Demanda y balas de plata
Hablar de reconstrucci¨®n futura no nos da licencia para dejar que la destrucci¨®n se abra paso estos meses
Lleg¨® la covid-19 y el confinamiento oblig¨® a cerrar la mayor parte de la oferta. Persianas abajo y a esperar. La demanda se hundi¨® en paralelo. Con la vuelta de la actividad hemos comprendido, sin embargo, que es el virus ¡ªy no nosotros¡ª el que marca el paso de la econom¨ªa. Todos los propietarios de negocios saben que es importante permanecer abiertos ya que otro cierre ser¨ªa catastr¨®fico. Son conscientes tambi¨¦n de que, si los rebrotes y el miedo se extienden, la demanda permanecer¨¢ muy retra¨ªda y sus ventas no les llegar¨¢n para cubrir gastos. A muchos ya les sucede. La esperanza com¨²n es que llegue la bala de plata que acabe con el virus. Hay motivos para la esperanza. Tambi¨¦n peligros que evitar y gestionar.
La situaci¨®n actual la marca un n¨²mero reproductivo b¨¢sico (n¨²mero de terceros infectados que puede generar una personada afectada por el virus) que ya viene buena parte del mes de julio superando la unidad. Traducci¨®n: el virus se extiende a ritmos similares a los de finales de marzo y abril. Aparentemente con menor fuerza y menos incidencia hospitalaria. De momento. La bala de plata so?ada es la vacuna. Llegan noticias alentadoras. En todo caso, la comunidad cient¨ªfica prefiere tentarse la ropa antes de asegurar que pueda acabarse con el coronavirus en un solo golpe. Es m¨¢s realista pensar en vacunas de incidencia temporal variable y en tratamientos efectivos que permitan una convivencia social e interacci¨®n econ¨®mica m¨¢s normalizadas. Incluso si llega la vacuna o tratamientos m¨¢s avanzados habr¨¢ una pol¨¦mica importante sobre d¨®nde, cu¨¢ndo o c¨®mo implementarlos prioritariamente. Esto puede dar a paso a situaciones sociol¨®gicamente lamentables y a desigualdades sociales de consideraci¨®n.
Hoy por hoy es crucial seguir actuando de manera local. En Espa?a, hay muchas balas de plomo propias de cierta efectividad pero no infinitas (ERTE, cr¨¦ditos con garant¨ªa p¨²blica, moratorias de pr¨¦stamos y otras) y otra importante munici¨®n que llegar¨¢ ¡ªojal¨¢ unida a reformas consensuadas y potentes¡ª desde la UE. Hablar de reconstrucci¨®n futura no nos da licencia para dejar que la destrucci¨®n se abra paso estos meses. En este punto, c¨®mo se cuentan las cosas es trascendental para actuar. Si cada cual tiene (o cree tener) una informaci¨®n distinta, actuar¨¢ de forma distinta. Esto pasa hoy en d¨ªa entre comunidades aut¨®nomas y dentro de las mismas. Diferente capacidad de detecci¨®n, diferente procesamiento de la informaci¨®n, diferente celeridad en la actuaci¨®n. Umberto Eco, que sab¨ªa un poco del valor de la palabra, lo resum¨ªa tajantemente: ¡°Toda informaci¨®n es importante si est¨¢ conectada a otra.¡± En Espa?a, hoy parece estar m¨¢s desconectada que hace dos meses.
Para la econom¨ªa, la elecci¨®n del modelo de gesti¨®n de la pandemia sigue siendo tan simple como dura. Sigue habiendo dos modelos, el de controlar y el de confinar. Se quiere encontrar un balance entre econom¨ªa y salud mientras llega un certero disparo del plateado proyectil. Confiar en la buena voluntad y responsabilidad individual no funciona. Ejercer diferentes grados de control en territorios que se interconectan, tampoco. Demasiados problemas antes del oto?o.
Informaci¨®n sobre el coronavirus
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