?Por qu¨¦ Messi envi¨® un burofax?
La comunicaci¨®n precisa y verificable es fundamental para defender una determinada estrategia legal
A muchos les extra?¨® que el culebr¨®n futbol¨ªstico del verano, la decisi¨®n de Leo Messi de abandonar el F¨²tbol Club Barcelona, se iniciase de una forma tan fr¨ªa. Aunque Messi ha confirmado este viernes que se queda en el Barcelona, el pasado agosto los abogados del astro argentino enviaron un burofax en el que manifestaba su firme intenci¨®n de activar la cl¨¢usula del contrato que le permitir¨ªa rescindir unilateralmente y sin penalizaci¨®n su relaci¨®n con el club tras finalizar la pasada temporada. M¨¢s all¨¢ del tsunami desatado, una de las cuestiones m¨¢s comentadas fue el medio que eligi¨® para dar el paso. No pocos se sorprendieron de que a¨²n se siga utilizando algo que, por su nombre, recuerda al obsoleto fax. Sin embargo, esta maniobra tiene una explicaci¨®n legal.
El burofax es clave dentro de las estrategias jur¨ªdicas porque sirve para acreditar, con plenos efectos, no solo que se ha llevado a cabo una comunicaci¨®n a alguien en una fecha determinada, sino tambi¨¦n el contenido de la misma. Ello es posible porque este env¨ªo puede contratarse, adem¨¢s de con acuse de recibo, con autentificaci¨®n de texto. A trav¨¦s de un correo certificado, en cambio, el remitente no podr¨ªa demostrar posteriormente en juicio qu¨¦ es lo que dijo en la misiva.
Los abogados de Messi eligieron el medio habitual para dejar constancia formal de que se ha enviado un documento, se ha hecho una reclamaci¨®n, advertido de alguna circunstancia o ejercitado un derecho. As¨ª, el Barcelona podr¨¢ discutir en un hipot¨¦tico pleito si el jugador puede o no a marcharse gratis, pero no que, en la fecha del env¨ªo, hizo valer la citada cl¨¢usula.
En las relaciones contractuales hay multitud de ocasiones en las que es necesario contar con una prueba de las comunicaciones realizadas. Como explica Fernando Mier, socio de Iuristax, en un juicio lo normal es que ¡°aquel que alega una determinada cosa debe probarla¡±. Ning¨²n juez, argumenta, dar¨ªa valor a una conversaci¨®n verbal entre Messi y Josep Maria Bartomeu, presidente del Bar?a, salvo que este ¨²ltimo admitiera los hechos.
Por otro lado, tanto la ley, como el propio contrato, puede obligar a las partes a comunicarse de forma ¡°fehaciente¡±; es decir, a trav¨¦s de un medio que garantice o certifique su veracidad. El burofax cumple esta funci¨®n. Una f¨®rmula ¡°m¨¢s r¨¢pida y econ¨®mica¡± que acudir al notario para que haga personalmente un requerimiento, afirma Gonzalo Ardila, socio de G¨®mez-Acebo & Pombo. Quiz¨¢ por este motivo, esta v¨ªa, aunque excepcionalmente obligatoria en algunos casos para las sociedades, no es tan frecuente.
Existe la creencia de que una manera de neutralizar el efecto de una comunicaci¨®n con efectos jur¨ªdicos es, sencillamente, no recibirla o recogerla. Sin embargo, Luis Abeledo, de Abeledo Abogados, explica que, como regla general, ignorar un burofax no es buena t¨¢ctica, sobre todo porque es muy probable que el juez lo d¨¦ por v¨¢lido de todas formas. Esta, se?ala el letrado, es la soluci¨®n que se est¨¢ imponiendo entre los tribunales que consideran que retirar la misiva ¡°es una cuesti¨®n de responsabilidad que no puede perjudicar al remitente¡±.
Adem¨¢s, como agrega C¨¦sar Navarro, socio de CMS Albi?ana & Su¨¢rez de Lezo, puede considerarse una conducta contraria a la buena fe que debe imperar en cualquier relaci¨®n contractual, especialmente, en el ¨¢mbito laboral. Si bien el burofax por su frialdad no es el medio habitual de comunicaci¨®n entre empresa y trabajador, ¡°si se utiliza en despidos especialmente conflictivos¡±, expone. Tambi¨¦n, por los empleados cuando quieren dejar constancia, por ejemplo, del anuncio de que emprender¨¢n acciones legales.
Normalmente, explica Navarro, si el cese se comunica por burofax y el trabajador lo reh¨²sa o no lo va a buscar, este se tendr¨¢ por comunicado. Cuesti¨®n distinta, es que, como ha establecido el Tribunal Supremo, el destinatario tenga derecho a agotar el plazo de recogida, que normalmente es de 30 d¨ªas.
Los motivos por los que no se le da validez son excepcionales, como el error en la direcci¨®n de entrega. A cambio, el burofax presenta algunos l¨ªmites: solo acredita el env¨ªo de una informaci¨®n, no que esta sea necesariamente veraz, cuesti¨®n que deber¨¢ decidir el juez valorando las pruebas.
El burofax es un elemento esencial en la estrategia de los abogados para defender a sus clientes, por lo que cuidan tanto el momento de su env¨ªo como su redacci¨®n. En el caso de cobro a morosos, expone Abeledo, lo normal es utilizarlo como ¨²ltimo resorte para intentar recuperar el dinero antes de emprender acciones legales. Tambi¨¦n para interrumpir el plazo de prescripci¨®n de la deuda.
Adem¨¢s, hay ocasiones en las que los datos que se ponen en la comunicaci¨®n pueden llegar a constituir prueba si el destinatario contesta reconoci¨¦ndolos. Mier pone un ejemplo: cuando al reclamar una factura el comprador la rechaza porque ¡°no puede pagar¡± o porque ¡°la mercanc¨ªa lleg¨® mal¡±. Estas situaciones, aunque se dan m¨¢s habitualmente en el cruce ¡°de correos electr¨®nicos en caliente, tienen un valor jur¨ªdico que ayuda a construir el relato ante el juez¡±.
El correo electr¨®nico gana terreno
Cada vez son m¨¢s las sentencias que avalan el email como prueba de una notificaci¨®n. Incluso, los servidores de correo habituales disponen de una opci¨®n para que llegue acuse de recibo y de lectura. Sin embargo, pueden plantear un problema si la otra parte impugna su autenticidad o dice que no lo ley¨®, lo que obligar¨ªa a contratar a un perito inform¨¢tico. Para evitarlo, apunta Gonzalo Ardila, de G¨®mez-Acebo & Pombo, existen empresas que ofrecen un servicio de correo electr¨®nico certificado. De hecho, reconoce que en su despacho, ¡°se ha utilizado bastante durante el confinamiento¡±. Recientemente, la Audiencia Nacional aval¨® el ERTE que notific¨® por correo electr¨®nico una empresa a sus trabajadores durante el estado de alarma al considerar que era una forma adecuada dada la situaci¨®n.
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