Sebasti¨¢n Edwards: ¡°Esto es devastador, pero muy diferente a un terremoto o un tsunami¡±
El execonomista en jefe para Am¨¦rica Latina del Banco Mundial, catedr¨¢tico y novelista habla de la incertidumbre econ¨®mica generada por la pandemia
Las primeras informaciones sobre la seriedad del coronavirus pescaron a Sebasti¨¢n Edwards (Santiago de Chile - 1953) en un juicio arbitral en Washington. En marzo, el catedr¨¢tico de la Universidad de California participaba como testigo en el tribunal del Banco Mundial y recuerda que, sentado detr¨¢s suyo, un hombre tos¨ªa. ¡°Yo me asust¨¦. Entonces me mov¨ªa de asiento y ¨¦l se mov¨ªa detr¨¢s m¨ªo. Me empec¨¦ a preocupar bastante¡±, cuenta el chileno, execonomista en jefe para Am¨¦rica Latina del BM. ¡°Despu¨¦s supe que ¨¦l estaba pasando por un ataque de asma, no ten¨ªa covid, pero ese fue el ¨²ltimo viaje que hice¡±.
Edwards habla con EL PA?S por videollamada desde su casa en Los ?ngeles. La pandemia trunc¨® sus planes para este a?o pero aliment¨® su curiosidad sociol¨®gica. En estos meses de confinamiento, el acad¨¦mico va al supermercado unas tres veces al d¨ªa. ¡°Voy caminando a comprar un paquete de mantequilla, despu¨¦s una docena de huevos, una naranja¡±, cuenta Edwards. La comunicaci¨®n entre extra?os suele basarse en la sonrisa, explica, y ahora, con la mascarilla, ¨¦l observa c¨®mo los extra?os est¨¢n aprendiendo nuevas formas de comunicarse. ¡°El supermercado es esencial para mantenerse informado sensorialmente del temperamento, del pulso, de la sociedad¡±, dice.
El trimestre se cancel¨®, pero Edwards tom¨® sus conocimientos sobre la pandemia de la influenza espa?ola de 1918 y, en la medida en que fue entendiendo la pandemia actual del coronavirus, prepar¨® una clase en l¨ªnea. Incorpor¨® m¨®dulos estad¨ªsticos y matem¨¢ticos del contagio, el incremento de la deuda, la respuesta fiscal y monetaria; tambi¨¦n las consecuencias en el empleo, la producci¨®n, el tipo de cambio y el comercio internacional. La clase atrajo a m¨¢s de 600 estudiantes.
P. ?C¨®mo se ve el futuro econ¨®mico de Am¨¦rica Latina?
R. Yo veo que habr¨¢, en el mejor de los casos, un resultado mediocre. Es un continente que en la narrativa mundial est¨¢ desapareciendo o desapareci¨® hace mucho rato. Yo leo todos los d¨ªas el Financial Times, lo recibo en papel porque como soy antiguo lo leo en papel, y no hay ninguna noticia de Am¨¦rica Latina o hay muy pocas. Y m¨¢s que eso, en las conferencias, seminarios y eventos que organizan hay invitados de distintos pa¨ªses y continentes y casi nunca hay un latinoamericano o una latinoamericana. Las perspectivas del continente, de la regi¨®n, son, para mi gusto, regulares. Obviamente que con diferencias en distintos pa¨ªses, no todos pueden ponerse en la misma caja. Hay una especie de desaparici¨®n del continente de la conversaci¨®n mundial mientras se habla de China, de Europa, de Asia, de ?frica. Por ejemplo, la noticia de negocios m¨¢s importante, la m¨¢s interesante publicada hoy, es que Volkswagen va a hacer una oferta accionaria de una divisi¨®n de manufactura de bater¨ªas de litio, con una tecnolog¨ªa nueva y diferente. Explican que esto va a revolucionar a los autos, camiones y trocas el¨¦ctricas y el art¨ªculo no nombra, por ejemplo, que los mayores dep¨®sitos de litio del mundo est¨¢n en Bolivia y en Chile. Ignoran eso, que es un hecho esencial. Si Bolivia y Chile desaparecieran, el problema del litio ser¨ªa enorme. Pero se habla de todo un tema ignorando a la regi¨®n. Latinoam¨¦rica a nadie le interesa mucho porque no hay pa¨ªses que generen mucho entusiasmo.
