El binomio Estado-mercado
La clave de la recuperaci¨®n reside en la coherencia entre inversi¨®n p¨²blica y reformas
Tras la aprobaci¨®n de los presupuestos y del plan de recuperaci¨®n europeos, y con el horizonte monetario despejado por el BCE, se abre una etapa singular para nuestra econom¨ªa. Por primera vez, la financiaci¨®n no es un obst¨¢culo ni a la salida de la crisis ni al desarrollo econ¨®mico y social del pa¨ªs. Los PGE, a punto de concluir su tramitaci¨®n, contemplan un incremento del gasto del 17,5%, sin endurecimiento apreciable en materia de impuestos ¡ªuna expansi¨®n fiscal en apariencia indolora, financiada por el d¨¦ficit¡ª. Por si fuera poco, tanto el Estado como el sector privado podr¨¢n obtener recursos en el mercado en condiciones excepcionalmente favorables. De tal forma que el principal reto para 2021 no es conseguir financiaci¨®n, sino c¨®mo emplearla.
La cuesti¨®n no es menor, porque cuando los recursos abundan y su coste es casi nulo, se pueden acabar financiando proyectos de dudosa utilidad, generando graves desequilibrios a largo plazo (como ya lo vimos con la crisis del ladrillo). Bien es cierto que las condiciones asociadas a los fondos europeos ayudan a priorizar ¡ªen este caso, de manera acertada¡ª en torno a la transici¨®n ecol¨®gica, la digital y la inclusi¨®n social. Pero esta condicionalidad solo garantiza un retorno econ¨®mico y social si se genera un efecto tractor sobre el conjunto del aparato productivo. Y para que esto se produzca hacen falta incentivos, de manera que el mercado funcione en sinergia con la intervenci¨®n p¨²blica. De lo contrario, todo ese gasto solo tendr¨¢ un efecto fugaz, lo que har¨¢ insostenible la carga de la deuda.
La reciente reforma del mercado el¨¦ctrico es un paso en esa direcci¨®n de mayor coherencia. La creaci¨®n de un fondo de compensaci¨®n equivale de facto a un encarecimiento de las energ¨ªas f¨®siles, y un abaratamiento de las renovables. Asimismo, la factura de la electricidad se reduce para las familias y las empresas, mientras que los costes de transici¨®n pesar¨¢n sobre el consumidor de combustibles f¨®siles. La clave est¨¢ en asegurar una fase de transici¨®n suficiente para incentivar la inversi¨®n privada en renovables (sin causar un incremento abrupto del precio de la gasolina, que podr¨ªa provocar reacciones virulentas como en otros pa¨ªses). Solo as¨ª cobran todo su sentido los proyectos de inversi¨®n, en red el¨¦ctrica, investigaci¨®n en almacenamiento de electricidad, promoci¨®n de energ¨ªa renovables, o hidr¨®geno.
En el caso de la transici¨®n digital, la estrategia consiste en extender la cobertura de la red de banda ancha, potenciarla con la tecnolog¨ªa 5G, y as¨ª facilitar el acceso para todas las empresas. Sin embargo, a la inversa de lo que se pretende con la reforma del mercado el¨¦ctrico, la inversi¨®n p¨²blica (o en cooperaci¨®n con las empresas del sector), no altera directamente los incentivos de mercado. Por ejemplo, la digitalizaci¨®n de las pymes, su acceso a t¨¦cnicas como el cloud computing, o el comercio electr¨®nico dependen de las condiciones de mercado, que como tal no se ver¨¢n alteradas por la inversi¨®n p¨²blica. En otros pa¨ªses m¨¢s avanzados en digitalizaci¨®n de pymes, como Alemania o Corea del sur, las pol¨ªticas p¨²blicas generan incentivos en toda la cadena de valor, para as¨ª generar beneficios de red.
En cuanto a la inclusi¨®n social, bienvenidas sean las mejoras en educaci¨®n y capacitaci¨®n previstas tanto en los PGE como en el plan europeo, condiciones necesarias para la transformaci¨®n del modelo productivo. Pero no son suficientes, porque el mercado laboral espa?ol tiende a desaprovechar el capital humano, cuando no lo destruye, echando a perder el esfuerzo de inversi¨®n p¨²blica. Es un hecho que el paro juvenil supera ampliamente la media europea incluso para los m¨¢s cualificados. Una reforma que ataje la exagerada temporalidad del empleo es por tanto una condici¨®n sine qua non para el ¨¦xito de los planes de inclusi¨®n, y para un aumento de la productividad.
Reformas adaptadas al contexto de crisis para que el necesario activismo de los Estados convierta 2021 en el primer pelda?o de la transformaci¨®n. Y que las cargas de la deuda sean asumibles.
Desigualdades
La crisis ha tenido un impacto desigual sobre las comunidades aut¨®nomas y se prev¨¦ que las disparidades persistan en 2021 pese a la recuperaci¨®n que se vislumbra. Las regiones m¨¢s dependientes del turismo internacional, como Baleares y Canarias, son las m¨¢s castigadas, con ca¨ªdas previstas del PIB superiores al 9% en 2019-2021, seg¨²n Funcas. A la inversa, los territorios con m¨¢s peso del sector agroalimentario (Castilla-La Mancha, Extremadura y Murcia) o de industrias poco afectadas (Navarra) estar¨¢n el pr¨®ximo a?o menos de un 4% por debajo del nivel precrisis.
Raymond Torres es director de coyuntura en Funcas. En Twitter: @RaymondTorres_
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