨®n es enorme... y justificada. Se teme una agenda oculta y que privilegie los intereses del sector privado. Los europeos, y muy particularmente Espa?a, tienen que darse cuenta de que este se?or va a politizar el banco, con una agenda muy derechista¡±, apunta un exalto cargo del organismo que conoce a la perfecci¨®n los entresijos de la instituci¨®n. Lo que est¨¢ en juego, insiste esta fuente, ¡°no es una cosa geopol¨ªtica de corto plazo, sino la orientaci¨®n estrat¨¦gica de una instituci¨®n muy importante para la regi¨®n. La parte de cambio clim¨¢tico la van a olvidar por completo¡±, avisa.

¡°Muchos pa¨ªses que votar¨¢n por ¨¦l, incluido Colombia, deber¨ªan entender lo que significa el BID para la regi¨®n y lo que significa para el BID tener en la presidencia a alguien as¨ª. Es triste: no es solo que responda a Trump, sino que por su inclinaci¨®n ideol¨®gica pueda tomar opciones da?inas en los temas en los que ha trabajado el Banco. Es una persona muy conservadora¡±, carga el colombiano Eduardo Lora, ex jefe de an¨¢lisis del multilateral. ¡°Es muy preocupante, porque es no tomar en serio el rol de un organismo que tradicionalmente hab¨ªa estado al margen de cuestiones pol¨ªticas y que va a ser muy importante durante la crisis¡±.