P. Habitualmente, las organizaciones multilaterales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, suelen condicionar sus pr¨¦stamos a los pa¨ªses con compromisos a ajustar el gasto p¨²blico. ?Cree que esto cambie a partir de la pandemia?
R. Yo creo que estamos viviendo un cambio y ya estamos en un terreno desconocido. Primero por la pandemia, por la manera c¨®mo esto se ha enfrentado y por lo que significa desde un punto de vista econ¨®mico. Esto es devastador, pero muy diferente a un terremoto o un tsunami. El acervo de capital como las m¨¢quinas, las minas, los ranchos, las plataformas de petr¨®leo, todo est¨¢ ah¨ª. El problema es que no hay gente que compre y le hemos dicho a los trabajadores que no vayan a trabajar. Por tanto, en cierto modo esto podr¨ªa retomarse de un d¨ªa para otro y esa era la idea de la recuperaci¨®n en forma de V. Ahora, a medida que va pasando el tiempo, esa capacidad de retomar las actividades se hace m¨¢s complicada. Entonces, la caracter¨ªstica del choque como tal hace que estemos repensando bastantes cosas. Lo segundo es que la tasa de inter¨¦s mundial es cero. Una de las preocupaciones del FMI es decir: ¡®Bueno, los pa¨ªses tienen que cumplir con sus obligaciones y especialmente con las obligaciones hacia el Fondo¡¯. Y, normalmente, ese cumplir con las obligaciones genera un problema si la deuda es muy alta, porque entonces el pago de intereses sobre esa deuda es muy alto. Como resultado, el espacio fiscal para gastar en otras cosas, especialmente en programas sociales, se achica. Entonces, si yo tengo que gastar mucho sirviendo la deuda porque la deuda es muy grande, tengo que gastar menos en otras cosas, especialmente en programas sociales, y ese es un problema. Ahora, esto empieza a cambiar, porque si la tasa de inter¨¦s es cero, supongamos que tengo una deuda grande y tengo que pagar 0% de esa deuda grande, no tengo que pagar nada.
P. Pero todav¨ªa queda la deuda nominal, o el principal de un bono.
R. Es que las deudas no hay que pagarlas nunca, el principal no hay que pagarlo, hay que renegociarlo. Eso es lo que uno necesita hacer con la deuda. Si uno es ordenado, lo que uno tiene que hacer es rollover, renovarla, no pagarla. No hay ninguna empresa exitosa que haya pagado la deuda. Esto es manejo de la deuda y es muy importante. La pregunta siguiente es: ?La tasa de inter¨¦s va a estar en cero para siempre? No sabemos. ?Cu¨¢l es el m¨¢ximo de deuda que un pa¨ªs puede tener? Bueno, dec¨ªamos 60% del producto interno bruto (PIB) en los pa¨ªses avanzados como Francia, Alemania, B¨¦lgica. Y los pa¨ªses como los latinoamericanos ten¨ªan que tener menos que los avanzados. ?De d¨®nde sali¨® ese n¨²mero? ?Qui¨¦n dijo? ?Vino un d¨ªa Dios y nos dijo 60%? No. Ese n¨²mero lo inventaron los bur¨®cratas de Bruselas cuando crearon el euro. Dijeron: ¡®Vamos a ponerle una restricci¨®n a qui¨¦n puede entrar al euro¡¯. Miraron que si pon¨ªan 60% todos los pa¨ªses entraban, menos los griegos. Entonces le dijeron a los griegos: ¡®Ustedes no pueden entrar porque tienen muchas deudas¡¯. Los griegos maquillaron los n¨²meros, lo bajaron a 59 y entraron tambi¨¦n al euro. Todo el mundo sab¨ªa eso y despu¨¦s se sorprendieron cuando vino la crisis. El 60% fue arbitrario. Despu¨¦s vino la crisis financiera del 2008-2010. Los pa¨ªses avanzados se endeudaron un mont¨®n. Entonces todo el mundo dijo: no, 60% no era el n¨²mero, es 90%. ?Por qu¨¦? Porque todos subieron hasta 90. Entonces salieron Carmen Reinhart y Kenneth Rogoff a decir que si pasamos de 90, ser¨¢ un terremoto. Y ahora van a decir: ¡®Bueno, 120% ¨® 130 % es el l¨ªmite¡¯, y ya hay gente que dice ¡®no, el l¨ªmite es Jap¨®n, que tiene 230%¡¯. Y la respuesta es que no sabemos bien. Las preguntas tienen que ver con lo que t¨² dec¨ªas hace un segundo: ?Vamos a poder hacer el rollover? ?Va a haber suficiente inter¨¦s en comprar la deuda? ?Cu¨¢l va a ser la percepci¨®n de riesgo? Estamos en un terreno nuevo, lo que hace que todo esto sea muy, muy interesante. Hay muchos jugadores en este juego y algunos m¨¢s bobos que otros. Por ejemplo, las calificadoras crediticias van a jugar un rol s¨²per importante y yo no s¨¦ si estas se han sentado a hablar de esto que estamos hablando t¨² y yo ahora. Ese es un problema.
