Se disparan las Bolsas... y la miseria
Los precios burs¨¢tiles est¨¢n bastante desconectados de cosas como el empleo o incluso el producto interior bruto
El martes, el ¨ªndice burs¨¢til S&P 500 alcanzaba un m¨¢ximo hist¨®rico. Al d¨ªa siguiente, Apple se convert¨ªa en la primera empresa estadounidense con una valoraci¨®n burs¨¢til superior a los dos billones de d¨®lares. Y c¨®mo no, Donald Trump presenta las Bolsas como prueba de que la econom¨ªa se ha recuperado del coronavirus; l¨¢stima que fallecieran 173.000 estadounidenses, pero como ¨¦l dice, ¡°es lo que hay¡±.
Sin embargo, a los millones de trabajadores que a¨²n no han recuperado el empleo y que acaban de sufrir un recorte en las prestaciones, probablemente no les parezca que la econom¨ªa vaya tan bien. La prestaci¨®n adicional de 600 d¨®lares semanales aprobada en marzo para los parados ha expirado, y lo que Trump ha propuesto para sustituirla es b¨¢sicamente una broma de mal gusto.
Incluso antes de que se recortara la ayuda, el n¨²mero de padres que se quejaban de pasarlo mal para dar de comer a sus hijos aumentaba a toda velocidad. Y seguramente, esa cifra va a dispararse en las pr¨®ximas semanas. Adem¨¢s, estamos a punto de ver una enorme oleada de desahucios, porque las familias ya no ingresan dinero suficiente para pagar el alquiler y porque, al igual que las prestaciones complementarias por desempleo, la prohibici¨®n temporal de los desahucios acaba de expirar.
?Pero c¨®mo es posible que exista semejante desconexi¨®n entre los precios burs¨¢tiles en alza y este aumento de la penuria? Los tipos de Wall Street, a los que les encantan las sopas de letras, hablan de una ¡°recuperaci¨®n en forma de K¡±: subida de los valores burs¨¢tiles y de la riqueza individual en la parte superior, y bajada de los ingresos y agravamiento del sufrimiento en la inferior. Pero eso es solo una descripci¨®n, no una explicaci¨®n. ?Qu¨¦ est¨¢ sucediendo?
Lo primero que debemos se?alar es que la econom¨ªa real, a diferencia de los mercados financieros, sigue en muy mal estado. El ¨ªndice econ¨®mico semanal publicado por la Reserva Federal da a entender que, a pesar de haber tocado fondo hace ya unos meses, la econom¨ªa sigue estando m¨¢s profundamente deprimida que en cualquier momento de la crisis de 2008. Y esta vez, las p¨¦rdidas de empleo se concentran entre los trabajadores peor remunerados, es decir, aquellos estadounidenses que carecen de recursos econ¨®micos.
?Y qu¨¦ hay de las Bolsas? Lo cierto es que las cotizaciones burs¨¢tiles nunca han estado estrechamente ligadas al estado de la econom¨ªa. Como dice un viejo chiste de economistas, el mercado ha pronosticado nueve de las ¨²ltimas cinco recesiones.
Es verdad que a las Bolsas les afectan las crisis financieras pero los precios burs¨¢tiles est¨¢n bastante desconectados de cosas como el nivel de empleo o incluso el PIB. Y en los tiempos que corren, la desconexi¨®n es a¨²n mayor de lo habitual, porque la reciente subida del mercado ha estado guiada por un peque?o n¨²mero de gigantes tecnol¨®gicos. Y los valores burs¨¢tiles de estas empresas guardan muy poca relaci¨®n con los beneficios actuales de las mismas, y mucho menos con el estado de la econom¨ªa en general. Tienen que ver m¨¢s bien con las percepciones que los inversores tienen de un futuro bastante distante.
Tomemos como ejemplo Apple y su valoraci¨®n: tiene aproximadamente una relaci¨®n precio-beneficio ¡ªes decir, la relaci¨®n entre su valoraci¨®n burs¨¢til y los beneficios¡ª de 33. Una forma de interpretar esa cifra es que solo en torno a un 3% del valor que los inversores asignan a la empresa refleja la cantidad de dinero que esperan que esta gane a lo largo del pr¨®ximo a?o. Mientras prevean que Apple seguir¨¢ siendo rentable dentro de varios a?os, les importa muy poco lo que pueda ocurrir con la econom¨ªa estadounidense en los pr¨®ximos trimestres.
Es m¨¢s, los beneficios que los inversores prev¨¦n que Apple obtendr¨¢ dentro de unos a?os influyen especialmente en este caso porque, a fin de cuentas, ?en qu¨¦ otra parte van a invertir su dinero? La rentabilidad de la deuda p¨²blica estadounidense, por ejemplo, est¨¢ muy por debajo de la tasa de inflaci¨®n prevista. Y la valoraci¨®n burs¨¢til de Apple es de hecho menos extrema que la de otros gigantes tecnol¨®gicos, como Amazon o Netflix. De modo que a las acciones de las grandes tecnol¨®gicas ¡ªy a sus propietarios¡ª les va muy bien porque los inversores creen que obtendr¨¢n buenos resultados a largo plazo. La depresi¨®n econ¨®mica importa muy poco.
Por desgracia, los estadounidenses de a pie reciben muy pocos ingresos derivados del incremento del patrimonio, y no pueden vivir de las buenas proyecciones acerca de sus perspectivas futuras. Decirle al casero que no se preocupe por nuestra incapacidad actual de pagar el alquiler, porque sin duda dentro de cinco a?os tendremos un trabajo buen¨ªsimo, no nos llevar¨¢ a ninguna parte, o m¨¢s exactamente, servir¨¢ para que nos pongan de patitas en la calle.
As¨ª que esta es la situaci¨®n actual en Estados Unidos: el desempleo es extremadamente elevado en gran medida porque Trump y sus aliados se negaron primero a tomarse en serio el coronavirus y despu¨¦s presionaron para reabrir prematuramente la econom¨ªa, en un pa¨ªs que no cumpl¨ªa ninguna de las condiciones para reanudar la actividad. E incluso ahora se niegan a asumir estrategias de protecci¨®n b¨¢sicas, como imponer las mascarillas.
A pesar de este fracaso ¨¦pico, la ayuda federal mantuvo durante meses a flote a los desempleados, y eso permiti¨® evitar una cat¨¢strofe tanto humanitaria como econ¨®mica. Pero ahora esa ayuda ha expirado, y Trump y sus aliados se toman el desastre econ¨®mico inminente tan poco en serio como se tomaron antes el desastre epidemiol¨®gico inminente.
De modo que todo indica que, aunque la pandemia remita, lo cual no est¨¢ ni mucho menos garantizado, estamos a punto de sufrir un enorme aumento de la pobreza nacional. Pero las Bolsas suben. ?Por qu¨¦, exactamente, tendr¨ªamos que preocuparnos?
Paul Krugman es premio Nobel de Econom¨ªa. ? The New York Times, 2020
Traducci¨®n de News Clips
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