Jorge Valdano: ¡°En el f¨²tbol hay m¨¢s dinero en circulaci¨®n que talento¡±
Ganador de un Mundial con Argentina, Valdano reconoce que el jugador se ha convertido en un ¡°hombre de negocios¡± y que el juego ¡°no repara en cuestiones ¨¦ticas¡±
Defiende Jorge Valdano (Las Parejas, Argentina, 1955), antiguo jugador, entrenador y director deportivo del Real Madrid, que el f¨²tbol es un juego infinito. Defiende, con la memoria, que durante su ni?ez solo ten¨ªa una obsesi¨®n: la pelota. ¡°Estoy convencido de que mi nieto se desvelar¨¢ con una camiseta de su equipo, porque la fascinaci¨®n que producen los h¨¦roes ya tiene m¨¢s fuerza que el juego en s¨ª mismo. Mi nieto no sabr¨¢ que en el instante en que compre esa camiseta pasar¨¢ de hincha a cliente para activar un negocio cada vez m¨¢s grande¡±. Tambi¨¦n defiende el campe¨®n del mundo con Argentina en el Mundial de 1986 que una Liga europea ser¨ªa el fin de muchos clubes medianos y peque?os, que el f¨²tbol ¡°es pol¨ªtica¡±, que ¡°hay m¨¢s dinero en circulaci¨®n que talento¡±, que ¡°el futbolista es un hombre de negocios¡± y que el juego ¡°no repara en las cuestiones ¨¦ticas¡±. Defiende que el bal¨®n rueda, incesantemente, cada vez en m¨¢s terrenos, campos y pa¨ªses. Tambi¨¦n que se golpea con mayor fuerza. Solo la Champions League genera 2.100 millones de euros. En el fondo Valdano defiende el proverbio ¨¢rabe que reza: ¡°Los perros ladran, la caravana avanza¡±.
Pregunta.?Por primera vez en la historia, los equipos de f¨²tbol de ¨¦lite son rentables. ?Quiere decir esto que se est¨¢ reinventando el f¨²tbol?
Respuesta.?La industria del f¨²tbol se est¨¢ transformando pero dentro de una filosof¨ªa, la del espect¨¢culo. Este deporte vive con el v¨ªnculo de su audiencia. Hubo un tiempo en el que un club era tan rico como la cantidad de entradas que pod¨ªa vender. Era cuando el socio ten¨ªa un poder econ¨®mico y esto le daba tambi¨¦n un poder real sobre la instituci¨®n. Ahora el desaf¨ªo es relacionarse con los aficionados remotos y convertirlos en clientes. Esta estrategia la empez¨® el Manchester United y el Real Madrid aprendi¨® muy pronto la lecci¨®n. Llevamos dos d¨¦cadas con giras por Asia y Estados Unidos. Y esto ha obligado a que el jugador, que ya es un h¨¦roe social, se convierta tambi¨¦n en un hombre de negocios.
P.?Los ingresos llegan del extranjero. China, Arabia Saud¨ª, Emiratos ?rabes Unidos. Geograf¨ªas donde hay grandes carencias democr¨¢ticas. ?El f¨²tbol, le guste o no al f¨²tbol, es pol¨ªtica?
R.?El f¨²tbol tiene una fuerza simb¨®lica muy fuerte. El escritor Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n nos ense?¨® que resulta imposible no leerlo tambi¨¦n en t¨¦rminos pol¨ªticos. No es que este deporte busque pa¨ªses que tengan dificultades con el respeto de los derechos humanos, lo que busca son naciones socioecon¨®micamente fuertes. Es cierto, y as¨ª lo ha demostrado la pasada Supercopa [disputada en Arabia Saud¨ª], que no repara en cuestiones ¨¦ticas.
P.?Al f¨²tbol han llegado el private equity, los clubes-Estados, oligarcas e incluso empresarios estadounidenses del b¨¦isbol. ?Estos nuevos actores desestabilizan el juego?
R.?Es imprescindible una regulaci¨®n muy clara de la UEFA y la FIFA. Sin duda, Europa es un espacio de imperialismo futbol¨ªstico. Es el continente que m¨¢s recauda, que m¨¢s dinero mueve y donde circula m¨¢s talento, por eso tiene mucho m¨¦rito lo que hacen el Real Madrid y el Barcelona: dos clubes que viven de lo que son capaces de producir.
P.??Est¨¢ a favor de una Superliga europea?
R.?Lo que ahora nos parece extravagante se convertir¨¢ en normal en muy poco tiempo. Es algo parecido a cuando se cambi¨® la pretemporada por la gira de los equipos. Las primeras ocasiones resultaron hasta traum¨¢ticas porque los puentes entre lo econ¨®mico y lo deportivo no son siempre f¨¢ciles de tender. Pero ahora se ve como algo normal.
P.??Esta Superliga ser¨ªa el final de los clubes modestos y sus estadios, uno de los pocos espacios, por cierto, donde conviven, en un mundo de inmensa desigualdad, todos los estratos sociales?
R.?Es una din¨¢mica que el tiempo ha ido corrigiendo poco a poco. Cuando esto empez¨®, el Real Uni¨®n [Ir¨²n, Gipuzkoa] o el Arenas de Getxo [Bizkaia] eran aut¨¦nticas potencias futbol¨ªsticas, pero fueron poblaciones v¨ªctimas de su propio tama?o. El f¨²tbol se mud¨® hacia las capitales provinciales y ahora empieza a ser un problema de las grandes capitales europeas, por eso se fantasea con la posibilidad de crear una Liga europea. Y s¨ª, las v¨ªctimas ser¨¢n los equipos peque?os y medianos.
P.??Los futbolistas y sus agentes dominan el f¨²tbol?
R.?No he visto que los agentes en los ¨²ltimos a?os hayan acumulado m¨¢s poder, quienes s¨ª lo han hecho son los jugadores. Son los grandes h¨¦roes de este juego, como dijo una vez Florentino [P¨¦rez, presidente del Real Madrid]: ¡°Este es un negocio de h¨¦roes¡±. Los futbolistas no solo tienen ese poder, sino que son conscientes de ello. Por una raz¨®n muy sencilla: hay m¨¢s dinero en circulaci¨®n que talento.
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