P. Ecuador y Argentina ya renegociaron sus deudas y lo hicieron durante la pandemia. ?C¨®mo ve estas renegociaciones? ?Coincide usted con qui¨¦nes argumentaban que se debi¨® haber perdonado el pago de la deuda?
R. Yo creo que hoy hay un precedente hist¨®rico y que en cierto modo va indicando una direcci¨®n. Condonaci¨®n total de deuda solo ha pasado con algunos pa¨ªses de lo que se llamaba el HIPC [por sus siglas en ingl¨¦s], Pa¨ªses Pobres Altamente Endeudados, que fue la iniciativa del Fondo y del Banco Mundial. A¨²n con este precedente, la p¨¦rdida para los tenedores de la deuda, el llamado haircut, promedio ha sido de cerca del 32% desde 1975. Yo tengo un trabajo en el que hago todo el c¨¢lculo. El haircut por Argentina en 2005 fue de entre 75% y 77%. Ahora es m¨¢s bajo, entre el 30% y el 35% tal vez. Y hay toda una visi¨®n, que es el incumplimiento justificado, lo que llaman el excusable default. En cierto modo lo de Ecuador es un excusable default. Es un pa¨ªs que estuvo manejado de forma populista por Rafael Correa, que tom¨® deuda en exceso haciendo un poquito de trampa, maquillando los n¨²meros. Usaron como colateral la compa?¨ªa de petr¨®leo y se les derrumb¨® el precio del petr¨®leo. Para Ecuador fue f¨¢cil hacer la reestructuraci¨®n. Los tenedores lo vieron como algo exclusivo, que hab¨ªa razones justificadas y tuvieron buena voluntad. En el caso de Argentina hay hoy, y con justicia de parte de los tenedores de los inversores, mucha rabia, o est¨¢n at¨®nitos de que esto se repita una y otra, una y otra vez.
P. Pero si Argentina ha incumplido en sus obligaciones de deuda tantas veces en el pasado, ?por qu¨¦ sigue habiendo inversores interesados en prestarles dinero?
R. Aqu¨ª lo que hubo fue una mezcla de ingenuidad de parte de los inversores y de arrogancia de parte del equipo de Macri, que pensaron que el problema argentino se arregla porque estudiaron en MIT. Una tonter¨ªa. No, las cosas se arreglan cuando uno hace los deberes y lo hace bien. Hubo algo de arrogancia del equipo del presidente Macri y a mi me duele decirlo porque todos son amigos m¨ªos. Todos nos conocemos. En Am¨¦rica Latina es un grupo en que todos nos conocemos y somos amigos. Hemos trabajado juntos o hemos sido adversarios l¨ªderes intelectuales.
P. ?Qu¨¦ opina de la privatizaci¨®n de la deuda? Y con esto me refiero al cambio que ha habido desde el final de la Segunda Guerra Mundial, cuando los pa¨ªses ped¨ªan prestado directamente a otros gobiernos o a organismos multilaterales y ahora salen al mercado financiero internacional y piden prestado a los bancos privados en Wall Street. ?Esto ha tenido alg¨²n impacto en la regi¨®n?
