Berl¨ªn alerta del riesgo de descarrilamiento del fondo europeo de reconstrucci¨®n
El desencuentro entre Consejo y Parlamento est¨¢ entorpeciendo las discusiones para aprobar el paquete de est¨ªmulos contra la pandemia
La gran fuerza del fondo de recuperaci¨®n europeo estriba en su montante: 750.000 millones de euros para oxigenar una econom¨ªa asfixiada por el virus. Pero tambi¨¦n en la velocidad con la que se espera fluya ese dinero hacia unas capitales que en ciertos casos cuentan con escaso margen para aplicar est¨ªmulos o financiar la ingente factura de la pandemia. Sin embargo, las urgencias a pie de calle no se est¨¢n viendo correspondidas institucionalmente. La aprobaci¨®n del plan de reconstrucci¨®n es parte de un paquete mayor de 1,8 billones en el que tambi¨¦n est¨¢ el Presupuesto de la UE. Y el choque entre el Consejo y el Parlamento Europeo, con este ¨²ltimo presionando para que los Gobiernos gasten m¨¢s en investigaci¨®n y desarrollo, proporcionen un calendario legal para los nuevos impuestos europeos, y vinculen la entrega de fondos al cumplimiento del Estado de derecho, est¨¢ entorpeciendo las discusiones.
As¨ª lo ha advertido en un comunicado Michael Clauss, embajador ante la UE de Alemania, pa¨ªs que ostenta la presidencia rotatoria. ¡°Sin un acuerdo global r¨¢pido entre el Consejo y el Parlamento Europeo sobre el marco financiero plurianual, corremos el riesgo de retrasar tambi¨¦n el Fondo de Reconstrucci¨®n. El tiempo apremia; Europa debe cumplir su palabra de apoyar a las personas y regiones particularmente afectadas por la crisis del coronavirus lo antes posible¡±.
Para salir del atolladero, el diplom¨¢tico germano, que reconoce estar ¡°muy preocupado¡±, ha pedido negociar a tiempo completo. Tambi¨¦n los fines de semana. La lucha de poder es patente. El Parlamento Europeo insiste en que nada impide discutir por separado el fondo de recuperaci¨®n, el presupuesto y los impuestos europeos. Pero el Consejo se niega en redondo y quiere que formen parte de un mismo paquete. Con la maratoniana negociaci¨®n de verano para aprobar el plan de reconstrucci¨®n en la memoria, no quiere perturbar el fr¨¢gil juego de equilibrios cuidadosamente tallado durante las cuatro noches de infarto de julio. Entonces, el pacto pareci¨® saltar por los aires varias veces, y se culmin¨® entrelazando el fondo de recuperaci¨®n y el Presupuesto, con cesiones cruzadas en ambos paquetes para salvar el veto de Holanda o Hungr¨ªa. El precio a pagar fue que el mecanismo para congelar fondos de pa¨ªses que socavan el Estado de derecho qued¨® descafeinado. Igual que el Presupuesto.
La Euroc¨¢mara empuja con fuerza tanto en esos dos frentes como en el de garantizar que se activen los impuestos para recaudar recursos propios ¡ªtasas como la del pl¨¢stico, la digital, la del comercio de emisiones y la del carbono en frontera entre otras¡ª. El Parlamento no quiere quedar relegado a un rol de mera comparsa que se limita a asentir a todo lo que digan los Estados. Cree que ya ha cedido lo suficiente al aceptar recortes en su posici¨®n inicial del Presupuesto. Y reclama incrementos en partidas que considera claves, como los programas Erasmus y Horizon. Pero el grupo de los frugales, encabezado por Holanda, no est¨¢ dispuesto a aportar m¨¢s dinero. Algo parecido sucede con el intento del Parlamento Europeo de castigar econ¨®micamente a Hungr¨ªa o Polonia por sus incumplimientos en el Estado de derecho. Y sin su consentimiento, la maquinaria no puede ponerse en marcha.
La presidencia alemana de la UE no quiere reabrir un mel¨®n que cost¨® muchos sudores cerrar, por lo que planea hacer concesiones en materia de Estado de derecho para calmar al Parlamento, pero las condiciones en ning¨²n caso tendr¨¢n la contundencia de un art¨ªculo 7 encubierto. Si la Euroc¨¢mara no se aviene a razones, a¨²n juega a favor de los Estados una baza fundamental: el reloj. ?Cu¨¢nto tiempo est¨¢n dispuestos los parlamentarios a bloquear la entrega de los urgentes fondos contra la pandemia? Pa¨ªses como Espa?a ya han incluido en sus planes presupuestarios 20.000 millones de euros provenientes de las ayudas europeas. E incluso el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, viaj¨® esta semana a Bruselas para pedir que los desembolsos sean m¨¢s r¨¢pidos. Cualquier retraso conllevar¨ªa, por tanto, fuertes presiones a sus eurodiputados por parte de las capitales m¨¢s golpeadas por la pandemia para allanar el acuerdo cuanto antes.
¡°Me sorprende esta presi¨®n de la presidencia alemana¡±, confiesa la eurodiputada socialista Eider Gardiazabal, que forma parte del equipo negociador del Parlamento Europeo. ¡°Son varios dosieres, por eso resulta tan complejo¡±. En su opini¨®n, desvincular las negociaciones del Presupuesto y del plan de recuperaci¨®n facilitar¨ªa las cosas: el primero va m¨¢s avanzado y podr¨ªa sacarse adelante en breve; el de recuperaci¨®n, tan ansiado para dar alivio a las maltrechas econom¨ªas, necesita a¨²n un desarrollo. ¡°No es solo decir que son 750.000 millones de euros, sino que hay que descender al detalle, ver c¨®mo se va a gastar y cu¨¢les son las grandes ¨¢reas en las que se quiere trabajar¡±. ?Las conversaciones corren riesgo de descarrilar realmente? ¡°Esto es solo una forma de presi¨®n del Consejo al Parlamento porque quieren que aprobemos lo de julio y ya. No podemos aceptarlo directamente. Ya dijimos que hab¨ªa que negociar con los 705 diputados elegidos democr¨¢ticamente¡±.
En cuanto al otro escollo, la vinculaci¨®n de los fondos al respeto al Estado de derecho, Gardiazabal explica que la posici¨®n del Parlamento Europeo es muy clara, pero tambi¨¦n flexible y abierta a la discusi¨®n. Y este punto es precisamente el que podr¨ªa desatascar todo. ¡°Pero no podemos empezar a negociar porque el Consejo a¨²n no tiene una posici¨®n com¨²n fijada¡±. A la espera de que la presidencia alemana se saque un ¨²ltimo truco de la chistera, la eurodiputada recoge el guante lanzado por el embajador germano. ¡°Estamos dispuestos a negociar. Incluso en fin de semana. No ser¨ªa la primera vez. De hecho, lo t¨ªpico es acabar a las siete de la ma?ana¡±.
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