R. Mientras m¨¢s opciones hay, siempre es mejor. Entre 1945 y 1973 solo hab¨ªa acceso en Am¨¦rica Latina a dineros oficiales, pr¨¦stamos de gobierno a gobierno, adem¨¢s de pr¨¦stamos de comercio por exportaciones. A principios de los setenta se empieza a privatizar en el sentido de que surgen fuentes de cr¨¦dito privadas, son los primeros cr¨¦ditos sindicados. Yo creo que en algunos pa¨ªses fue bien usada, en otros pa¨ªses fue mal usada. Hubo corrupci¨®n y el problema central al principio es que estos pa¨ªses tienen tipo de cambio fijo y toda esta deuda est¨¢ en d¨®lares. El problema llega cuando se produce una gran devaluaci¨®n en todos estos pa¨ªses, con Argentina como el caso m¨¢s emblem¨¢tico. Hoy en d¨ªa muchos pa¨ªses emiten deuda en su propia moneda en mercados internacionales, incluyendo M¨¦xico, Chile, Colombia y Per¨². Yo creo que una pregunta m¨¢s interesante es ?qu¨¦ hay de los debt-equity swaps? Estas reestructuraciones de deuda que se entienden mejor cuando se piensa en una crisis de deuda de una corporaci¨®n. La corporaci¨®n tiene activos, m¨¢quinas, camiones, dep¨®sitos mineros, etc¨¦tera, y est¨¢ financiada en parte por este patrimonio y en parte por deuda. La noci¨®n de una reestructuraci¨®n as¨ª es que los que tienen la deuda se hagan cargo del patrimonio, del equity. En teor¨ªa, las m¨¢quinas no han desaparecido. A lo mejor se tomaron malas decisiones, pero para futuro se puede mejorar en lo que est¨¢ pasando. Por ejemplo, con las l¨ªneas a¨¦reas de Latinoam¨¦rica que se han declarado en reestructuraci¨®n por el Covid. Los aviones est¨¢n ah¨ª aunque no hay pasajeros por ahora. Y la idea es que los que son deudores pasen ahora a ser equity holders. Es un debt-equity swap. Y la pregunta ser¨¢: ?eso se puede hacer a nivel de pa¨ªs? ?Se puede hacer con deuda soberana? Se hizo en M¨¦xico despu¨¦s de la crisis de la deuda en el gobierno de Salinas de Gortari. Se hizo en Chile, se hizo en varios pa¨ªses. Pero yo creo que ahora no hay mucho que privatizar, es decir, activos del gobierno y tampoco est¨¢ el horno para bollos. Ideol¨®gicamente hay un rechazo al neoliberalismo. El p¨¦ndulo est¨¢ movi¨¦ndose m¨¢s hacia pol¨ªticas m¨¢s populistas, m¨¢s centradas en un mayor rol del gobierno. Pero el tema de los debt-equity swaps es una cuesti¨®n que yo creo que hay que explorar.
P. Finalmente, hablemos de los pa¨ªses en el mundo, como M¨¦xico, que priorizaron contener el d¨¦ficit y no aumentar su deuda por encima de ofrecer est¨ªmulos econ¨®micos o ayudas sociales durante esta pandemia. ?Cree usted que se van a arrepentir?
R. Yo creo que s¨ª, pero hay veces que la austeridad paga. Habl¨¢bamos hace un segundo que primero se dijo que deuda equivalente al 60% del PIB sol¨ªa ser el m¨¢ximo. Y luego de la crisis financiera del 2008, se pas¨® a 90%. Todos los pa¨ªses avanzados, pasaron a deuda del 90%, del 100% del PIB. Cuando llega la pandemia, EE UU tiene deuda del 107% del PIB. Excepto Alemania, que se pone a pagar y pagar deuda a partir del 2010 y, cuando viene la pandemia, Alemania tiene solo 59% del PIB de deuda y eso le permite tener uno de los programas de ayuda m¨¢s expansivos: porque durante los buenos tiempos abrieron un espacio que les permit¨ªa hacerlo en el futuro. Si esto se repite, pa¨ªses como Per¨², Chile, Colombia, Brasil van a estar al tope. En cambio, M¨¦xico, por la austeridad de AMLO, no. Yo creo que s¨ª se van a arrepentir pero el tema en realidad es pol¨ªtico. Si Chile no hubiera respondido, por ejemplo, se hubiera ido completamente a la izquierda y la violencia hubiera resurgido y qui¨¦n sabe qu¨¦ hubiera pasado. Ecuador similar, Colombia lo mismo. Entonces, es pol¨ªtico y a m¨ª me da la impresi¨®n de que en M¨¦xico la parte pol¨ªtica est¨¢ m¨¢s o menos bajo control, pero no estoy seguro.
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